Romina Méndez Pattaro reina de San Carlos, tras el legado de Nuri

Cerca de 13.000 espectadores participaron de la celebración realizada en el teatro Neyú Mapu. Marianela Flores Peralta, virreina.

Con un teatro Neyú Mapu que se venía abajo por el bullicio de las barras y los cerca de 13 mil espectadores que coparon hasta parte del predio donde transcurría el show, los sancarlinos vivieron la noche del sábado su 'Vendimia de un Tonel Enamorado'.

Tras este verdadero legado antiminero, el público ratificó sus preferencias por Romina Méndez Pattaro, la morocha de Pareditas que se quedó con el cetro departamental.

El escrutinio -que no estuvo exento de polémica- marcó una clara ventaja para la candidata del sur departamental, quien obtuvo el reinado con 66 votos.

Marianela Flores Peralta, de Soeva, se quedó con el segundo lugar con 39 sufragios. A través de un sorteo y por los bonos de entrada, el público fue el responsable casi totalmente de la elección.

Emocionada, la pareditana dijo tras la coronación que dedicaba su reinado a su coterránea, a la querida Nuri Donnantuoni, Reina Nacional del 2005 y quien falleció de un accidente automovilístico en febrero del 2015. "Fue ella la que hizo que yo soñara con este momento", dijo entre lágrimas.

Aires de tormenta amenazaron desde lejos, pero no se permitieron opacar el entusiasmo vendimial que oficiaba el pueblo más antiguo de la provincia. La gente desde temprano llevó canastos con sandwiches, gaseosas, mantas y demás implementos para pasar una velada cómo y a gusto.

"Fue muy emocionante la fiesta y un orgullo que fuera hecha por artistas locales", dijo Rosa de Eugenio Bustos, una abuela que se retiraba feliz del lugar con toda su prole.

Las barras constituyeron un espectáculo aparte. Enormes carteles lumínicos, souvenirs, vinchas, pancartas, fotos y papel picado fueron parte de la artillería pesada con la que buscaron alentar a cada una de las nueve candidatas.

Un mensaje contundente

El espectáculo comenzó mucho más tarde de lo previsto. Pasadas las 21,30 recién subían a escena Jorge Sosa y Lisandro Bertín, para amenizar la previa. El guión comenzó minutos antes de las 23 y se ocupó de dejar en claro la identidad antiminera del departamento y su larga historia de lucha por el agua pura.

Más de 300 artistas locales dieron vida al escenario, que recreó la bodeguita de don Juan José. El clima familiar, el valor por lo local y la disputa entre la minería y la agricultura fueron los ejes de la fiesta, dirigida por María Elena Coronel, Ricardo Mariano y Benito González.

El relato contó las peripecias de una pareja de sancarlinos, quienes recibían a su hija -Julieta- que se había recibido en Buenos Aires y venía "para quedarse" en el pueblo. Su llegada reavivó amores juveniles  y llenó de alegría a los padres.

Sin embargo, al poco tiempo llegó un amigo porteño -John- quien buscaba comprarle la finquita a don Juan José para asentar allí su base de exploración minera.

"Pisoteados por la codicia hoy están y dicen que nosotros no apostamos al progreso. Si quieren oro, a pico y pala señores. Aquí el agua es pura y así seguirá por nuestros hijos", comenzó el guión. La lucha entre la agricultura y la minería se materializó en un malambo con personalidad, donde los mineros desafiaron a los viñateros, pero resultaron perdedores.

El anfiteatro sancarlino quedó chico y la gente debió sentarse sobre el césped, cerca de los artistas. La puesta ofreció momentos muy emotivos. La alegría del asado de fin de cosecha, la oración a la Virgen de la Carrodilla con velas prendidas en todo el público y un provocador tango interpretado por una pareja y dos jinetes a caballos en medio del predio.

Como era de esperar en medio de los festejos por el bicentenario del Cruce de Los Andes, hubo un apartado especial para San Martín y el "acuerdo" realizado con los indios del lugar. Pero también se recuperaron historias locales, como la caída del avión del francés Henry Guillaumet, la de las  ánimas del Paramillo y la de la noche de Salamanca.

Polémica real

Ya en la madrugada del domingo, la rubia saliente Mariquena Rizzato, coronó a la nueva soberana sancarlina Romina Méndez Pattaro. "No puedo creer que vaya a representar a cada uno de ustedes, al trabajo que realizan", dijo visiblemente emocionada la pareditana.

Minutos antes, quedó en evidencia cierto desplante que le hicieron las demás candidatas, quienes se centraron a saludar a la virreina Marianela Flores Peralta. Lo que no se sabe es si esta actitud estuvo relacionado con otra controversia anterior.

Sucede que quien resultó virreina -la candidata por Soeva- se sacó una foto por demás polémica para promocionarse en las pantallas esa noche. No pasó desapercibido el parecido con la famosa fotografía que se tomara Nuri Donantuonni con un pañuelo turquesa en la cabeza.

Esto, al parecer, molestó a los pareditanos, incluida su soberana.

Pero también trajo complicaciones a los técnicos. Pues, justo cuando el locutor Ricardo Mur hacía una emotiva referencia, señalando que la bella Nuri estaba en la única estrella que brillaba en la noche, apareció la imagen de Marianela Flores Peralta en las pantallas y muchos en el público aplaudieron creyendo que era un homenaje a Nuri.

Enseguida, los técnicos apagaron las computadoras y dejaron las pantallas en cero.

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