Pronostican vendimia similar a la 2015, pese a las contingencias

Hay algo más de 24 millones de quintales por cosechar. Peligro por focos de peronospora. Necesidad de racionalizar el riego.

Una vendimia con retraso madurativo a raíz de una primavera fresca y húmeda, y afectada tempranamente por enfermedades criptogámicas debido a las frecuentes lluvias y algunas granizadas muestra la primera foto del ciclo 2016 que el INV difundió ayer.

Una foto que, aunque sin cifras al menos públicamente, ya permite prever que, si la cosecha comenzara hoy, habría unos 24 millones de quintales de uva por recoger, dato clave para las decisiones de política vitivinícola en suspenso.

“Todo permite estimar una cosecha similar a la de 2015”, señala el pronóstico tal cómo  se presentó a las entidades vitivinícolas, sin números develados al menos públicamente. Es el saldo del primer relevamiento a campo hasta el 21 de diciembre, algo inferior a los 26,5 millones que finalmente llegaron a las bodegas este año.

El próximo ajuste con las cifras “blanqueadas” se conocerá en febrero. De acuerdo a la gerente de Fiscalización del INV, Claudia Quini, todo indica que “estará por debajo del promedio histórico, que ronda 26 millones de quintales, con 10% en más o en menos”.

La detección de focos de peronospora es el denominador común en la mayoría de los oasis que resalta el informe preliminar. Un factor que, de acuerdo a los técnicos, incidirá en el rendimiento de los racimos y por ende en el pronóstico cuantitativo que el INV debe elaborar en febrero de 2016.

“Incidió el factor climático y también el biológico, en la concurrencia de hechos inusuales para los últimos treinta años: una primavera extendida de temperaturas bajas, con lluvia y granizo. Todo hizo que se retrasara la maduración al menos tres semanas. El panorama cambió con el intenso calor de las últimas dos semanas, pero su influencia se notará en el ajuste de la próxima estimación, donde las cifras tienden a disminuir”, precisó Quini.

Por zonas, el análisis señala, junto a la merma por ataques de peronospora “con distinto grado de severidad”, una diversa afectación por granizadas. Asimismo, evidencia corrimiento (disminución de tamaño y cantidad de granos por racimo) de las variedades más productivas, como Moscatel, Criolla y Cereza, en el polo vitivinícola del Este, al igual que el Sur.

Un cuadro similar, hasta la semana pasada, observaron los técnicos en la subregión Norte (Lavalle y Las Heras), así como retraso fenológico en la Primera Zona Vitivinícola. Sin estar afectado significativamente por el granizo, Valle de Uco arrancó con heladas que incidieron en chardonnay y retraso de cuaje, con los consecuentes corrimientos.

Hora de decidir

Luego de escuchar las recomendaciones acerca de un riego racional por efecto de las lluvias que acarrea la corriente de El Niño, los representantes de entidades tomaron la información con prudencia para planificar el ciclo 2016.

Para Juan Carlos Pina, de Bodegas de Argentina “aunque lo hemos sobredimensionado, el pronóstico es una de las herramientas para tomar decisiones. Todo indica una cosecha similar a la pasada, pero hay que considerar que es una estimación, y por lo tanto falible, más en un año atípico”.

Con la información nueva, Mendoza y San Juan deben ahora acelerar la discusión para llegar a febrero con el esquema del acuerdo interprovincial que determine cómo se diversificará la próxima vendimia, y a la vez definir cómo sacarse de encima casi 190 millones de sobre stocks que arrastra la industria. Algo clave para el precio de la uva 2016.

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