Quieren hacer un festival para que no les roben más

Cansados de los atracos, comerciantes de San Juan y Garibaldi propusieron a la Policía hacer un festival artístico y cobrar entrada para comprar una cámara de seguridad. “Hay robos a toda hora”, se quejan.

"Acá te roban o asaltan a cualquier hora y la policía no hace nada"; palabras más palabras menos fue el reclamo que la noche del miércoles convocó a casi un centenar de vecinos y comerciantes de las calles San Juan y Garibaldi, a 100 metros del "corazón" turístico de la ciudad.

De la convocatoria, después de más de un centenar de robos cometidos en la zona a lo largo de los últimos meses, también participaron autoridades de Seguridad y los jefes policiales del CEO y de la Comisaría 3, donde también funciona la Oficina Fiscal 1, sobre calle Rioja y a menos de 200 metros de la desprotegida zona.

Después de la reunión y durante una recorrida por esas calles, se fueron sumando testimonios que hablan de asaltos a mano armada.

Como el sufrido por María, de una Ortopedia de calle San Juan, a quien "visitaron" en tres oportunidades; en la mañana, a la tarde y, la última, a la nochecita.

"En uno de los casos el sujeto, después de preguntar por unas muletas, sacó un arma de una bolsita de cartón y me apunto al estómago".

El resto es imaginable, el ladrón se llevó el dinero y salió caminando, mientras la víctima terminó encerrada y dando gracias por que no la golpearon o le dispararon.

Diferente fue la situación vivida por Emiliano, dueño de una joyería en la misma calle. "Fue en la tarde cuando apareció un tipo y desde la puerta me apuntó con un arma al momento que me dijo: 'dame la plata o te mato'", pero el hombre se resistió y no le dio nada. El ladrón dudó y escapó y "yo muerto de miedo cerré la puerta", explicó a este diario.

A la dueña de una ortopedia  de calle San Juan le robaron a la mañana, a la tarde y a la noche: "Dos veces con armas", dijo.

Otras calles

Sobre Garibaldi, pasando San Juan, lo único que cambia es la escenografía, porque los robos se repiten. Algunos utilizando el tradicional método "Rififí", es decir, después de romper el techo, dejarse caer al interior y sacar todo lo posible. Sin embargo hubo un caso en un quiosco que terminó distinto cuando el ladrón se cayó y fue detenido dentro del local. Era menor y a las horas se lo vio pasar por las mismas calles.

También hubo intentos en varios edificios de la zona, pero que felizmente, al decir de los ocupantes, no se concretaron.

Otra víctima fue Roberto, dueño de un maxiquiosco al 1070 de la calle San Juan, que el pasado 13, sin ser martes, tuvo un mal día.

Ladrones rompieron una malla metálica para llevarse jabones, pañuelos descartables y toallitas femeninas. "Sin embargo el daño, como dice el refrán, me salió más caro el collar que el perro. Reparar la reja me costó más de 10 mil pesos". Este es el segundo robo; el primero fue en enero, cuando entraron y se llevaron "de todo, pero principalmente bebidas fuertes".

Lo prometido

De la charla con los entrevistados, todos partícipes de la reunión con las autoridades, se desprende que "hubo promesas por parte de las autoridades" para poner más vigilancia, posiblemente "con un puesto fijo en la misma esquina".

Sin embargo, el reclamo fue más allá: comerciantes y vecinos pidieron cámaras de seguridad y ante el alto costo de los aparatos ofrecieron hacer "un festival artístico en la esquina, cobrar entrada" y así colaborar con lo recaudado. Propuesta que, por ahora, no fue aceptada por las autoridades.

Al final sólo se repitió una frase: "Queremos seguridad, ni más ni menos".

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