Roberto Martínez: instantáneas de la vida del primer periodista que conoció a Messi

Es mendocino. Acaba de llegar de Rusia, donde trabajó en la previa del Mundial. Su relación con Leo y su padre, ídolo en el fútbol español.

Roberto Martínez llegó al mundo en una tierra que, con los años, amaría desde lejos. Mendoza fue su cuna casi por casualidad: nació en la provincia mientras su padre, futbolista, era goleador de Huracán Las Heras. Al poco tiempo recorrerían juntos el país y el mundo. Primero Unión de Santa Fe y luego Banfield, en Argentina; más tarde Espanyol –allí es ídolo y una de las puertas de ingreso al estadio lleva su nombre– y Real Madrid (España). El fútbol, siempre en el medio, sería el eje por donde su vida pasaría siempre.

En el periodismo se inició a los 19 años, desempeñándose como corresponsal del diario catalán Mundo Deportivo. Su destino cambió con el pase de un futbolista: Javier Saviola fue vendido desde River hacia el Barcelona y, a sólo tres días del arribo del Conejito a España, Roberto ya estaría instalado en la sede central del diario donde había comenzado su carrera.

La literatura –también clave en su vida– llegó en el momento en que decidió investigar sobre todos y cada uno de los futbolistas argentinos que habían jugado en el Blaugrana. Así nació "Barçargentinos", la obra literaria hecha libro más completa que existe sobre aquella temática.

Ahora trabaja en su próximo proyecto literario: contar sus experiencias vividas en Rusia, próxima sede del Mundial, a donde viajó hace pocos días.

El periodismo argentino

“En los medios de comunicación se ha perdido lo realmente importante, lo valorable. Se hace una bajada de línea desde los programa con más ráting y cuando los chicos que se están formando ven éso, se agarran de esa cuerda, pero es un error. Lo único que uno puede hacer desde su lugar es intentar hacer ver que ése no es el camino”.

"Cuando uno se prepara debe saber que es esto lo que te gusta, ir contra cualquier dificultad. Nunca hay que bajar los brazos. Hay que ir detrás de un sueño. Se me vienen a la mente Fabián Galdi y Ariel Scher, ellos acompañan mucho a los chicos".

El primer encuentro con Leo

“Conocí a Leo Messi en el 2002. Me invitaron a ver un partido de inferiores del Barcelona y ese día ganaron 12 a 1. A ese equipo le decían el “Dream Team”; jugaban Gerard Piqué, Césc Fábregas y Víctor Vázquez (decían que iba a ser mejor que Messi). Era un festival.

Eran los ‘Globetrotters’. Leo agarraba la pelota en su área y llegaba a hacer el gol. Hacía lo mismo que hace ahora, pero siendo chico”.

La anécdota que se transformó en realidad

Después de ese primer partido ante la vista de Roberto, compartieron el auto en el viaje de regreso a Barcelona. Iban acompañados por Jorge (padre de Leo) y dos personas más. Uno de ellos alzó la voz, exaltado por lo que acababa de presenciar, y lanzó la premonición que, con el tiempo, se transformaría en alegría para el pueblo argentino: ‘¿Qué Maradona? ¡Messi! ¡Messi es el más grande de todos los tiempos! ¡Ya lo van a ver!’.

El nuevo Messi en la Selección

“Sampaoli le está buscando socios, gente para tocar. Lo que veo es que vamos a dejar de ver al delantero explosivo; él está mutando a un rol parecido a Xavi. Yo creo que va a empezar a partir desde la mitad de la cancha. Es ahí donde tiene que encontrar socios para sacar la pelota limpia y jugar con los delanteros. Ya no es aquél Messi que, incluso en Brasil 2014, estaba destinado a agarrar la pelota cuarenta metros atrás y correr para intentar finalizar. Sampaoli sabe lo que necesita él. Leo se conoce y sabe lo que necesita su cuerpo. La evolución ahora está en tratar de jugar él para el equipo”.

En pleno diálogo con Antonella Arcangeletti y Emanuel Maza, en la EPD.

José Luis Gómez, el nuevo aliado de Messi en la Selección

“José Luis Gómez puede asociarse muy bien con Messi, para eso Sampaoli tiene que alimentarle la confianza que le está dando inicialmente. Tiene todas las condiciones para hacerlo. Tiene la jerarquía necesaria. Ojalá que salga bien de la lesión que ha tenido, es un pibe que tiene un condimento clave en el fútbol y en la vida: ha sufrido mucho. La gente no sabe pero su hijo, Benjamín, ha tenido cáncer, estuvo muy complicado y, además, ha tenido una vida sufrida y complicada; que el deportista haya sentido eso lo dota de un condimento extra. Si Sampaoli le sigue marcando esa confianza, va a crecer muchísimo. Me gusta mucho que haya llegado y que esté ahí, sentí una satisfacción personal porque es un buen chico”.

