Piden más seguridad y arreglos en calles de Russell

Vecinos que habitan la zona de Russell este, entre Ozamis y calle Vieytes, vuelven a plantear la inseguridad que existe en el área, con asaltos a casas de familia y emprendimientos turísticos.

"Es lo que más nos preocupa, a pesar de que tenemos otras necesidades”, sostuvo Cecilia Bravi, titular de un pequeño emprendimiento para recibir a visitantes en un ambiente de sol, el ruido del agua en la acequia y en medio de viñas.

Sin embargo, esta mujer se vio obligada a cerrar esa fuente de trabajo porque la reiteración de atracos a mano armada le hizo temer un final trágico para alguno de sus pasajeros.

Jorge, otro lugareño, titular de un almacén en las inmediaciones, sobre calle Videla Castillo, también trabaja intranquilo por las incursiones de malvivientes. Casas de las calles 25 de Mayo, Maza y otras de la jurisdicción también sufrieron la presencia del delito.

La familia Bariña sufrió un asalto con mucha violencia en su domicilio particular, episodio en que hubo balazos a diestra y siniestra, y una bala rozó la cabeza del dueño de casa, quien estuvo a punto de perder la vida en el suceso, ocurrido en el segundo semestre del año pasado.

Los pobladores reconocieron que algo había aportado la habilitación de la subcomisaría Lunlunta, pero como la jurisdicción para esa unidad policial es muy grande, se repite en el terreno la teoría de la "frazada corta": cuando se vigila en un lado, los ladrones actúan en otro lugar.

El pedido concreto es que se resuelvan las causas en curso en sede judicial y se encarcele a los responsables de los ilícitos.

Plantearon además que en el cercano asentamiento de la ex estación ferroviaria de Espejo hay gente con buenas intenciones y que quiere ganarse honradamente la vida, mientras que un número minoritario "hace de las suyas" delinquiendo.

Atestiguaron que el sector, limítrofe con Luján, está creciendo mucho, especialmente con nuevos desarrollos inmobiliarios y clubes, mientras persisten, aunque en retirada las explotaciones vitivinícolas y olivícolas.

La zona descripta, integrante de una porción más grande de territorio, ha tenido una explosión demográfica muy fuerte, pero no cuenta con una contrapartida de prestaciones que se adecuen a ese aumento poblacional.

"No sé lo que quieren las autoridades, que nos retiremos de aquí, y sigamos poblando las ciudades y los alrededores", dijo alguien desde el anonimato, y que ha sufrido el accionar de los cacos.

"Debemos juntarnos de nuevo con las autoridades y replantearnos los procedimientos de vigilancia y protección de esta parte del distrito y por sobre todas las cosas, limitar el crecimiento del predio que fue del ferrocarril en el sentido de que no se instale más nadie allí", fue el aporte de Gonzalo.

En materia de obras públicas, los residentes piden el arreglo urgente de calle Videla Castillo, importante nexo vial que une Chacras de Coria con el canal Pescara, en Maipú. Los vecinos también señalaron que la comuna debería controlar la población de plagas en la zona.

Un tramo de esa arteria, en las inmediaciones con Vieytes, está poco menos que destruido y los lugareños opinan que debería ser reasfaltada y mejorada la canalización presente al costado. Y el estado ideal sería que la iluminen, fue otro de los pedidos.

Gestión del municipio

Ricardo Blanco, director de Obras Públicas de Maipú, comentó: "Hemos trabajado en gestión asociada con vecinos de calle Espejo, de Ozamis al oeste, que consiguieron de esa forma tener una buena iluminación en el área. Es una posible opción para Videla Castillo".

Recordó, de todos modos, que esta y otras calles del área son de responsabilidad de Vialidad provincial. Reconoció que los problemas del asentamiento Espejo escapan a las decisiones municipales.

Como aporte a toda la zona describió el trabajo realizado en la ruta 40, que quedará totalmente iluminada en la parte de Maipú, desde Vieytes hasta La Isla, o sea el puente sobre el río Mendoza.