Más de la mitad de los quioscos transgrede la ley de control del tabaco

Un relevamiento realizado en algunas provincias concluyó que las publicidades de las tabacaleras en los quioscos suelen infringir la Ley Nacional de Control del Tabaco.

Los exhibidores de gran tamaño, iluminados y fácilmente visibles desde la vereda, son la principal transgresión, mientras que en general se trata de grandes dimensiones, a tal punto que suelen ocupar el mayor espacio dentro de los locales.

La Fundación Interamericana del Corazón - Argentina (FIC) que realizó el abordaje, constató que en general el porcentaje de incumplimiento en Mendoza alcanza el 58,80%. Sin embargo, es inferior al del resto de las jurisdicciones, cuyo máximo lo obtuvo CABA con 77,5%.

La legislación especifica que está prohibido realizar publicidad de este tipo de producto pero, al mismo tiempo, determina ciertas excepciones como un tamaño máximo de 30 x 30 cm o que no se vea desde el exterior del local.

Más en detalle,  en cuanto a los indicadores de incumplimiento, en Mendoza 44,4% tenía estanterías de cigarrillos con avisos vistos desde el exterior; 51% exhibían avisos que superan lo permitido por la ley; 37,8% tenía avisos con efectos luminosos y 48,9% mostraba avisos visibles desde el exterior del punto de venta, todos aspectos que no están avalados por la norma.

La mayoría de los negocios locales presentan grandes mobiliarios sobre las cajas que pertenecen a una marca en particular y exhiben varios paquetes.

El informe detalla que, en general, “se observó que en 96% de los mismos hay estanterías ubicadas cerca de la caja; en 85% de los casos, las estanterías resultan visibles desde el exterior del quiosco y en 72% de los casos se encontraron estanterías con avisos de publicidad de cigarrillos”.

Sin embargo, el estudio señala otros aspectos menos usuales en Mendoza, como el uso de ciertos implementos para apoyar la mercadería con publicidad de alguna marca y que se encuentra a la altura de la vista de los niños o paquetes de cigarrillos grandes que se usan de manera decorativa.

Se señala también que 72% de los quioscos relevados tiene al menos un aviso publicitario en el interior del local. Las marcas de mayor presencia en ellos son Marlboro y Lucky Strike con el 36,8% y 24% de los avisos respectivamente. Le siguen Camel con el 14,7%; 11,4% corresponde a Pall Mall y 9,7% a Philip Morris.

Como contrapartida, la mayoría cumple con la exhibición de la advertencia sanitaria con pictograma como es el caso de la imagen de los pulmones llenos de colillas.

En el informe se aclara que no se consideró violatoria la presencia de estanterías que exhiben los productos de tabaco para la venta -lo cual es bastante habitual en Mendoza, sobre todo en los negocios del centro- ya que la ley no lo prohíbe.

“En líneas generales se observa que la industria tabacalera no ha adecuado la estrategia de marketing en el punto de venta para dar cumplimiento al nuevo marco regulatorio que establece la Ley Nacional de Control de Tabaco Nº 26.687 y su reglamento y en la mayoría de los puntos de venta (en 73,7%) se observan francas violaciones de dicha norma, cuyo reglamento ya tenía entre 3 y 9 meses de entrada en vigencia al momento de la realización de la presente investigación”, se concluye.

Sin control

El meollo del asunto es la falta de control sobre el tema.

Los comerciantes consultados aseguraron no recibir inspecciones sino que confían en el argumento de las empresas que cuando proveen las cigarreras sostienen que cumplen con la normativa.

Por otra parte, algunos aseguraron no tener detalles de las normas vigentes al respecto e incluso no estar seguros de si se están aplicando en la actualidad.

“Ellos mismos las retiran inmediatamente cuando hay algún cambio o posible infracción porque, si no, son sancionados por sus  propios supervisores cuando se los envían de Buenos Aires”, contó Guido, uno de los quiosqueros consultados.

Raúl, propietario de varios negocios, explicó que la publicidad la maneja la compañía pero, en general, sólo tienen la cigarrera y “no se exhibe en la vía pública”, aclaró.

Por otra parte,  negaron que  se reciba una contraprestación por colocar más publicidad. Entre las alternativas en el estudio se mencionan la exhibición de paquetes de cigarrillos o la colocación de un envase gigante con fines decorativos para obtener más visibilidad.

Desde las diferentes instancias del gobierno vinculadas al tema, se confirmó que efectivamente no se cuenta con inspectores suficientes para este control específico.

Laura Villavicencio, titular del Programa Provincial de Lucha contra el Tabaquismo, señaló que les compete la certificación pero no la fiscalización, la que corresponde a la Dirección de Nutrición e Higiene de la Alimentación.

“Esta debilidad es una falencia que ocurre en todo el país y que surge en las reuniones que se realizan a nivel nacional”, sostuvo. Destacó que la ley se está cumpliendo a nivel social y a ello se atribuye la disminución en la cantidad de fumadores, “pero no hay poder de control”, enfatizó.

Pese a que se ha logrado generar mayor conciencia, puede revertirse; por eso, el control de la publicidad, la venta a menores y de cigarrillos sueltos es muy importante y son los objetivos para este año.

En este sentido mencionó que cuatro municipios declarados como libres de humo, están en condiciones de apelar a sus propios inspectores y que se pretende hacer otro tanto con el resto.

En tanto, Alejandra Moor, quien tiene a cargo la dirección mencionada, dijo que saben que no se está cumpliendo con la ley. Indicó que tienen una “capacidad operativa limitada” por lo que actúan si se trata de un sitio puntual, pero no se realizan operativos.

“Como la ley es muy amplia, nos hemos enfocado más en los lugares donde se fuma dentro que tiene mayor impacto en la salud”, en referencia a los boliches o restaurantes. De todas formas, se puede actuar en caso de denuncias para lo cual ofreció el teléfono gratuito 0800 8000 822226 que funciona todo el año.

Qué dice la norma