Política argentina

“Me apetece mucho entrar a la política, vincularme, me gustaría entrar en eso. Tengo mis opiniones, me parece fantástico, brillante, sensacional ver a millones de personas, sobre todo jóvenes, tomando partido, piensen lo que piensen: ese interés por aportar y vincularse, respetándose las formas y el debate, me encanta porque es ahí donde crece la sociedad, con gente comprometida. La única manera de modificar nuestra realidad es a través del voto, podés decir que no te importa la política pero en un momento vas a tener que estar informado para no arrepentirte después. Me gusta el despertar de la gente en Argentina, que cuando yo era chico no estaba. A la cancha de Arsenal -acto de CFK- fui solo, quería vivir la experiencia. No me la contaron. Yo lo vi. Había familias enteras, fue maravilloso”.

Movimiento independentista en Cataluña

“Hay cuestiones impositivas y políticas. Van a hacer un referéndum para ver si en Cataluña se quieren independizar, aunque eso no garantiza que lo vayan a hacer.En Barcelona se pagan tasas más caras que en otros lugares y la gente está cansada. Por el otro lado intentan prohibir que se haga esa votación y no hacen más que convencer a los escépticos; tienen que dejar que se haga, tranquilamente puede ganar el ‘no’”.

“La manera en que lo hacen es inobjetable: van con el diálogo. Empezó siendo un movimiento minoritario y hoy se ha extendido. Hay muchos argentinos metidos en busca de la independencia, por estar agradecidos a Cataluña por cómo los recibió después de la gran crisis en Argentina. Pero después, el resultado puede ser cualquiera”.

Clásicos: Camp Nou vs. Santiago Bernabéu

“El Madrid tiene una hinchada bastante complicada; se cae mucho en el insulto. En Barcelona no son de insultar; recuerdo una silbatina a Figo cuando fichó para el Real Madrid, cuando era ídolo en Barcelona. Pero en el Camp Nou es como ir al teatro Colón, si uno grita ‘burro’ ya el otro te miró mal. No se compara cómo se vive el fútbol en Argentina”.

Sociedad rusa en la previa del mundial

“En Rusia la sociedad está partida. Los más grandes son muy endogámicos, había ciudades en la que estaba prohibida la visita de gente del exterior hasta 1991. Han evolucionado, pero sigue habiendo un cierto recelo hacia el extranjero. No muchos hablan inglés. Si querés buscar información, tenés que buscar a alguien joven que te puede responder”.

“Es un país que necesita de un evento así para abrirse al mundo y dar un salto de globalización. Seis meses antes van a tener todo armado, los once estadios y toda la infraestructura; eso habla de una sociedad comprometida y con voluntad”.

¿Cómo ven al argentino en España?

“En España después del 2001 llegaron muchos y circulaba un chiste que decía “compra un argentino por lo que vale, y véndelo por lo que dice que vale”. Se cae simpático, somos gente abierta y entrañable; aunque algunos no hacen las cosas como deberían y eso juega en contra. Se valora mucho la competitividad del argentino, sus ganas de hacer las cosas bien y de crecer cuando se llega a un lugar nuevo”.

“Hay argentinos trabajando en medios de comunicación y en puestos del gobierno. Es valorado y tiene mucho que ver lo que se ve a nivel deportivo. El deporte es un reflejo de la sociedad y ves que, cuando traes a un argentino, suma en tu equipo. La sociedad entiende que eso también se puede importar en el día a día en otros roles”.

“A mí no me gustan los etiquetados, y la sociedad las pone como autoprotección, tiene mucho que ver con el prejuicio y a veces no tiene nada que ver con la realidad”.

Los contrastes de la educación

“Hice la primaria en España y la secundaria en Argentina. La educación es lo más importante; en mi época, no vi muchas diferencias entre una y otra. De grande, con mi familia vivíamos a 30 kilómetros de Barcelona y ahí la educación no tenía el mismo grado de calidad que en un lugar más central y tenía contenidos más locales; era muy diferente las formas de educar en el centro que en la periferia”.

“En cuanto al periodismo, la práctica es fundamental. Nadie te puede enseñar periodismo. Primero te tienen que nacer las ganas de sentir, de contar, de escribir, de comunicar. El docente te puede dar herramientas a partir de sus experiencias de vida, pero vos tenés que buscar las tuyas”.

“Estoy en contra del fanatismo por el resultado. Exacerbar eso es inocular la cultura de ‘el fin justifica los medios’ y no es así. Hay muchos pibes que dejan el fútbol porque los vuelven locos por los resultados”.

Una mirada en el aula que recorrió territorios dentro y fuera del fútbol.

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