Rubén Bresso: “La universidad privada brinda posibilidades al trabajador que estudia”

El rector de la Universidad de Congreso asegura que a los alumnos “no se les regala nada” y que tienen que hacer el mismo esfuerzo que en una pública. Los desafíos de la educación superior.

La mañana tiene ocupado a Rubén Bresso, rector de la Universidad de Congreso desde octubre del año pasado. El hombre recorre las instalaciones para cumplir con su larga lista de tareas. Pero cuando llega la hora de la entrevista, en el marco del Ciclo de Encuentros que organiza Los Andes, deja todas sus tareas pendientes y se sienta tranquilo en su despacho. Convencido de que la universidad privada dio respuesta a un nicho que dejó vacío la pública, desmitifica el hecho de que por pagar una cuota los alumnos tengan un camino más fácil a la hora de recibirse.

-¿Cuál es el rol de la universidad privada en el contexto actual?

-La educación es pública, sea de gestión privada o de gestión estatal. Pero el gran aporte de la universidad privada es que brinda posibilidades al trabajador que estudia: que se pague los estudios y acceda a una profesión, lo que devuelve la esperanza al ser humano. En definitiva creo que dio respuesta a un nicho y un sector que la educación pública no daba.

-En el caso de la universidad que dirige ¿cuántos estudiantes trabajan?

-Aproximadamente el 75% de la población estudiantil trabaja y se paga sus estudios. Por esa razón tenemos a veces colapsado el turno vespertino.

-¿Siguen existiendo los prejuicios en torno a la formación privada?

-Acá no se regala nada. El chico que viene tiene que hacer el mismo esfuerzo que el que va a la universidad pública: estudiar. Hay gente que no estudia y no se recibe, igual que en todos lados. Actualmente estoy haciendo una evaluación de dónde están mis egresados y he comprobado que no los han estigmatizado porque salieron de una universidad privada. En definitiva, la institución adquiere prestigio en función del desempeño de sus egresados.

-¿Cuál considera la principal problemática de la universidad en general?

-Creo que tiene una tasa de egreso muy bajo. Tenemos que hacer un esfuerzo para revertir eso. Nosotros estamos dentro de la tasa del 25% que es el promedio nacional. En nuestro caso la terminalidad está dentro de los plazos establecidos, pero los alumnos se quedan en el último esfuerzo que es defender la tesis. A partir de eso, nuestra universidad empezó a buscar a aquellos chicos que estaban en condiciones de tesis para que lograran recibirse.

-¿Cómo se adapta la universidad a las nuevas tecnologías?

-La universidad, como formadora de profesionales, no es ajena a los cambios que se vienen. Pero uno tiene que desarrollarse en base a un presupuesto y la educación privada no tiene ningún sostenimiento del Estado.

Muchas veces las necesidades son más que los recursos, lo que nos atrasa en este sentido, que no implica que no estemos detrás del cambio.

-¿En qué aspectos se busca cambiar?

-Estamos trabajando en la reformulación de los planes de estudio. Existen mecanismos que nos permiten cambiar constantemente los planes de estudio y a su vez dar capacitación a los que ya están egresados. Una vez que se van hay actividad de extensión, seminarios, diplomaturas, especializaciones para actualizar los contenidos.

-¿Cuáles son las carreras más buscadas?

-Creo que como en otras universidades son Psicología y Abogacía. También hay una muy demandada que me causa mucha alegría, que es Ciencias de la Educación.

-¿Hay una proyección de nuevas carreras?

-Sí, pero para seguir con las normas de la universidad no las ofrecemos hasta que tengamos la resolución ministerial correspondiente. De todas maneras podemos adelantar que son en el área de la salud, en lo que hace a la tercera edad, que es una gran necesidad. También en inclusión social y en el área de ingeniería en lo que hace a energía sustentable y renovable.

-Como ingeniero, ¿considera que faltan más estudiantes que sigan esta carrera?

-Sí, hoy se nota un faltante. Creo que hay muchos chicos que serían excelentes ingenieros, pero que no siguen la carrera porque tienen un trauma con las materias básicas aplicadas como la física, química y matemática.

Así, de alguna manera desperdiciamos a esos chicos que terminan siguiendo una carrera humanística. Es un problema que tenemos que revertir nosotros, evolucionar en el sistema de transmisión de conocimientos; que los profesores no vean al alumno como un competidor sino como un futuro profesional. No todos son así pero a veces vuelven difícil algo que debería ser fácil.

-¿Cómo es la relación con las otras universidades?

-Hoy todas las universidades estamos unidas en pos de mejorar la calidad de educación. Una vez por mes los rectores nos juntamos para dialogar sobre temas específicos. La preocupación actual es cómo sacamos a Argentina del estado actual, cómo mejoramos el tema educativo con nuestro humilde aporte. Lo importante es que hacemos proyectos conjuntos; no competimos sino que trabajamos para dar respuestas al medio.
Motivación personal

-¿Cómo llegó a convertirse en rector?

-Ésta fue la primera elección de un rector, como dice el estatuto en esta universidad. El Consejo Académico me propuso en una terna; nos pidieron un proyecto de universidad a los tres; se elevó a la Fundación Posgrado de Congreso y me eligieron a mí.

-¿Cuáles son los desafíos de la gestión?

-Mi idea es tratar de involucrar más en el proceso directivo al alumnado y al claustro académicos. Quiero una universidad diseñada entre todos, no un capricho mío. Por primera vez se nombraron a decanos de facultades, así que tengo todo un desafío y un cargo que dura sólo tres años.

Perfil

Rubén Bresso nació en Entre Ríos y se recibió de Ingeniero en Automotores.

Es magíster en Gestión de Organizaciones Públicas por la Universidad Nacional de Cuyo, realizó un Posgrado de Ingeniería en Calidad en la Universidad Tecnológica Nacional y se especializó en Gestión de Calidad Total y Reingeniería en la Educación Superior en la Universidad Católica de Honduras. También tiene una Diplomatura en Gestión de Calidad Total en la misma universidad.

Se ha desempeñado como profesor y fue rector de la Universidad Champagnat entre 2001 y 2004.

Está casado desde hace 42 años, tiene tres hijos y tres nietos.

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