Messi, Neymar y Luis Suárez: Barçamérica contraataca

Más que sólo un ciclo coronado por resultados deportivos favorables, Barcelona produjo un cambio de paradigma que provocó un choque cultural en el modo de apreciar el fútbol en el lustro 2008/2012. La llamada Era Guardiola corrió los límites siempre hacia adelante, rompió moldes y sepultó esterotipos emparentados con el consignismo. Ya nada fue lo mismo después, ni siquiera para el propio Barça: el mundo futbolero sigue aguardando que se reinvente a sí mismo. Aquella dosis de fútbol arte a mediados o en cada fin de semana sigue faltando en la dieta que se acostumbró a ingerir el aficionado de cualquier parte del planeta, aún con simpatías por otra camiseta.

En la temporada 2012/2013, ya con Tito Vilanova de entrenador, el blaugrana mostró signos de agotamiento en su propuesta de juego. Más allá de haberse consagrado campeón de la liga española, recibió dos golpes duros con sendas eliminaciones en las semifinales de la Champions League (Bayern Munich) y de la Copa del Rey (Real Madrid). En la 2013/2014 apostó por un efecto contagio con la llegada de Gerardo Martino a la dirección técnica, pero terminó en un amesetamiento futbolístico que lo ahogó en la medianía. El presente, al comando de Luis Enrique, lo muestra en una fase de transición en la cual se intentan sentar las bases de un nuevo modelo.

La estrategia barcelonista a mediano y largo plazo le pone el foco en este 2014 a consolidar su inserción globalizada como eje de referencia definitivo. Fue y es común observar a niños y adolescentes vistiendo la camiseta azulgrana en cualquier región a escala planetaria. En América Latina, Asia y África, la número diez con la inscripción “Messi” en la espalda arrasa casi tanto o más que la de cualquier equipo local. En las transmisiones televisivas, igual. El hecho vinculante es el resultado de la excepcional etapa guardiolana, con 14 títulos – entre estos dos Mundial de Clubes y dos Champions -  pero sobre todo abonando el terreno de una concepción estética del fútbol que convirtió a ese equipo en uno de los más deslumbrantes y reconocidos de todos los tiempos.

Más allá de los juegos por la liga contra Granada y por la Champions frente al PSG en estos días, lo cierto es que la mira está centrada en el próximo 25 de octubre, cuando Barça deba visitar a Real Madrid en el más esperado duelo del campeonato español en lo que le queda a este año. No sólo la reedición de un clásico contra el rival tradicional, sino también el punto de partida para que pueda presentar a su incorporación más preciada en certámenes oficiales: Luis Suárez. Ese día, el delantero podrá volver a jugar luego de la suspensión impuesta por la FIFA, a raíz del ya famoso mordisco al ialiano Giorgio Chiellini durante el choque Uruguay vs Italia en el Mundial de Brasil.

El Caso Suárez de ninguna manera es un hecho menor en la entidad catalana. Hasta se da la paradoja de que el pase del futbolista fue adquirido al Liverpool, pero la sanción nunca rozó al club inglés porque en ese momento se disputaba la Copa del Mundo. Es más, entre el 10 y el 13 de octubre próximos, el atacante se presentará con el seleccionado celeste en dos amistosos programados contra Arabia Saudita y Omán, respectivamente. Podrá hacerlo porque ninguno de estos encuentros son de carácter oficial; inclusive, si no jugase ante los saudíes, la asociación uruguaya de fútbol percibirá 150.000 dólares menos. El Barcelona, en tanto, recién podrá utilizarlo cuando ya se hayan disputado doce fechas del campeonato de Primera División.

Con Suárez ya en acción, el DT Luis Enrique contará con un tridente sudamericano en el ataque, el cual se completará con Lionel Messi y Neymar. Un revulsivo, sin dudas, porque el ex Ajax y Liverpool agregará potencia, diagonal y fortaleza en el juego aéreo a un equipo que sigue buscando variantes posicionales. Este Barça, de a poco, ha empezado a mostrar signos de restablecimiento con respecto a la identidad de la época de Pep: recuperó presión sobre el adversario luego de la pelota perdida y ésto redunda en una mentalidad colectiva más fuerte a la hora de ocupar los espacios en la cancha, característica que hoy día es un símbolo del Atlético de Madrid del "Cholo" Simeone.

El "Barçamérica" que se viene tampoco es un producto del azar; todo lo contrario: ocho de los jugadores del plantel han nacido en el sur del continente americano. Además de Messi, Neymar y Súarez, figuran Javier Mascherano, los brasileños Dani Alves, Adriano y Rafinha, y el chileno Claudio Bravo. La reciente eliminación en primera fase de España en Brasil 2014 también remite a una lectura directa: el auge de la "Roja" fue simétrico al del Barça de Guardiola y reportó las grandísimas victorias en el Mundial de Sudáfrica 2010 además de las Eurocopa 2008 y 2012. Las contundentes caídas frente a Holanda y Chile en la ronda inicial de la cita ecuménica reciente, además de la goleada en la final de la Copa Confederaciones (0-3) ante la verde amarela en 2013 también fueron un ejemplo de fin de ciclo.

La semana próxima, el 11 de octubre pondrá en cancha a Messi y a Neymar en el “Superclásico de las Américas”. Es tal la atracción que rodea al clásico sudamericano, que los chinos lograron llevarlo a su territorio para que se dispute en Pekín. Las dos figuras principales, más otros dos protagonistas de relieve como Mascherano y Dani Alves, resultan una carta de presentación inmejorable para Barcelona. Allí, tanto Martino como Dunga expondrán sistemas de juego que permitan rodear adecuadamente a Leo y a la ex estrella del Santos.

Que Luis Suárez esté en esas fechas cercanas presentándose en suelo árabe tampoco es una casualidad: el continente asiático, en toda su inmensa extensión, cuenta con millones de habitantes atraídos por el trío sudamericano. Además de lo deportivo, para Barcelona representa una gran oportunidad de negocios con el merchandising, la televisación y los partidos amistosos.

Barça, en definitiva, va por la reconquista del sitial que se supo conseguir a partir de la explosión de Messi y de sus lugartenientes de eficacia probada, tales como Xavi, Iniesta, Busquets, Puyol y Víctor Valdés, entre otros. Ahora, mientras Leo se reacomoda a su posición de búsqueda del centro de área, no sólo contará con la movilidad de Neymar por un costado sino con el poder definición de Luis Suárez por el otro. Así, asoma la alta expectativa para comprobar, definitivamente, si es que se empezará a rodar la película "Barçamérica fútbol-arte, Parte II".

Fabián Galdi @fabiangaldi