Problemas visuales de la infancia que pueden resultar irreversibles

La ambliopía, si no es tratada antes de los 5 años, puede implicar disminución de la visión de por vida. Buscan concientizar sobre la importancia de los controles antes del inicio escolar. Campaña.

Problemas visuales de la infancia que pueden resultar irreversibles
Problemas visuales de la infancia que pueden resultar irreversibles

“La ambliopía es el cuco de los  oftalmopediatras”, asegura la oftalmóloga Claudia Giner del hospital Humberto Notti, quien sostiene que para el servicio es un tema cotidiano.

Es también conocida como “ojo vago” o perezoso y consiste en  una visión pobre generalmente en un ojo porque éste no desarrolló su capacidad adecuadamente. Esto ocurre en la primera etapa de la infancia y es la principal causa de problemas visuales en la niñez.

El desafío es llegar a tiempo con el tratamiento, antes de los 5 años de edad, ya que si esto no ocurre los daños pueden ser irreversibles y sufrir una disminución de la vista.

“El ojo que tiene por ejemplo un problema refractivo por miopía o  astigmatismo y que no aprende a ver es muy difícil que lo logre después, de grande. Cuando no entra bien la imagen al ojo, éste no transmite la imagen al cerebro”, explicó el doctor Francisco Gómez Romeo.

Se trata de una cuestión de aprendizaje de este proceso pero, de no hacerse, provoca dificultad para evaluar el espacio, anormal seguimiento visual durante la lectura y problemas con la coordinación ojo-mano.

Así lo informa la Fundación Zaldívar que ha lanzado una campaña de prevención y concientización para los padres y realiza controles a los pequeños para su detección. Ésta se desarrolla durante todo octubre en el marco del día de esta enfermedad establecido para el 15 de octubre.

En el mismo sentido es que impulsan una ley, cuyo proyecto ya está en la Legislatura, para que todos los chicos que ingresen al Nivel Inicial deban presentar un certificado de control oftalmológico para, de este modo, lograr detectar y corregir problemas de visión a tiempo.

La importancia de lograrlo radica en las repercusiones ya que comienza como un problema de salud y termina afectando la educación y la inclusión social, destaca la entidad.


Alto índice
La campaña contó con el apoyo del actor Guillermo Francella, quien grabó un video para instar a los padres a hacer un control oftalmológico antes de los cinco años. Allí recalca: "¿Te das cuenta lo importante que es hacer una consulta cuando son chiquitos? Porque un pequeño descuido puede condenar a tu hijo de por vida a no ver bien". Éste será difundido en los medios de comunicación.

La doctora Liliana Laurencio, presidente de la Asociación Mendocina de Oftalmología y miembro de la Fundación, consideró que la ambliopía es el desafío más grande en oftalmología infantil.

Contó que en los relevamientos que han hecho en el marco de la campaña se sorprendieron por el alto índice de chicos que encontraron con problemas visuales.

“Se les hace un estudio oftalmológico completo. Lo más frecuente es hipermetropía y miopía”, comentó e hizo hincapié en que “un índice muy alto se encuentra casi terminando la primaria, en 6º ó 7º,  lo cual implica que pasaron toda la escolaridad así”.

El Programa de Sanidad Escolar (Prosane) detectó que 15% de los niños de 1º y 6º grado presentaron alterada la agudeza visual, lo cual afecta su desempeño escolar mientras que 5% de los niños que repiten tienen esta capacidad muy reducida.

Giner dio como ejemplo que “un ojo puede estar normal pero necesitar una lente, porque no es el ojo el que ve sino el cerebro. Si esto no se hace entonces no hay desarrollo de la visión”.

Los profesionales coincidieron en que en la parte privada se cumplen bien los controles porque generalmente los pacientes tienen obra social.

También influye una cuestión cultural. Pero Laurencio dijo que no ocurre lo mismo entre quienes no tienen prestadoras. “La mayoría de los centros de salud no cuentan con oftalmólogo y deben ir al hospital de niños donde cuesta conseguir turnos”.

El control es tan importante por la ausencia de síntomas. La OMS señala que tal es el caso de 25% de quienes tienen la agudeza visual disminuida.

En tanto, Gómez Romeo alertó sobre el hecho de que muchos papás no acuden a la consulta porque creen que su hijo ve bien.

Esto ocurre porque el otro ojo está normal y tiende a potenciar su capacidad para compensar el desequilibrio: “Muchos chicos tienen excelente visión de un ojo  y el desarrollo psicomotor se realiza  a través de él, lo que enmascara el problema”. Cuando se le tapa ese ojo sano surge la ambliopía. Lo malo es que esto muchas veces ocurre demasiado tarde.

Dijo además que es importante no subestimar las observaciones que hace la mamá que es la que observa permanentemente al niño y luego ser evaluado por profesionales.

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