Nuevo puente para quienes vienen de alta montaña

Camino a Uspallata quedó habilitado el puente Bailey tras el alud de principios de mes que inhabilitó la ruta. En el desvío se mantiene el terraplén para quienes van a Uspallata.

Pasada las 12 de ayer, y tras tres días y medio de arduo e ininterrumpido trabajo de operarios de Vialidad, finalmente quedó habilitado el puente Bailey en el corredor internacional. Se trata de una estructura metálica de casi 40 metros de largo y 4,20 metros de ancho, que pesa 52 toneladas y soporta el peso de 45 toneladas (carga máxima para el transporte en esa ruta).

La estructura fue montada a la altura del kilómetro 1.125 (a 26 kilómetros de Uspallata), luego de que el 1 de febrero un potente alud arrasara con el puente ubicado sobre el trazado original de la ruta, llevándose también el antiguo puente del ferrocarril (ubicado al costado de la ruta).

"A partir de ahora vamos a dividir el flujo vehicular para que no haya más by pass. Es que una vez que el alud se llevó el puente original, se abrió una huella al costado de la ruta por la que circulaban tanto los vehículos que iban hacia Uspallata y Chile, como aquellos que iban hacia Mendoza (el tránsito se dividía en turnos). Ahora los que vengan de Uspallata van a circular por el puente, mientras que los que vayan hacia el oeste van a seguir usando el camino que se abrió después de la contingencia", indicó el delegado del cuarto distrito de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), Miguel Rivas.

Durante el último fin de semana largo transitaron el Paso Internacional Cristo Redentor más de 31.000 personas.

Provisorio

El lunes 1 de febrero, cerca de las 18, se registró uno de los aludes más fuertes de la temporada (que de por sí ya viene marcada por la periodicidad de las avalanchas). Fue en la zona del arroyo La Solterona -que debe su nombre al glaciar ubicado a esa altura de la cordillera- y la remoción de masa material proveniente precisamente del glaciar fue lo que impactó lateralmente en el puente ubicado en la ruta.

A raíz de la fuerza, el puente -de 60 metros de longitud- fue arrasado y sus restos quedaron desparramados sobre la vera del Río Mendoza. Lo mismo ocurrió con el del tren, que fue arrancado de cuajo.

"Llegamos y empezamos a trabajar sobre la ruta a las 23 de ese lunes y en ese mismo momento me comuniqué con la autoridad nacional para solicitarles que mandaran el puente Bailey ya que no había otra forma de hacer una variante. Mientras tanto analizábamos dónde sería conveniente instalarlo -teniendo en cuenta las condiciones del terreno-, y al día siguiente ya estábamos trabajando sobre el terreno ubicado al costado del camino, donde se montó la ruta alternativa. Menos de 24 horas después de la caída del puente, se había compactado el terreno, derribado el paredón y ya estaba habilitado el nuevo camino provisorio", recapituló Rivas minutos antes de la habilitación del puente que, si bien no será definitivo estará en el lugar hasta que se reconstruya la traza original (algo que ya está proyectado, pero puede tomar varios meses).

Entre el martes 2 y el mediodía de ayer, todos los vehículos que pasaban por ese tramo de la ruta 7 utilizaban esta única ruta alternativa, la que fue trazada al principio. De hecho, teniendo en cuenta que el ancho es de 4,20 metros, Gendarmería habilitaba por turnos el tránsito para aquellos que iban y que venían, evitando que se encuentren dos vehículos a la par.

Pero desde las 12:10 de ayer, y luego de que un camión de la firma brasileña Cordenosi se encargara de inaugurarlo, ya se quedó habilitado el flamante puente.

"El puente llegó el domingo a Mendoza y comenzó a montarse en ese mismo momento. Y en estos tres días y medio lo terminamos, trabajando todo el día, a toda hora. Además, estamos mejorando la primera ruta que habilitamos, ya que varios camiones quedan en pendiente y han tenido problemas para avanzar y seguir con su camino. Entonces se está abriendo otro camino, para que no quede tan empinado", siguió Rivas.

De hecho, mientras varias máquinas terminaban de ensamblar el Bailey y asfaltaban la entrada y salida de la estructura metálica, otros vehículos seguían abriendo camino con menos inclinación en el tramo que desde ayer es sólo utilizado para quienes se dirigen hacia Alta Montaña.

"Si bien mide 42 metros, el puente tiene 30 metros de mano útil en lo que se refiere a extensión, por lo que no entra más de un camión por vez. Además ese es el peso máximo permitido. Y en el caso de que venga otra tormenta u otro alud, está ubicado 3 metros más arriba de lo que estaba la ruta, por lo que no será tan fácil que haya otra situación similar", siguió Rivas, quien resaltó una y otra vez el trabajo en equipo e ininterrumpido de los trabajadores de la dependencia.

A las 10:45 de ayer se encajó el último de los 48 rectángulos metálicos de la base y desde ese momento hasta el mediodía aprovecharon para colocar y apisonar el asfalto.

Si bien el puente Bailey se encontraba desarmado en la localidad de Colón (Entre Ríos, desde donde llegó a Mendoza), durante 12 años estuvo instalado en Neuquén, también supliendo a otro puente definitivo.

"Hubo que pedirlo casi de inmediato, porque si nos demorábamos un poco más, era más tiempo administrativo y mayor cantidad de días sin una respuesta al problema", destacó el delegado de Vialidad.

El tránsito durante la mañana de ayer, en tanto, fue por demás tranquilo en la zona de Alta Montaña. Mientras personal de Gendarmería interrumpía el tránsito de alguno de los dos lados para abrirle a los del otro (al menos hasta que habilitaron el flamante puente), nunca se llegaron a acumular más de 10 vehículos.

Más de 31.000 personas en  el Paso

La rápida acción para abrir una variante al costado del camino fue fundamental para que aquellos argentinos que quisieran pasar los feriados de Carnaval en Chile -y viceversa- pudieran concretar sus planes.

Con las demoras lógicas de un camino provisorio -y teniendo en cuenta que por un solo carril (y en turnos) circulaban los que iban y los que volvían, más de 31.000 personas transitaron por el paso fronterizo Cristo Redentor.

Entre el sábado y el martes pasaron 31.038 personas, mientras que al lado argentino lo hicieron 32.465. El día de mayor tránsito hacia el vecino país fue el domingo 7, ya que pasaron por el Complejo Libertadores 10.529 viajantes, mientras que en Horcones el día con mayor flujo fue el martes -último día del feriado largo- con 9.652 personas.

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