Reconocimiento para un genio

Siempre me quedó la duda de los motivos que tuvo Bilardo para citar a un jugador como Bochini. Y no es que faltaran los número ‘10’ en los equipos del Narigón. En Estudiantes de inicios de los ‘80, Sabella, nuestro José Daniel Ponce y Trobbiani, jugaban juntos y de memoria.

En esta Selección, Borghi, Tapia, el propio Diego, y aquel Trobbiani, estaban antes que el propio Bocha. Sin embargo, la influencia de la prensa y la opinión pública (el Bocha venía de ganar todo con Independiente en 1984), habrán condicionado la decisión del entrenador.

Esos escasos minutos ante Bélgica no fueron suficientes. Nos quedó gusto a poco a los hinchas del Diablo. Fueron instantes que sonaron más a reconocimiento a una trayectoria plagada de éxitos que a necesidades estratégicas. No encajaba el Bocha en ese equipo. No era lo suyo la disciplina táctica que obligaba Bilardo.

Y sin embargo, allí estuvo. Uno de los cerebros más veloces para leer el juego, meter el pase en cortada, juntar marcas y desenredar el trámite, fue parte de la gesta. No influyó, no fue decisivo. Siempre me quedó la duda (hoy es gratitud), pero para mí fue el reconocimiento para un genio inigualable.