San José se escribe con tinta de oro

UNIÓN DEPORTIVA SAN JOSÉ. Así, con mayúsculas, debe escribirse a partir de hoy el nombre de la institución de calle Bandera de los Andes. Es que el Santo escribió su nombre en los libros de campeones anuales del básquetbol mendocino. Histórico. La primera estrella.

Estos jugadores serán héroes por siempre en el Sanjo. Es que los dirigidos por Pablo Moyano vencieron en el cuarto capítulo a Anzorena por 70 a 61 y liquidaron la serie por 4-1. Toda la gloria fue para San José. Aplausos.

Un primer cuarto a toda orquesta de la Unión Deportiva San José. Una exhibición de juego colectivo. Fuerte en defensa, salidas en transición efectivas ocupando los tres carriles de la cancha y en el juego estacionado, posesión de balón, cortes y pase extra.

En tres minutos de juego, ganaba cómodamente por 11-2 con 8 puntos de Cangelosi. Obvio, Suárez, inmediatamente pidió minuto y con sus gritos despertó a sus jugadores, quienes reaccionaron gracias al atrevimiento de Facundo Cantalejos, quien a pesar de su altura y su edad (19 años), demostró que es un jugador de otra categoría.

Se puso a tres puntos, el Rojo, pero apareció en todo su esplendor, Leandro Lincheta, dos bombas consecutivas de tres puntos y tres tiros libres consecutivos. Así, el Santo cerró el primer capítulo 11 puntos arriba: 26-15.

En el segundo período, la historia fue similar. Juegos de rachas. Pero al principio, prevalecieron las defensas. Se hizo áspero el partido. No tuvo la dinámica del primer capítulo.

Sin embargo, el Santo sacó una luz de ventaja con un triple de Lucas Rubia y la presencia de Cristian Velázquez debajo de los acrílicos (6 de sus 8 puntos hasta ese momento) y el equipo de Pablo Moyano sacó la máxima ventaja del juego: 37-22.

Pero, nuevamente, apareció Cantalejos, que con 8 puntos suyos consecutivos, jugando su infernal uno contra uno, puso al equipo de la Sexta en juego antes del entretiempo: 37-30.

Anzorena cambió su cara por completo. Defensa fuerte y agresivo e inteligente en ataque. Sin tener un gran partido, Bonini, se cargó el equipo al hombro y con 7 puntos suyos, levantó al Rojo que entró al último capítulo un doble abajo: 53-51.

En el último cuarto, el Santo mostró toda su jerarquía y demostró las cualidades que lo hacen el mejor de 2016. ¡Salud campeón!