Mauricio Macri: “Va a haber más empleo si baja la inflación y aumenta la inversión”

Dice que encontró el Estado en una situación peor de la que imaginó y le pega duro al kirchnerismo. Cree fundamental sincerar la situación para empezar la recuperación y asegura que 2017 será el año del despegue. Defiende los decretos.

Fue un día duro el viernes pasado para el presidente Mauricio Macri. Temprano viajó a Santa Fe para anunciar un acuerdo con el sector lechero en circunstancias especialmente tensas: a la misma hora y en la misma provincia, fuerzas de seguridad perseguían a los prófugos del triple crimen de General Rodríguez. Desde La Plata le informaban de la represión con balas de goma a cesanteados públicos.

A las 17.30, media hora después de lo pautado, caminando despacio, de saco sport azul entallado, pantalones claros, sin corbata y sin medias, zapatos también sport, el Presidente recibió a los corresponsales de seis diarios provinciales -entre ellos Los Andes- en uno de los pabellones de la residencia de Olivos para repasar su primer mes al frente del gobierno, que se cumple hoy.

Su interés fue conceder su primera entrevista como presidente a los medios de las provincias y no a los que están afincados en la Capital Federal, como gesto hacia el interior del país.

Casi sobre las 7 de la tarde, en helicóptero, Macri se trasladó hacia su quinta Los Abrojos, en Los Polvorines, al noroeste del Gran Buenos Aires, para pasar el fin de semana. Allí, según informó un comunicado oficial casi a la medianoche, jugando con su hija Antonia se fisuró una costilla.

Durante la hora que conversó con la prensa, pese al cansancio que revelaba su rostro, Macri se mostró locuaz. Pidió tiempo y paciencia para su gobierno. Criticó al kirchnerismo por el manejo del Estado, negó que detrás de las cesantías haya una persecución política.

Y defendió el nombramiento de dos jueces de la Corte por decreto. Además, en un mensaje a los gremios y a los empresarios, esta vez no parafraseó a Arturo Frondizi sino a Juan Domingo Perón: “La estrella polar de un país es la productividad”, recordó.

-Apenas ganó la elección se esperaba un cimbronazo económico, pero tras levantarse el cepo, por ejemplo, el dólar se mantuvo estable y el cimbronazo parece político: el problema presupuestario de la provincia de Buenos Aires, la triple fuga, la represión en La Plata. ¿Usted lo esperaba?

-El problema que tenemos es que hay muchos argentinos que sienten que no pueden aspirar a más, que defienden lo que está mal a toda costa; (buscan) encerrarse y atrincherarse, que son palabras que hemos escuchado en estas últimas semanas, ¿no?

-Se refiere a funcionarios kirchneristas…

-En general, o sectores que creen que tienen algún beneficio (aunque)… Esa tensión va a seguir. Esto es lo que estamos viendo con estas reacciones. La mezquindad de la política de decir 'no te apruebo el presupuesto porque no quiero que resuelvas los problemas' porque, además, si los resolvés implica terminar con muchas cosas que están mal, que son hasta mafiosas diría yo, que es lo que está pasando en la provincia de Buenos Aires.

-¿El estado en que encontró el Gobierno es el que imaginó cuando estaba en campaña?

-Peor. Claramente peor. Encontramos un desmanejo de lo público, yo diría, inédito para la historia de la Argentina. Aquellos que han pregonado la importancia del Estado lo que han hecho es dedicarse a desarticularlo.

-Las cesantías masivas en el Estado alimentan las críticas opositoras. Concretamente, lo acusan de perseguir militantes y no de analizar si trabajan o no.

-Eso es falso. Nosotros venimos por un Estado que funcione. No queremos un Estado que se encierre en el no servicio, en la defensa de relatos que no tienen contacto con la realidad. El Estado no está a la altura del desafío que tenemos que enfrentar como sociedad.

-¿Qué va a pasar con los precios? ¿Temen un rebrote inflacionario?

-Lo que hemos hecho nosotros, cumpliendo lo prometido en la campaña, es desatar las fuerzas, la energía de la Argentina. Tengo un enorme optimismo puesto en que ahora, siendo un país normal, con un único tipo de cambio, sin restricciones a la exportación, manteniendo el comercio con el mundo en forma normalizada, Argentina va a empezar de vuelta a expandir su economía. Por eso sostenemos el compromiso para llegar a un dígito inflacionario en un par de años.

-Los empresarios de la alimentación se negaron a retrotraer los precios…

-Ha habido de todo. En enero, claramente, lo que estamos percibiendo es un retroceso en muchos precios, una desaceleración enorme de la inflación. Creemos que hay de todo. También los argentinos estamos aprendiendo a que no nos van a llevar por delante. Si algunos precios están muy arriba, bueno, consumimos otro tipo de productos, retraemos la demanda, y eso ha obligado a que aquellos que se han hecho los vivos hayan tenido que retroceder.

-¿Qué expectativas tiene con las próximas paritarias?

-Que seamos todos responsables. Que abonemos a cuidar el empleo. Va a haber más empleo si bajamos la inflación y aumenta la inversión. Con lo que hemos hecho hasta ahora, logramos que se abra la inversión. Ahora tenemos que comprometernos a bajar la inflación y actuar consecuentemente.

Aunque algunos se ponen nerviosos, la estrella polar de un país, decía el general Perón, es la productividad. Todos tenemos que volver a comprometernos con ese concepto. Eso significa que cada uno debe estar orgulloso de ser el mejor en su puesto. A esforzarnos para decir 'yo soy el mejor en lo que hago'.

-¿Cuándo se hará la modificación de Ganancias?

