Quedarse en casa: de lo saludable a lo peligroso

Son dos versiones muy opuestas por las que las personas terminan por elegir la casa como "su sitio" para anidar. Sin embargo, mientras al 'nesting' lo empuja un motivo saludable, al 'cocooning', las fobias y los temores. Aquí, una guía sobre estas nuevas

Allá afuera el mundo parece "acechar": corridas, urgencias, más de un trabajo por persona, peleas, gritos, bocinazos, responsabilidades...

Todo unido como en un pequeño reservorio al que diariamente nos vemos expuestos, con la historia personal de cada quien a cuestas. Un combo que parece impulsar nuevas tendencias que, por razones diferentes, nos llevan al hogar como centro de la escena.

Y allí aparece "la casa". Ese sitio grande, pequeño o chico que tiene nuestras huellas, aromas, estéticas y recuerdos; que la hacen única, como si se tratara de un nido al que todos necesitamos regresar para disfrutar, para preservarnos del trajín diario, la mala onda, la violencia, incluso de aquello que disfrutamos pero, como dice el dicho: "Siempre es bueno volver a casa".

Desde hace un tiempo pueden verse dos tendencias parecidas pero muy diferentes en sus causas, por las que las personas deciden pasar la mayor cantidad de tiempo posible en casa. Una es el "nesting", mientras que la otra alude al denominado "cocooning" ¿De qué se trata cada una ?

Respecto al denominado "nesting" y, como detallan desde la Asociación Argentina de Counselors (o consultores psicológicos): "En los últimos tiempos volvió la moda que se hizo famosa en los '90, y que invitaba a permanecer en casa y a utilizar el hogar como refugio de la vorágine del exterior. Hoy este concepto se retoma bajo el nombre de 'nesting' (por anidar, o nidificar). Desde el Counseling nos interesamos en este tema porque consideramos que es muy importante elegir pasar más tiempo en un lugar que consideramos seguro y confortable. Balancear la vida social con la privada, encontrar placer y refugio en nuestro hogar, regenera y aporta equilibrio a nuestras  emociones".

"Muchas personas, en la búsqueda de tranquilidad o de espacios más grandes habitacionales, viven a gran distancia de los centros urbanos..."

Sobre este tema, Alejandro Corbalán, director de la Asociación Argentina de Counselors explica: "Casa no es lo mismo que hogar. El hogar es ese lugar privado y personalísimo que sirve de refugio y lugar donde atendemos, de manera regular, nuestras necesidades básicas como comer, beber, dormir, etc. La personalización de un espacio de vivienda mediante el mobiliario, la decoración y la guarda de objetos especiales para los convivientes es lo que marca la diferencia que hace que una casa se sienta como un hogar".

Por su lado, el psicólogo mendocino Mario Lamagrande explica: “En el contexto del 'nesting' hay que entender que muchos de estos procesos van de la mano de lo que pone en valor el sistema de consumo”. De ahí que no ve un peligro en la actividad del consumidor de quedarse en casa sino que lo entiende como una oportunidad. Una persona puede desde ordenar comida, hasta un producto electrodoméstico, sin contar con la posibilidad de recibir incluso servicios, como por ejemplo atención psicoterapéutica. “De ahí que esto del 'nesting' o el anidar, sea entender los cambios del consumidor, algo ya visto con el fenómeno del 'cocooning' en los años 80".

- ¿Qué lo genera?

- Tengamos en cuenta también que muchas personas, en la búsqueda de tranquilidad o de espacios más grandes habitacionales, viven a gran distancia de los centros urbanos; provocando que el hecho de salir sea costoso, tanto en lo económico como en lo psicofísico. De ahí es que se piensa que tener actividades en casa sean opciones más que tentadoras. Se suman además un universo de opciones y causas, como contar con un gran televisor (para los que lo tienen), sistemas de sonido, parlantes inalámbricos, aplicaciones en el celular para seguir las letras del karaoke, el aprendizaje de nuevas recetas, nuevas bebidas, el temor a salir de noche o el clima (entre muchos otros factores). Todos ellos hacen que uno apueste a pensar en el pochoclo en casa, dando valor a lo íntimo; que incluso es publicado en tiempo real y compartido en las redes sociales", detalló Lamagrande.

Por su lado la psiquiatra Gabriela Prats opinó: "Hay que hacer la diferencia entre la voluntad de un sujeto de aislarse, de aquél que elige quedarse en casa. El nesting es casi como trasladar las relaciones sociales dentro de tu hogar; incluso es una tendencia que va más allá de todas las edades".

- ¿Hoy hay en este acto una búsqueda de sana calma?

- Prats: Sí, porque se corre todo el tiempo en esta sociedad, no sólo por tener más de un trabajo sino por la búsqueda de ese espacio en donde la persona se conecta. A esto se suma toda una tendencia de bajar situaciones de estrés y apostar a la vida sana. Los que consultan es porque son personas que se aíslan: por depresión o por algún trastorno de comportamiento.

- ¿Ves como algo positivo al "nesting"?

- Prats: Sí, porque aún en los lugares de recreación o disfrute, se trata de sitios regidos por ciertas normas: horarios, gente, colas eternas para entrar al cine. En fin: mil veces se prefiere una película en casa, hacer los pochoclos nosotros y disfrutar del ambiente hogareño, y no de sitios en los que se deben cumplir pautas de todo tipo. Vivir de esta manera el hogar no es patológico sino que es algo que la persona experimenta desde la salubridad. Además cuida a la economía familiar porque abarata costos.

Cada cosa (y casa) por su nombre

Como explica Lamagrande, el "'cocooning' fue el primer paso en lo que hoy conocemos como 'nesting'. Viene del inglés 'cocoon', que significa "capullo" o "crisálida". Se refiere a la tendencia de los norteamericanos que en 1986 comenzaron a retraerse, rechazando el contacto social, dedicando dinero para el ocio y reformando sus casas y diversiones en la vivienda con esos fines. La casa era un refugio en el que ya estaban las videocaseteras, mientras que el cine iba perdiendo su lugar".

- ¿Cómo se ayuda a las personas que padecen 'cocooning' a enfrentar el mundo exterior por algún trastorno?

- Lamagrande: Sacando la idea de que el afuera es peligroso y de que no hay nada nuevo por descubrir. El afuera tiene su encanto, es el paso necesario para entender la libertad. Esto es un trabajo necesario para aquellos que disfrutan de las redes sociales, ya que en el afuera está la materia prima de lo que luego procesamos adentro.

- ¿Cuándo esta práctica se vuelve patológica?

- Lamagrande: Cuando la persona deja de disfrutar y su hogar se vuelve el lugar seguro. Hay personas que han perdido el contacto con el afuera y hace años que no salen. De hecho la atención terapéutica se dirige a permitirle tener nuevamente vías de acceso con lo cotidiano. Hay que aprender a alternar y mejorar la calidad de vida.

- ¿Cómo se logra estar bien, tanto en casa como fuera de ella, sea por nesting o cocooning?

- Lamagrande: Un antiguo dicho chino dice que si el método correcto es usado por el hombre erróneo, el método correcto funciona erróneamente. El secreto no está en el método sino en cómo cada uno aprende a relacionarse tanto con uno como con el afuera. Necesitamos pasar más tiempo con nosotros y con los otros. Lo que pasa es que vivimos en una realidad en la que muchas cosas interfieren y nos quitan nuestra atención. Necesitamos de disciplina para hacer un cambio. Es una época de aprendizajes a fin de no quedar a merced sólo de las modas.

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