Se entregó la presa que se fue mientras limpiaba en la cárcel

La reclusa que el sábado pasado "se fue" del penal de mujeres de El Borbollón y que se entregó a la Justicia el lunes por la noche, es una interna de "excelente conducta", comportamiento que le había servido para alcanzar el período de prueba.

Estaba pronta a obtener salidas transitorias pero, por escaparse, perdió cualquier tipo de beneficios.

Alexandra María Magdalena Careddu (27) se presentó a las 22.30 del lunes ante las autoridades de la cárcel de mujeres. Lo hizo acompañada por su madre. "Suponemos que, por su buena conducta, decidió volver", dijeron autoridades penitenciarias a Los Andes.

Que Careddu se fuera de la cárcel sorprendió a más de uno: durante los tres años que lleva presa, había pasado holgadamente las fases 1 -de observación-, la 2 -de consolidación- y la 3 que es de confianza, etapa durante la cual los internos pueden moverse con cierta libertad dentro de los límites edilicios de la cárcel.

Pero Careddu ya había logrado llegar al período de prueba: eso le permitía salir del edificio propiamente dicho aunque no abandonar el perímetro de la cárcel. Cuando se fue, estaba limpiando los jardines junto con dos compañeras que también están a "prueba". Las tres eran vigiladas por una penitenciaria que no pudo hacer mucho para evitar la huida.

Careddu simplemente caminó hasta la playa de estacionamiento del penal, saltó una pared y se fue.

"Su huida generó malestar incluso en las mujeres que limpiaban con ella porque ahora la fase de prueba no se realizará en los jardines sino en otra área del penal", confiaron las fuentes consultadas.

Careddu fue condenada en 2013 a 5 años y medio de prisión por un robo agravado. Como ya estaba a punto de cumplir la mitad de la pena, iba a recibir salidas transitorias para poder ir a su casa los fines de semana. "Ahora perdió todo. Va a volver a la fase 1 ó 2", agregaron las fuentes.

Si bien la mujer se evadió de la cárcel, no será imputada: en su escape no ejerció violencia contra las personas ni contra las cosas, condición necesaria para acusar a un fugado.

Pero con este antecedente negativo en su haber, probablemente deba permanecer tras los muros hasta diciembre de 2018, cuando concluya su condena.