-La AFIP está trabajando para presentar una nueva escala que estará dentro del paquete de reformas impositivas que enviaremos al Congreso en marzo. Hay que tener un poco de paciencia.

-Algunos gremios dicen que no hay un espacio de diálogo. ¿Le preocupa que se abran conflictos sociales?

-Tengo la confianza de que nos vamos a entender. El tema es que creo que están ansiosos o están sobreestimando nuestra capacidad. Pasaron muy pocos días desde que asumí. Me parece que deberían ser un poco prudentes. Creo que venimos muy bien, hay un clima muy favorable dentro del país y aún más afuera.

Hay que saberlo administrar. Si lo hacemos bien, vamos a ir para adelante. Creo que este 2016 debe ser fundacional y el 2017 puede ser el año del gran despegue de la Argentina.

-El kirchnerismo señala que la devaluación benefició sólo a un sector, pero ha ido en perjuicio de los sectores con menos recursos.

-Acá la única verdad es crear más trabajo. Todo lo demás son discursos. Nos están queriendo llevar a un país que hace cuatro años que no crece y que ahora va a volver a crecer. Lo que nosotros hemos hecho es crear las condiciones para que vuelva a generarse empleo.

El camino hay que empezar a recorrerlo diciendo la verdad. No diciendo que el dólar valía un precio al que no se conseguía, cuando además había otros valores muchísimos más caros; sin poder importar, sin poder exportar.

-¿Qué expectativas tiene para con el peronismo? Hay algunos dirigentes que se muestran más dispuestos al diálogo, como algunos gobernadores, pero hay un sector más combativo que incluso está haciendo denuncias penales contra el Gobierno.

-Nosotros estamos abiertos al diálogo. Esperamos que ellos colaboren y tengan una actitud constructiva. Creo que muchos de ellos la tienen, pero claramente los que tienen más que ver con la conducción de los últimos diez años tienen otra actitud.

-¿Cómo se compatibiliza el discurso de necesidad de una mayor institucionalidad que pregonó en la campaña con los DNU y los más de 200 decretos simples que firmó en sus primeros días?

-Claramente. Creo que en la transición que tenemos por delante falta ir corrigiendo, lo más rápido posible, cosas que alteran el normal funcionamiento de la Argentina. Y tengo un instrumento constitucional que son los decretos de necesidad y urgencia, que no tienen nada que ver con otra facultad, también constitucional, que es el decreto que firmé para nombrar en comisión dos jueces para la Corte. Esta es la única solución si el Senado no quiere nombrar a los jueces. Porque con tres miembros la Corte no puede funcionar.

-¿Qué cambios habrá en materia de coparticipación federal?

-La Ley de Coparticipación es una etapa final que no veo cerca. Pero lo que veo cerca es que todo lo que se hizo por afuera o por arriba de lo que dispone esa ley sea modificado. En la reunión con los gobernadores, (el ministro del Interior) Frigerio planteó que son mucho más (los recursos) que van por afuera que lo que llega por la ley a las provincias.

Son las transferencias no automáticas, que conllevan una enorme discrecionalidad. Hemos encontrado decenas de miles de millones de pesos en obras comprometidas, muchas de ellas comenzadas y a mitad de camino, sin ninguna lógica.

-¿Qué hay que esperar de la negociación con los fondos buitres?

-Estaremos la semana que viene en la primera reunión con Daniel Pollack (el mediador) y los holdouts. Vamos a transmitir con claridad que este gobierno quiere resolver el tema pero que queremos una negociación justa que nos ayude a salir de esta situación lo antes posible.

Tengo la esperanza de que la buena predisposición que hay en el mundo hacia la Argentina, a partir del cambio de gobierno, se refleje en que podamos solucionar este tema.

Cornejo, el vino y el apoyo clave de Sanz

-Respecto a Mendoza, usted no ha dudado en señalar que tiene una buena relación con el gobernador Cornejo.

-Le tengo mucha confianza al Gobernador.

-Ya ha decidido un anuncio para el sector vitivinícola, para solucionar el problema de precios por el sobre-stock vínico (NdR: como publicó ayer Los Andes, se destinarán 75 millones).

-Estamos trabajando para encontrar una solución a este exceso de mosto. Estamos preparando una propuesta que ya vamos a anunciar. No la puedo decir ahora porque me quedo sin anuncios (risa). Creemos que, de ahora en más, debe haber reglas de juego claras, sin retenciones, sin límites a las exportaciones.

Queremos que a cambio la industria vuelva a invadir el mundo entero de vinos de calidad. Creo que Mendoza ha sido un ejemplo de lo que los argentinos somos capaces de hacer. Pero también hay obras clave. El martes anuncié la licitación y adjudicación antes de fin de este año de una autovía entre el aeropuerto de Mendoza y la ciudad de San Juan.

Es una obra muy importante porque es una ruta con altísimo tránsito y hay muchísimos accidentes. Pero estas obras hay que hacerlas por todo el país. Si no logramos impulsar el plan de infraestructura, que es la base para alcanzar la “pobreza cero”, Argentina no va a poder crecer porque está estrangulada. No hay rutas, ni caminos, ni puertos que funcionen bien.

-Decía que con Cornejo tiene una buena relación. ¿Qué otro dirigente del radicalismo rescata en esta construcción de una coalición?

-Con todos estamos bien. Yo estoy feliz, estamos integrados trabajando. Con los del Congreso, con los de mi gabinete. Empezando por Ernesto Sanz, que es una de las personas de mayor consulta para mí, por más que por motivos personales él haya decidido no integrar el gabinete.

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