Los turistas y habitantes de Tasmania están asombrados porque a la noche las aguas de la costa noroeste de la isla australiana brillan como luces de neón.
El extraño fenómeno tiene una explicación: el mar está poblado por una especie de algas bioluminiscentes llamada Noctiluca scintillans y más conocidas por la gente como "chispa" o "fantasma marino".
Estas algas emiten un resplandor cuando se sienten amenazadas por un depredador. Estos destellos también se generan ante los movimientos de las olas. En el día las algas son marrones o rojizas.
Aunque las algas dan un espectáculo único, también pueden ser una amenaza para el ecosistema ya que si hay una superpoblación funcionan como una “aspiradora” comiendo todo a su alrededor, dejando sin alimento a otros animales marinos.