Perros abandonados atacaron a los animales del Zoológico

Especialistas señalaron que la jauría actuó por instinto y mató a 27 ñandúes. Hablan de concientizar a las personas sobre la tenencia responsable de mascotas.

Perros abandonados atacaron a los animales del Zoológico
Perros abandonados atacaron a los animales del Zoológico

Los perros que protagonizaron el ataque a 27 ñandúes son animales vagabundos que adquirieron un comportamiento salvaje. Como fueron abandonados, no tienen miedo a enfrentarse, incluso, con un hombre. Por esta razón, los especialistas marcan diferencias con los llamados "cimarrones", perros que también son salvajes pero que no se acercan a las poblaciones sino que atacan al ganado en el campo. Apuntan a la tenencia responsable de mascotas para terminar con estas jaurías.

El relato de los guardias del Zoológico que el martes encontraron a unos 10 canes atacando a los ñandúes en su jaula fue estremecedor. Fuera de sí, los animales mordían a uno de esos grandes plumíferos, lo dejaban tirado e iban por otro. Mientras, los desesperados vigilantes gritaban y arrojaban piedras para ahuyentarlos. Las heridas que sufrieron 27 de las 57 aves les provocaron la muerte.

Los ataques de estos perros son impredecibles y poco frecuentes pero, una vez más, es el hombre el responsable de que sucedan. Es que se trata en su mayoría de animales que alguna vez fueron domesticados y luego abandonados. Con la subsistencia como único norte, el instinto de estos descendientes de los lobos reaparece y, con él, los ataques.

"Tenemos que hacer una gran diferencia: estos (los que atacaron a los ñandúes) no han sido cimarrones sino perros vagabundos. El cimarrón no ataca en las ciudades. Están sueltos en el monte, en el campo, pero es muy raro que actúen en la civilización", explicó a Los Andes el médico veterinario Gustavo Pronotto, también director del Zoo mendocino.

"Estos animales han adquirido un comportamiento grupal y siguen a un líder que dirige los ataques a las presas, ya sean animales o humanos. Siempre atraídos por el líder o una hembra en celo, son manadas de animales que hacen actividades descontroladas", añadió el especialista.

Y fue un "comando" de estas características el que vieron los guardias del Zoo el martes. "El relato de los serenos es estremecedor. Nunca habían visto a un animal que matara desmedidamente como estos. El problema que nos asusta es que hay otros recintos abiertos con murallones de pircas donde están las cebras, o los antílopes Eland. Si hubieran atacado allí hubiera sido una carnicería", admitió con preocupación el funcionario.

Pronotto explicó que "siempre se ven perros y se alerta pero siempre son de modalidades nocturnas; es muy raro verlos en el día". Pero, según los vecinos de la zona, es poco frecuente ver jaurías de estas características. "Hay muchos perros que andan en la calle y sus dueños no se hacen cargo, pero no en grupos de este tipo", contó  María Vergara, una vecina del barrio La Favorita.

Y siguió: "Nunca se había visto algo así por acá y tampoco hemos tenido problemas con los niños por ataques de perros".

Aunque admitió que "hay puestos cerca del Cerro de la Gloria donde tienen muchos perros", Vergara resaltó que una vez por semana la Municipalidad de Capital ofrece el servicio de esterilización de mascotas, lo que ayuda a controlar la natalidad de los canes del populoso vecindario.

Para Gustavo Pronotto y otros expertos, el problema sigue siendo responsabilidad de los seres humanos. "El gran problema es el ser humano que actúa abandonando a las mascotas, no controlando la natalidad, etcétera. No es por culpa del animal, que actúa por instinto. Estos perros se sienten amenazados por el medio ambiente y luchan por subsistir: por comida, por agua, por que no los agredan. Automáticamente les salta el instinto, como el de sus ancestros. Es normal porque no han perdido sus instintos, a pesar de que alguna vez hayan sido domesticados", indicó el director del Zoológico.

"Son perritos asilvestrados, nacidos en basurales, sin acostumbramiento de ver a la gente. Vuelven a ser lobos", opinó en sintonía con el veterinario la titular de la fundación Cullunche, Jennifer Ibarra.

Para ella, la solución sería "capturarlos y llevarlos a refugios para la contención de estos animales". Para Pronotto, todo pasa por una cuestión cultural y apunta a la educación y al compromiso como factores clave para resolverlos. "Hay que hacer un trabajo en conjunto donde todos los actores estemos involucrados para educar a largo plazo. Tenemos que ser conscientes y tener una responsabilidad al tener una mascota", apuntó el profesional consultado.

Murieron dos ñandúes más y una vicuña

Ayer en el Zoológico de Mendoza continuó el desgarrador panorama con el que amaneció el martes. Tras el ataque de una jauría que se cobró la vida de 25 ñandúes, los cuidadores encontraron muerta a la vicuña y dos aves más del corral atacado, con lo que suman 27 pérdidas de los 57 que había en total. La vicuña falleció a causa del estrés que le provocó la violencia de los perros en el recinto de las aves.

Además, también ayer encontraron muerto a Charly, el chimpancé que tenía 39 años, de un infarto. Los ñandúes fueron atacados por unos 10 ó 12 perros que bajaron del pedemonte, saltaron la pirca de ingreso e hicieron ceder parte de la tela del recinto

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