Preocupación por el empleo, claro ejemplo de la crisis que vivimos

Una encuesta exclusiva recientemente publicada por Los Andes refleja cómo crece la preocupación entre los mendocinos por el deterioro del salario y, fundamentalmente, por la pérdida de fuentes laborales.

Según la consultora Reale Dalla Torre, entre los problemas que más dificultades presentan en el quehacer diario de la gente se encuentran la inflación, con más de 56 por ciento, y el desempleo, con 46 por ciento.

Pero señala especialmente el trabajo que en la percepción general, la preocupación por el empleo subió casi diez puntos porcentuales en menos de un año, puesto que en octubre de 2013 el índice era de 36 por ciento.

Esta preocupación social creciente por el avance inflacionario y la consecuente repercusión en las fuentes laborales, como resultado del freno de la economía en general, son de alta consideración de los mendocinos consultados, tanto a nivel general como personal. Es más: en este último aspecto la luz de alarma se activa con más frecuencia.

La encuesta también arroja datos sugestivos. Sobre el total de la población consultada, entre los 18 y los 70 años de edad, solamente 41 por ciento admitió que desarrolla actividades laborales “en blanco”, lo que pone de manifiesto que hay un porcentaje elevado de mendocinos que es capaz de afrontar su trabajo sin la más mínima cobertura legal con tal de tener el ingreso diario, semanal o mensual correspondiente, a la vez que crece, por qué no, la actitud abusiva y especulativa de muchos empleadores que de ese modo no cumplen con sus obligaciones fiscales en materia de seguridad social y laboral.

Por otra parte, el dato más grave lo marca un 12 por ciento de personas encuestadas que dice no tener trabajo y estar buscando. Esto refleja una realidad que, lamentablemente, contrasta con los datos que día a día distorsiona el gobierno nacional con respecto a distintos indicadores fundamentales de la economía argentina.

Concretamente, 11,93 por ciento de los entrevistados en la encuesta exclusiva dijo que busca alguna actividad laboral por no tener empleo fijo, mientras que el Indec sostiene que en nuestra provincia el desempleo es sólo de 4,5 por ciento.

Y otro indicador que muestra cómo la inestabilidad económica sólo genera incertidumbre entre la población es que más de 30 por ciento de los consultados se expresó temeroso de perder en algún momento su vínculo laboral.

Todos estos datos incluidos en el trabajo publicado por Los Andes coinciden en reflejar el alto grado de desconfianza y, por qué no, pesimismo que impera entre los mendocinos por la situación socioeconómica delicada que viene soportando el país en los últimos años; un cuadro de situación que inevitablemente se traslada a la provincia.

Y lo más preocupante es que muy pocos observan en lo inmediato, es decir, para el año 2015, la solución para tantos problemas.

Esto demuestra la escasísima credibilidad de un muy elevado porcentaje de población económicamente activa en los últimos tramos de la actual gestión económica nacional, que responde a rajatabla a los designios de una conducción política que ha hecho del poder hegemónico su base de sustentación.

La crisis económica a la que nos condujo la gestión kirchnerista parece no encontrar respuestas en una buena parte de la ciudadanía que, como es lógico en estas circunstancias, se aferra a lo laboral con temor y desconfianza.

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