Micaela Reina: se vienen los alegatos

Están previstos para el miércoles 5. Se trata del segundo juicio, con la madre y su pareja como imputados. El padre de la víctima fue condenado en el primero y está prófugo.

Micaela Reina: se vienen los alegatos
Micaela Reina: se vienen los alegatos

Con los alegatos, el miércoles por la mañana se abre el tiempo de definiciones en el juicio por la muerte de Micaela Reina (12), la niña que fue abusada y asesinada en 2007.

Por este brutal crimen se está realizando el segundo juicio. En el primero se condenó a Alejandro Prádenas -padre biológico de la menor- por el delito de privación ilegítima de la libertad, pero este hombre se encuentra prófugo.

Ahora, quienes están sentados en el banquillo de los acusados son Ramón Duarte (por abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte) y Marta Reina (por participación primaria en los mismos delitos), la madre de la menor y esposa de Duarte.

El final de este debate es muy esperado, incluso por los miembros de la Corte provincial que confirmó la sentencia de Prádenas (e incluso la aumentó).

Es que no existe en ninguno de los dos expedientes ningún elemento que conecte a Prádenas con Duarte y la niña no pudo estar en el mismo momento en poder de Duarte y Prádenas a la vez. Por eso si ahora se condena a Duarte, una de las dos sentencias deberá caer en el futuro.

En cuanto al juicio que se realiza en la Séptima Cámara del Crimen, declaró ayer Epifanio Flores, cuñado de Duarte y, a la vez, hermano de la actual pareja de Marta Reina.

El testigo sostuvo que en los días en que la niña desapareció, Duarte trabajaba con él haciendo trabajos de albañilería. El dato podría funcionar como un coartada de Duarte. Pero -una de cal y una de arena-, Flores afirmó que Duarte conocía a Micaela y que Duarte mantenía una relación de pareja con Marta, a pesar de vivir con su propio hermano.


El caso
En mayo de 2007 en el interior de una bodega abandonada se encontró el cuerpo sin vida de Micaela Reina con evidentes signos de haber sido violada.

Dos años más tarde se inició el juicio contra Alejandro Prádenas y su hermano Walter -padre y tío de la víctima, respectivamente-, a los que se les imputó el delito de privación ilegítima de la libertad y encubrimiento. En tanto, el principal sospechoso, Apolo Díaz, un indigente, llegó al juicio acusado de violación seguida de muerte.

Tras el debate la Quinta Cámara del Crimen condenó a Alejandro Prádenas a la pena de seis años de prisión por encontrarlo culpable del delito de privación ilegítima de la libertad.

Sin embargo, en junio de 2010, la Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia mendocina anuló ese fallo y elevó la condena del hombre a 15 años de prisión.

Sobre fines de 2011, mientras Prádenas continuaba prófugo, el caso tuvo un vuelco radical al ser detenido Ramón Duarte (54), el primer marido de la madre de la niña violada y asesinada, al que se le imputó la muerte de la niña. Mientras que cinco meses después la madre de la menor fue imputada por falso testimonio.

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