Un preso fugado de un penal de Río Negro, y con un historial de curiosas fugas, incluso vestido de mujer, fue recapturado anoche por la Policía mendocina en Las Heras. Lo acusan de haber participado de un asalto el último sábado y fue detenido con una potente pistola importada.
Pablo Daniel Morales Montenegro (40) fue arrestado anoche cerca de las 22 por efectivos de la División Búsqueda de Prófugos frente a la casa 11, ubicada en la manzana "A" del barrio Solares, de El Algarrobal. Los sabuesos tenían el dato de que estaba oculto en la casa 3 de esa manzana tras fugarse del penal 1 de Viedma, provincia de Río Negro.
El 8 de noviembre del año pasado, Morales dejó su celda en el penal patagónico y ganó la calle junto a otros tres internos a través de un túnel trazado de manera artesanal.
Anoche, cuando los pesquisas que desde hacía unas horas habían montado vigilancia en esa barriada lo vieron salir, lo dejaron caminar unos 40 metros y allí se abalanzaron sobre él para capturarlo.
Morales se resistió al arresto e intentó escapar corriendo. Afortunadamente para los policías y penitenciarios que lo buscaban, el delincuente no alcanzó a sacar una pistola calibre 32 marca Retolaza que llevaba en una riñonera, al alcance de sus manos, según explicaron fuentes ligadas a la investigación. Se trata de un arma automática importada y de gran poder de fuego que en su cargador tenía dos proyectiles.
Cuando los efectivos que lo detuvieron notificaron el arresto por la radiofrecuencia, la base de datos policial arrojó que el sujeto era buscado desde el sábado último, acusado de cometer un asalto a una rotisería y dejar abandonado un auto para cubrir su escape. El sospechoso llevaba la misma ropa que vestía anoche cuando habría cometido el atraco.
De momento, quedó alojado en los calabozos de la comisaría 56 de El Algarrobal.
Un historial de fugas
Pablo Morales carga en sus espaldas con varias fugas de cárceles argentinas. Tanto en Mendoza como en Río Negro utilizó el mismo método: disfrazarse de mujer para intentar despistar a los guardiacárceles.
El domingo 7 de septiembre de 2014 Morales Montenegro aprovechó el horario de visitas para vestirse como una mujer. Usó maquillaje, bijouterie y se puso una peluca para evadir los controles penitenciarios del complejo San Felipe, donde había sido alojado 20 días antes tras ser arrestado en Lavalle por un caso de encubrimiento agravado.
Ese día, Morales logró pasar el primer control de flujo de personal. El penitenciario que estaba apostado allí observó algo raro pero no detuvo a la “llamativa” mujer. Al llegar al siguiente control, se verificó que no se trataba de era un visitante sino de un interno.
En octubre de 2006 Morales también escapó de la Unidad Penal 5 de Río Negro. Allí estaba detenido por falsificación y purgaba una pena de 7 años.
"Tiene un historial de entre 6 y 8 fugas de distintos penales, sobre todo en el Sur. Incluso de Río Negro también escapó una vez vestido de mujer", confió a Los Andes un pesquisa ligado a la causa.