Primer puesto en ausentismo escolar

En el nivel primario y secundario de los establecimientos públicos y privados, el país está a la cabeza según el informe PISA, que evaluó a alumnos de 65 países. Destacan que faltar a clases genera la pérdida de la continuidad del proceso educativo.

El nivel de ausentismo de los alumnos en nivel primario y secundario es tan alto en Argentina que el país quedó posicionado en primer lugar entre 65 países.

Así se desprende del informe del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) 2012 donde se destaca que de los estudiantes argentinos casi 60% (6 de cada 10) faltó tres o más días al colegio. La muestra incluyó 5.900 estudiantes de 226 escuelas públicas y privadas de todo el país.

Quienes están vinculados al ámbito educativo se manifestaron  preocupados por esta realidad en tanto tiene consecuencias directas sobre el rendimiento académico.

"Estamos pésimamente ubicados en este rubro y es parte del desorden del sistema", sentenció el especialista en Educación, José Luis Martiarena, quien dijo que Argentina también está primera en tardanzas. Agregó que en particular "el ausentismo en los Cens es pavoroso".

Explicó que por esta causa se crea todo un desorden en los ritmos de aprendizaje y de convivencia.

Faltar a clases implica perder la continuidad del proceso educativo que, según el caso, se hace difícil retomar. Cuando esto sucede de manera reiterada se produce un efecto dominó acumulativo que luego se transforma en algo verdaderamente complicado de controlar por parte del alumno.

"Así se pasa a la repitencia y luego al abandono (no me gusta hablar de deserción porque se vincula a la cobardía)", dijo el psicopedagogo Alejandro Castro Santander.

Pero las consecuencias no son sólo en el plano académico. También se pierden otras actividades  del grupo y la institución. "El alumno se empieza a aislar del grupo por falta de comunicación y por pérdida de contacto", señaló el profesional.

Esto se relaciona con la integración, con la construcción de la subjetividad en relación a los pares que impacta particularmente en los adolescentes.

En el mismo sentido opinó la docente Flavia Federici quien señaló que cuando las ausencias son muchas se nota en el rendimiento en el aula y complica el trabajo.

Contó que en la escuela primaria donde trabaja "hay casos de niños que faltan todos los lunes y te dicen que es porque salieron el domingo y se acostaron tarde". Otros faltan por actividades deportivas que  consideró muy positivas pero también resaltó que después les cuesta más ponerse al día.

Es que para que eso ocurra, a su regreso hay que apartarlo para recuperar aquello que perdió. Además de no tener la explicación de los temas, si se trata de una evaluación, deberá ser tomada durante el dictado de clases, lo cual se transformará en una nueva pérdida. En caso de tener que volver a darle la explicación volverá a quedar marginado de las actividades del día. "Siempre termina perdiéndose cosas o yendo a un ritmo diferente. Cognitivamente sí se nota", subrayó.

Relató que tenía un alumno con más de 60 faltas en el ciclo lectivo. “Si sacás la cuenta son casi tres meses de clases, un trimestre completo”.

Causas diversas
El psicopedagogo dijo que es un tema complejo y que se toma el ausentismo  como problemática cuando no hay una causa concreta con justificación probada, como puede ser una enfermedad.

En referencia las causas dijo que pueden ser diversas, muchas de las cuales están vinculadas al ámbito académico. A veces "las cosas no salen como quieren o no obtienen los resultados que se quieren, entonces empiezan a faltar. Si no terminaron un trabajo o no estudiaron, deciden no asistir".

Algunos estudios realizados en el Observatorio de la Convivencia  Escolar, del cual forma parte, dan  como resultado que algunos alumnos se ausentan no por dificultades escolares sino con los compañeros. En esos casos luego se trasladarán al plano del aprendizaje.

"Cuando es algo reiterado también puede vincularse con una familia que no considera el estudio como un valor sino que es un trámite más, nadie te obliga", señaló y agregó que a veces también puede estar relacionado con algún tipo de fobia escolar lo cual no tiene explicación.

En esas situaciones "a nivel familiar no se encuentran causas claras". El ausentismo es más marcado en el nivel secundario, segmento en el cual pueden influir más las crisis personales. En estos últimos ejemplos el estudio es relegado por otro tema.

Medidas necesarias
Para Martiarena es parte del desorden del sistema. Consultado sobre si se toman medidas al respecto dijo que "se ha ocupado pero se ha ocupado mal porque en vez de insistir en que se cumpla con las jornadas de clase, se ha flexibilizado el número de días permitidos".

Desde su punto de vista se ha tratado de paliar con una medida facilista, que apunta más a que no se vaya de la escuela y "al final parece una pensión".

Sobre este mismo punto Castro Santander dijo que la repitencia no se analiza en el sistema educativo argentino, no se considera desde lo formativo. Entonces, el chico que repite generalmente vuelve a repetir porque queda solo como responsable del ausentismo y la repitencia, sin que se modifiquen las condiciones.

Una campaña para tomar conciencia

Alumnos de la carrera Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires se mostraron preocupados por esta problemática y decidieron tomar cartas en el asunto. Lo tomaron como tema para un trabajo que debían desarrollar para el Taller de Orientación Anual de Publicidad y Opinión Pública.

El resultado fue la campaña #EstarPresenteImporta que propone tomar conciencia sobre el ausentismo como factor principal de un proceso que termina en la deserción escolar.

"Esto se debe a que genera una pérdida de contenidos que los alumnos deben incorporar solos, situación que impacta en la autoestima y aumenta los niveles de frustración. Por el contrario, un óptimo nivel de asistencia a clase brinda mayores posibilidades de contención social y más herramientas para un rendimiento escolar positivo", explican.

Leandro Moyano, uno de los estudiantes, contó que "cuando hablamos con padres y docentes coincidieron en que era una problemática y que no se le estaba prestando la suficiente atención (...) Además vimos que no había una fuente de información sobre este tema. Nos pareció bueno ponerlo en debate y generar conciencia". Destacó que el principal problema es que esto está naturalizado y que genera mucha frustración al alumno.

"Tratamos de hacer una vinculación de la historia de la escuela con la historia personal. Hay una cuestión del desarrollo del individuo como sujeto en función de su desempeño en el ámbito escolar", comentó.

Detalló que la campaña incluye tres piezas para medios gráficos y dos para vía pública y destacó que la intención es que no quede sólo como un trabajo práctico. "Tenemos pensado aprovecharlo para competir por algún premio. Hemos tenido mucha repercusión, incluso en los medios" y hasta la intención de un municipio de Buenos Aires de hacerse eco.

El grupo está conformado por Leandro Moyano (25), Pamela Zabala (28), Magalí Rojas (29), Axel Vaccaro (28) y Juan Fornagera (29).

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