Mendoza, al compás de las milongas

De lunes a domingo, estos espacios se reparten por diferentes puntos de la ciudad y el Gran Mendoza. Baile, buena música y compañía para brillar en la pista, son las claves de este fenómeno que crece y no distingue edades.

Un trago que se cuela entre las mesas, una milonga clásica que comienza a sonar y las parejas que se buscan para iniciar el baile.

Zapatos de tango bien lustrados, él la toma de la cintura y se funden en un abrazo, para recorrer toda la pista al compás de la música.

Ese mundillo de milongas, tan característico del Río de la Plata, donde hombres y mujeres, entendidos y principiantes, van en busca de la magia del arrabal no solo se palpita en los bodegones de Buenos Aires.

En las grandes ciudades del país, el tango y sus milongas forman parte de la geografía y la cultura urbana, requerida por turistas y lugareños. Y Mendoza conforma el circuito de centros que se unieron a este fenómeno, que cada día suma más adeptos.

Tierra de sol y del buen tango

Corrían los primeros años del 2000 y la milonga llegaba para quedarse en la ciudad. Fue el teatro Las Sillas quien se unió a esta práctica, donde se ofrecían clases y luego el momento del baile. El bailarín Carlos Chacón fue quien tuvo la iniciativa y luego de 13 años ya forma parte de la movida milonguera de Mendoza.

“En la actualidad, doy clases y pongo música en la milonga de Vararte los días domingos. Y desde hace tres años, estoy en el Estudio Zona, donde doy clases y luego hay prácticas. En este caso, las prácticas son más informales que la milonga, ya que no es tan exigente con la música y puede variar en su estructura. Mendoza tiene un buen nivel, comparado con otras milongas de Córdoba o Rosario. El movimiento va creciendo lentamente y en 15 años se multiplicaron los espacios. Lo bueno es que va creciendo el interés y muchos jóvenes se suman a estos encuentros, que no distingue edades, ni sexo”, apunta el bailarín Carlos Chacón sobre el crecimiento paulatino de las milongas y el formato de prácticas en Mendoza.

Por lo general, en cada espacio donde se abre una milonga, el hielo se rompe con las clases previas dictadas por los maestros. Allí concurren turistas, mendocinos, entendidos y principiantes, dispuestos a ser parte del mundo del tango. Y, antes de la medianoche, la pista se abre para la milonga y se extiende hasta la madrugada.

La estructura es de tres tandas, en las que suenan tangos y vals clásicos de la época de oro del género, se corta con una cortina y en el medio el descanso de los bailarines; que comparten charlas y una buena copa de vino. Esa escena se repite todas las noches en Mendoza. En la actualidad, bares y centros culturales se unieron al fenómeno y, de lunes a domingo, en la Ciudad el tango no descansa.

Otra de las clásicas, desde hace más de una década, es la Milonga de Ana y Luis. La pareja de bailarines dicta clases a diferentes niveles, los lunes y jueves. Y el domingo es el día sagrado para el baile.

"El movimiento ha crecido bastante, por lo general van solos y solas, y muy pocas parejas. El mendocino no tiene tanta constancia para aprender, pero sí el turista; que capta muy rápido las reglas del baile. Nuestro espacio apunta a los visitantes. Y, aunque el nivel es medio, lo importante es que se sume gente y el movimiento crezca. Muchos lo subestiman y bailan por imitación, pero el tango es como la escuela, necesitás estudiar para bailar bien. Lo bueno es que se suma mucha gente joven y en una década el público milonguero creció", comenta Luis Núñez, otro de los referentes de la movida en Mendoza.

La calle San Juan de la Ciudad, fue una de las arterias donde existieron varias milongas a comienzos del 2000. Hoy, en el clásico restó García & García, todos los jueves se enciende La Pipistrela Tango; comandada por Noelia Argumedo, Marita Gómez y Oscar Arce.

A las 21.30 comienzan las clases de tango, para dar paso a la tertulia con maestros, dj invitados y, en ocasiones, música en vivo con reconocidas orquesta del medio. Un espacio con siete años de vida que se convirtió en un clásico de la difusión y crecimiento del tango como danza.

En este afán de sumar más seguidores, bares y restó se apuntan en la agenda del tango. Es así que La Interzona Bar, en pleno barrio Bombal de Godoy Cruz, invita a sus "Martes de Milonga". Un encuentro con el baile y la música, combinado con la gastronomía y el vino.

La milonga comienza a las 21.30 y se extiende pasada la medianoche. Este es uno de los puntos de referencia de los jóvenes para bailar y aprender tango.

Otro de los espacios que volvió a adoptar a la milonga, es el renovado teatro Las Sillas. Semillero de tangueros en Mendoza, propone todos los sábados un encuentro con el tango y el buen gusto. Lucas Galera es el dj oficial, encargado de subir el volumen de la pista.

Tras un breve receso, la milonga volverá a la trasnoche de la sala a partir del 13 de enero, y durante todos los sábados, para conformar el punto de encuentro del público arrabalero.

Chacras de Coria, uno de los puntos turísticos a pocos minutos del centro, se unió a la movida del tango con la Milonga de Chacras La Jodida. El teatro Leonardo Favio, frente de la plaza distrital, es el escenario donde cada domingo los amantes del 2x4 pueden disfrutar de una milonga tradicional. Además de abrirse a diferentes expresiones artísticas, la sala conforma la Red de Milongas Independientes de Mendoza; que se unen a la demanda del público y el gusto de los turistas.

Baile bajo la luna

Con la llegada del verano, las milongas al aire libre se suman al circuito de encuentros, como un lugar distendido e informal. Plazas y veredas se transforman en el escenario oficial, con los parlantes a todo volumen y los zapatos que despuntan la pista.

Desde noviembre hasta marzo todos los domingos, en la Alameda, el Balcón de Tango ilumina la noche de la calle San Martín. De 21 a 23 se dictan clases y milonga gratuita, y se ofrece un espectáculo en vivo para quienes quieran sentir, escuchar y bailar al ritmo del 2x4.

Una de las pioneras de las milongas al aire libre es Patricia Poblet que arrancó su novena temporada como organizadora de la "Milonga de la Plazoleta Vergara", ubicada en la intersección de Belgrano y Arístides Villanueva. "Bienvenidos a la Milonga", reza un cartel de madera apoyado en una farola donde, cada viernes, el presentador Pepe Panoquia es el encargado de musicalizar el encuentro; con canciones clásicas y melodías nuevas que suenan en los arrabales.

Aquí el estilo es desestructurado. Todas las semanas un grupo de parejas, bailarines y transeúntes curiosos se reúnen entre tangos y milongas a la luz de las estrellas, para demostrar sus cualidades en el baile y enseñar a los novatos. Jóvenes y adultos se funden en un abrazo y recorren las baldosas de una plaza característica del centro de la Ciudad.

Mapa milonguero

Milonga con Ana y Luis. Domingos a las 22, en Belgrano y Pedro Molina.

La Pipistrela. Jueves, a las  23,  García & García (San Juan 165).

Milonga Vararte. Domingos, a las 23 en Vararte (Chile 1230).

Martes de Milonga. Martes, a las 21.30 en La Interzona Bar (Yrigoyen 276, Godoy Cruz).

La Practilonga. Prácticas con Carlos Chacón. Miércoles y viernes, a las 23, en Estudio Zona Tango Mendoza (Perú 1779).

Milonga La Jodida. Domingos a las 21, en teatro Leonardo Favio (frente a la plaza de Chacras).

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