Noemí Burgos: “El juego tiene que ser el tiempo y el espacio de vida de los chicos”

La especialista llegó a Mendoza para brindar un seminario que puso el foco en la importancia de esta práctica para el desarrollo de una sociedad. Asegura que la infancia es constitutiva de cada ser humano y no sólo una etapa de la vida.

Noemí Burgos: “El juego tiene que ser el tiempo y el espacio de vida de los chicos”
Noemí Burgos: “El juego tiene que ser el tiempo y el espacio de vida de los chicos”

Que la infancia no es sólo una etapa de la vida, marginada al olvido a medida que pasan los años. Que los juegos, esos en los que los pequeños imaginan, sueñan y se proyectan al mundo, son mucho más que distracciones ocasionales. Que de hecho, jugar es indispensable para vivir en sociedad. Los conceptos que la experta en educación infantil Noemí Burgos vino a impartir a Mendoza parecen colarse en todos los ámbitos donde se desarrollan los “adultos del mañana”.

La escuela, el hogar y los espacios públicos -desarrolla la especialista en educación infantil- son los tres escenarios fundamentales donde se entretejen las células del porvenir, que será más auspicioso en tanto y cuanto lo lúdico gane espacio al individualismo.

“No hay existencia, si no hay creación y no hay creación si no hay arte”, afirma Burgos mientras se hace un pequeño espacio para ser entrevistada en el marco del seminario de posgrado denominado “Enseñar, jugar y aprender”, que se realizó en la Facultad de Educación Elemental y Especial (UNCuyo), durante dos concurridas jornadas que concluyeron el miércoles.

A lo largo de su trayectoria esta docente se desarrolló en casi todos los cargos de la educación. Fue jefa de región de área, supervisora e inspectora, entre otras funciones. Pero además es desde hace algunos años, la directora del Centro de Investigación y Extensión en Educación Inicial de la Universidad de Luján (Buenos Aires) y coordina la Red Universitaria de Educación Infantil.

Entre sus palabras, la especialista evita limitar el juego solamente a los primeros años de vida. Sin embargo, al referirse a esta etapa de la vida, ella rescata el papel primordial de la escuela y el rol de los maestros a la hora de acompañar a los más pequeños en su proceso de juego.

-¿Qué posibilidades abre el hecho de enseñar a los niños a jugar?

- En la organización de los juegos se posibilita que el maestro aprenda de los niños. Al mismo tiempo, el niño enriquece y satisface su necesidad de jugar.

-¿Qué importancia tiene esto para la formación del niño?

-Nosotros concebimos al juego como un lugar de integración de la memoria, la cognición y la imaginación. Es el lugar desde donde pueden soñar mundos distintos.

-¿Esto se ha perdido en la escuela argentina?

-Sí, se ha perdido. Incluso creo que sería bueno que las escuelas cuenten con especialistas de diferentes disciplinas para promover el juego.

Más allá del tiempo lineal

Burgos explica que su concepción de la infancia supera el tiempo lineal e incluso es una parte constitutiva de la sociedad. “La infancia no es una piel que se abandona al cumplir una serie de años. Me constituye, sigue estando”, define la experta en educación y señala que es justamente en el devenir del juego donde niños y adultos descubren que cuentan con un ‘otro’, desarrollan su imaginación y se proyectan como seres sociales.

-En ese sentido, ¿cuál es el rol del maestro?

-Su tarea está en pensar, sentir y hacer de manera integrada para que todos los niños puedan ser incluidos en una nación. Éste era un ideario de Sarmiento. Él pensó la sociedad integrada a una nación; por eso, formó a maestras jardineras y procuró generar lugares donde los niños aprendan del otro y con el otro.

-¿Qué es necesario para que esto se dé en la realidad?

-Hoy es necesario volver a pensar en esa integración nacional y apostar la igualdad en lo simbólico. Eso es lo que nos permite soñar, encontrar nuestros espacios y desafiar el tiempo.

-¿Qué papel tiene el juego en ese sentido?

-El juego permite encontrar tiempos y espacios compartidos, donde se estrechan los vínculos.  Creo que la sociedad actual les da juguetes, pero no les provee los tiempos necesarios para el juego.

-En ese marco, ¿qué influencia tiene la familia?

-La familia puede proveerse de experiencias de juego y al mismo tiempo, el chico puede enriquecerse de un trato saludable.

-¿Cómo debe ser el juego para que sea una herramienta efectiva?

-El juego tiene que ser el tiempo y el espacio de vida de los chicos, y los adultos tienen que intervenir en esta doble función de mantener ciertos reservorios de la memoria universal, pero a la vez desafiarlo. El juego les permite cambiar las reglas. Por eso, no se puede imponer la forma ni el tiempo en que se juega.

-¿Cuál es el desafío en el marco de las nuevas tecnologías?

-El maestro debe estar en formación permanente y orientar al niño para que maneje estas herramientas de manera efectiva.

-¿Es posible lograr un equilibrio entre las nuevas tecnologías y los juegos tradicionales?

-Sí. Si no lo logramos, podemos estar perdiendo la capacidad de vincularnos con el otro. Vemos, por otro lado, que los espacios de juego se han privatizado. Los meten adentro de un pelotero, pero sin un adulto que cuide las relaciones entre ellos. Para desarrollar valores éticos y estéticos, es necesario acompañar al otro, protegerlo y en algún momento desafiarlo.

-En los espacios públicos, ¿qué realidad se da en relación con el juego?

-Las plazas están cercadas y las canchas cerradas. En las zonas urbanas los chicos no tienen espacio, cuando en realidad el juego debe estar unido a la vida.

-¿Cómo pueden jugar los adultos?

-Un adulto juega cuando resuelve problemas cotidianos, aprende cosas nuevas o cada vez que se anima a mirar lo mismo desde distintas perspectivas. Si en todo lo que hacemos añadimos esa cuota de juego, todo se vuelve más simple.

Perfil

Personal. Noemí Burgos (66), vive en la provincia de Buenos Aires. Es casada, tiene cinco hijos y siete nietos.
Profesional. Es especialista en educación infantil; fue maestra, jefe de región, inspectora y ha coordinado la carrera de Licenciatura en Educación Inicial. Cuenta con un diplomado de la Flaxo en Gestión Educativa, una maestría en Gestión y Políticas de la Educación y actualmente se encuentra realizando su tesis de doctorado en "Educación Inicial y Pobreza". 
Es directora del Centro de Investigación y Extensión en Educación Inicial de la Universidad Nacional de Luján (Buenos Aires) y coordina la Red Universitaria de Educación Infantil.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA