Meditación, el arte de poner la mente en pausa

Se trata de una de las técnicas esenciales para hacer un ‘stop’ y reiniciar la cotidianidad con otra mirada y energía. Como profesa el dicho: “Una mente sana en un cuerpo sano”. Aquí te brindamos las pautas básicas de la meditación, desprovista del halo d

Muchas veces el término “meditación” pareciera aludir a técnicas de relajación, o meramente posturales, muy lejos por cierto de lo que implican en realidad.

En una época de frenesí vivencial, y cuando la realidad multimedia que ofrece la posibilidad de estar (al menos en apariencia) en varios puntos a la vez y con varias o muchas personas a un sólo ‘touch’, la necesidad de hacer un parate es imprescindible para conectarnos con el cuerpo.

La meditación como técnica y herramienta es importante para lograr ese encuentro con uno mismo y así lo explica la especialista Analía Ausinaga (presidenta de la Alianza Mendocina de Yoga, directora del Purna Yoga Ashram, y  vicepresidenta de la Federación Argentina de Yoga): "La meditación es una 'técnica', pero mucha gente usa este término inadecuadamente ya que se cree que 'meditar'' alude a 'pensar algo' cuando justamente es lo contrario, es 'no pensar'", recalca.

- ¿En qué consiste ese 'no pensar'?

- La condición normal de la mente es moverse de una idea o pensamiento a otro. Cuando decimos que vamos a meditar en realidad lo que hacemos es tratar de lograr que la mente se quede quieta, usando como soporte algo en donde fijar la atención. Para ello primero hay que practicar la concentración para enfocarnos en ese ‘algo’.

Comúnmente se usa la respiración, que es lo que se tiene más a mano y lo más sencillo. Así la persona se concentra en cada inhalación y exhalación logrando dejar la mente quieta.

- ¿Cómo se trabaja con esta técnica?

- Primero hay que concentrarse en algo que puede ser como dijimos, la respiración, o en algún otro objeto, imagen o sonido sencillo. La persona puede imaginarse un objeto y tratar de dejar sólo la atención puesta en eso, es decir en observar porque el estado que logra la mente en la meditación es la ‘observadora’. Se trata de no pensar, sólo de mirar aquello que pusimos en foco.

Esto es de mucha utilidad pues muchas veces, a través de una meditación, la persona puede percibir cuál es la tendencia de sus pensamientos, qué tipos de pensamientos aparecen o surgen para distraerla del objetivo de ‘no pensar’. Es una manera de autoconocimiento.

La manera más sencilla de iniciar esta técnica es concentrarse, sentir sólo la respiración, tratando de no distraernos. Lo primero que ocurre es que la persona se dice: “no quiero pensar nada”, pero que al momento termina distrayéndose con ideas que surgen. Al principio sucede esto de no dejar la mente quieta. Es normal y un ejercicio permanente que se va perfeccionando.

La base es no pensar nada, y tampoco incentivar la imaginación. Por ello, para meditar, hay que elegir algo sencillo como la respiración o un objeto simple y abstracto.

- ¿Se puede hacer en casa?

- Totalmente. El mejor momento es en la mañana, ya que la persona se levanta con la mente descansada y entonces resulta más sencillo.

Si estamos todo el día con miles de cosas que hacer, resulta más difícil lograr que la mente se aquiete. Cuando se logra hacer este espacio y descanso mental, cuando volvemos a usar el pensamiento, lo hacemos de otra manera. Se ven las cosas diferentes. Incluso quizá aquello por lo que nos hicimos tanto problema lo vemos de otra manera, y con más de una solución posible.

-¿Dónde conviene instalarse para meditar?

- En cuanto al lugar, estas técnicas implican siempre estar sentados en el piso. La idea es mantener el cuerpo erguido, aunque para nosotros los occidentales sea bastante difícil, ya que esta técnica viene de India en donde la gente hace todo sentada en el piso. Desde la antigüedad es costumbre y común esa postura.

La postura de quien desee meditar es sentado en el piso (tipo indio) con los pies debajo de las piernas, buscando que la espalda quede derecha para fortalecer los músculos de la misma.

Para aquellos que recién se inician en esto pueden empezar sentándose en una silla, pero tratando de no apoyar la espalda, para así fortalecer la zona lumbar, e imaginando que los tiran de la coronilla hacia arriba, y relajando los hombros. Se puede empezar con unos minutos al día.

- ¿Es como resetearnos como si fuéramos una computadora?

- Como sacarnos el “enchufe” un ratito. A veces el agotamiento y estrés tienen una gran parte de influencia en cómo nos sentimos más que lo físico en sí... Lo mental se traslada al cuerpo y lo vemos en el cansancio muscular, la fatiga y el agotamiento del cuerpo.

- ¿Qué objetivos suelen tener aquellas personas que van a meditar?

- La gran mayoría lo busca como una manera de aprender a relajar la mente. Algunos con una intención más religiosa o espiritual, ya que en todas la religiones el contacto o experiencia que se desee tener de Dios (o de la forma de él que cada uno le dé) se da a partir del hecho de dejar ese espacio en la mente para generar esa conexión que se desea. Todos se benefician de la meditación.

- ¿Va siempre de la mano del Yoga?

- Sí. El yoga no se trata sólo de hacer posturas. La meditación es parte del yoga, sin meditación no hay yoga. Éste último busca llevarte a que puedas meditar, que a veces implica estar en movimiento, haciendo algo con la mente centrada en lo que la acción marca para ese momento... Es otra forma de meditación, es dinámica. Es muy buena para aprender a concentrarse en el momento presente, “en el aquí y ahora”.

- ¿Por qué?

- Porque se dice que cuando uno se concentra en el justo momento presente, no hay mente, y la mente en realidad siempre se proyecta hacia el futuro o se va hacia el pasado, ya sea a los recuerdos o pensamientos... Cuando dejamos el alrededor dejamos la mente quieta. A muchos les resulta útil  meditar haciendo algo.

La meditación “zen”, por ejemplo, se usa haciendo algo y estando plenamente consciente de lo que se hace y nada más. Las cosas salen mejor, se disfruta de lo que se realiza.

La mayoría de nosotros podemos estar haciendo algo que nos gusta, pero por lo general estamos pensando en otra cosa. Es la tendencia de la mente. Por eso meditar con alguna actividad, y centrar nuestra  atención y disfrute sólo en ella, es muy positivo. Puede ser desde limpiar la casa hasta cocinar.

- ¿La mente sobre el cuerpo es determinante para enfermarla o sanarla?

- En yoga pensamos que sí. Por supuesto que venimos con bases genéticas y otras aspectos que traemos. Pero la manera de vivir y el estilo de vida que decidimos llevar a la hora de cómo tomar todo, puede hacer que esos aspectos se despierten o no, se desencadenen o no.

Toda enfermedad o malestar tiene una gran base mental, espiritual, viene de los sentimientos y emociones.

De ahí la importancia de dejar la mente quieta para conocernos bien y sacar aquello que no nos hace feliz, preservando aquello que sí. La meditación es un gran camino de autoconocimiento.

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