Profanaron una capilla de Tunuyán

Los malvivientes rompieron imágenes religiosas y dejaron botellas de bebidas alcohólicas. Convocan a la misa del domingo.

Que una puerta de la capilla estuviera abierta llamó la atención de algunos vecinos de Campo Los Andes, en Tunuyán, la madrugada del martes. La sorpresa fue aún mayor cuando pudieron ver los graves destrozos que “alguien” había realizado en el interior del templo.

Las imágenes de los santos tenían rotas las manos. Faltaban cruces y había algunas destruidas en el piso. La escultura de Cristo que rige el altar fue arrancada para sacarle los brazos y aún no los encuentran.

Y, entre los varios daños que se cuentan, intentaron sin éxito forzar la puerta del sagrario, pero no lograron abrirlo.

“No hay ningún indicio para sostener que el móvil del hecho fue el robo. Este accionar es lo que la Iglesia llama un sacrilegio, tiene ciertos rasgos satánicos. Eso es lo que más duele”, dijo conmovido el padre Raúl Olguín, párroco de La Consulta y quien tiene a cargo la pastoral en esta capilla.

El hecho, ocurrido la noche del lunes, ha generado una gran conmoción tanto en la comunidad del distrito, como en la del Valle de Uco en general. A fin de responder al agravio con “humildad y oración”, el sacerdote invitó a los fieles de la zona a participar de una misa en la Capilla, el próximo domingo, a las 9.30.

De todos modos, no descartó que el pueblo decida en los próximos días reafirmar su fe de forma pública, en una procesión con antorchas o en un momento especial de oración.

“Lejos de apagar la fe, esto debe unirnos para valorar más el maravilloso don de la devoción religiosa en nuestra comunidad”, dijo Olguín.

Imágenes profanadas

La belleza de este antiguo templo salta a la vista desde la ruta. Se encuentra al final de un extenso espacio verde, en el centro del poblado que pertenece al Regimiento de Caballería 15 y al Batallón de Ingenieros 8, en Campo Los Andes.

Según las pericias policiales, una sola persona sería la que llegó hasta allí la noche del lunes y forzó la puerta hasta lograr ingresar al templo. Aunque el caso está siendo investigado.

En el atrio, quedaron como testimonio de su presencia algunas botellas de bebidas alcohólicas y colillas de cigarrillos. Ninguno de los vecinos escuchó o vio algo que los pusiera en aviso de lo que estaba ocurriendo.

No se robaron nada de valor material. Sólo faltan ocho “crucecitas a modo de signos” que fueron arrancadas de las estaciones del Vía Crucis y los brazos que rompieron de la imagen de Cristo que estaba colgada en la cruz del altar. Al parecer, también quisieron llevarse las ostias consagradas, pero no pudieron abrir la puerta del sagrario.

Los que analizaron el triste panorama que quedó en el templo, aquella madrugada de martes, no dudan en que la intención fue profanarlo.

Entre otras cosas, porque les rompieron las manos a todas las  estatuas de santos y colocaron la imagen de la Virgen (del Carmen de Cuyo) de espaldas.

No es la primera vez. Algunos lugareños recuerdan que tiempo atrás un grupo de jóvenes intentó ingresar y, como no pudo, escribieron frases en las paredes.

Esta capilla es el punto de encuentro de la vida eclesial de esta pequeña comunidad  tunuyanina. Allí se realizan misas o celebraciones todos los fines de semana y se realiza la catequesis.

Ahora, los fieles estudian cómo asumirán los costos económicos para dejar el sitio como estaba. Olguín comentó que ya han hablado con un artista de Luján para la reparación de las imágenes.

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