Rompiendo el molde: 60 hombres se le animan a un curso de costura en Mendoza

Aunque se acercan con timidez al aula que los capacitará en un oficio, al poco tiempo la pierden, pasadas las presentaciones de rigor. Hay aproximadamente 20 hombres en el salón de largos tablones blancos, dispuestos a aprender a coser.

Se trata de "Rompiendo Moldes: taller de costura básica para varones", un curso que se empezó a dictar el martes pasado en las Aulas para el Tiempo Libre de la UNCuyo  y que consta de ocho clases teórico-prácticas en las que los alumnos aprenden nociones básicas de confección de prendas, puntadas y sus utilidades; diferentes tipos de botones, broches y ojales, entre otros contenidos. Además, pueden realizar sus propios arreglos en clase, con la asistencia de la profesora, Liliana Simón.

Por otra parte, entre sus objetivos el curso pretende hacer reflexionar a los alumnos sobre las desigualdades existentes en algunas labores que se encuentran predestinadas a mujeres, como así también otras a varones.
Ricardo, de 37 años, hace dos que inició un microemprendimiento de sublimación y serigrafía: "Con mi esposa realizamos camisetas para escuelas de fútbol y está bueno poder sumar una habilidad más para este trabajo.

Me parecen bien este tipo de cursos; si bien antes me había averiguado con anterioridad, esta vez, ni bien salió la oportunidad, me sumé”.

“No siento nada de vergüenza porque no tendría que ser nada raro”, agrega Ricardo. Dice que la primera clase le sirvió para llevarse conocimientos básicos, de los que “no tenía idea”, y nociones didácticas que le servirán para su labor cotidiana.

Romper estereotipos

Leandro Montbrun y Laura González, coordinador y asistente de las aulas respectivamente, se mostraron sorprendidos por la cantidad de inscriptos para realizar este curso y otros destinados al sexo opuesto. Según contaron, son 60 los varones divididos en dos comisiones quienes están realizando esta capacitación.

“La idea es romper con los roles estereotipados y dar especificidad a lo que se aprende. Los talleres nacen con la idea de romper cuestiones impuestas que seguimos replicando en distintos ámbitos. Ahora ya estamos pensando en armar un curso de tejido para hombres y de albañilería para mujeres”, dijo el primero.

A simple vista, puede notarse que la convocatoria es amplia en cuanto a las edades, ya que hay chicos jóvenes de 18 años y adultos que rondan los 50. Miguel Ángel, por ejemplo, tiene 52 años y contó que es docente de escuela primaria y secundaria, y que se anotó en el curso porque le llamó la atención: “Si bien algo de experiencia tengo, quería aprender a hacer algunas cosas bien”.

Otro caso es el de Patricio, estudiante de medicina, quien contó que le interesa adquirir herramientas para hacer arreglos en caso de necesitarlo y también poder confeccionarse una camisa o una prenda similar. Heber, en tanto, se anotó porque siempre le gustó coser y, cuando era más chico, hacía bolsos y los regalaba.

“Nuestra proyección es poder territorializar el año que viene estas propuestas llevando los cursos a los barrios y los departamentos. La idea es, por ejemplo, capacitar a un grupo de mujeres intensivamente en un oficio”, remarcó Montbrun.

Agregó que siempre el objetivo es impulsar y promocionar estos cursos para “desmitificar y deconstruir las tareas u oficios impuestos socialmente a cada género, lo que hace que crezcan las desigualdades”.

Hilo y aguja

Para participar de este taller los asistentes deben llevar papel, regla, lápiz y lapicera. Además, hilo de color, aguja, tijera y tela blanca. Una vez que la profesora brinda algunos conceptos básicos e introductorios, ponen manos a la obra, extendiendo trozos de tela sobre los mesones.

Como se dijo, en el curso aprenderán sobre tipos de telas e hilos, clases de agujas, disposición de telas al momento de la confección para tener en cuenta al realizar un arreglo o modificación de la prenda. También sobre punto marca, punto hilván, sulfilado, puntada invisible, puntada atrás, punto cruzado, sobre costura y puntada francesa. Además, revisarán las diferentes opciones en cuanto a botones, broches y ojales: botones de dos y cuatro agujeros, broches de presión, macho-hembra, presillas y ojales.

“Cuando me dijeron de la propuesta me pareció buenísimo. Pero me di cuenta que voy a tener que empezar desde cero con las explicaciones porque con la primera práctica noté que algunos no sabían ni hacer un nudo al hilo”, reconoció la profesora, entusiasmada por el desafío.

Por último, señaló que si el curso avanza a buen ritmo, está analizando la posibilidad de ver algo de confección más avanzado y la manera en que los participantes asimilan los temas para que, pasadas las ocho clases, puedan trabajar bien cuestiones básicas del manejo de las telas.

La mecánica también   es cosa de mujeres

Leandro Montbrun explicó que también llevan adelante un taller de electricidad para mujeres que tiene 300 inscriptas, aunque sólo pudieron participar 30 de ellas en tres comisiones distintas. Ya está arrancando la cuarta.

Además, unas 20 mujeres están aprendiendo, en otro, taller mecánico de autos y motos.

En el caso de la electricidad, aprenden normas de seguridad, circuitos de iluminación, protecciones e instrumental específico. En el caso de mecánica, quienes finalicen el cursado adquieren la certificación oficial que las habilita para trabajar en talleres mecánicos.

Apoyo

De qué se trata. "Rompiendo Moldes: taller de costura básica para varones" es organizado por el área de Integración Comunitaria, de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNCuyo.

Precio. Cuesta 100 pesos, son 8 clases y pertenece al ciclo de cursos "Deconstruyendo Roles".

Lugar. Aulas para el Tiempo Libre (Paso de Los Andes 640, Ciudad de Mendoza).

Más información. Los interesados pueden escribir a integracioncomunitariauncu@gmail.com