Madres en WhatsApp: cuando el grupo deviene en conventillo

Un especialista español enumeró una serie de recomendaciones para regular las conductas en torno a la red social y lograr aprovechar sus potencialidades. Se trata de nueve puntos para tener en cuenta.

Los grupos de madres de alumnos que participan de WhatsApp muy habitualmente terminan generando situaciones negativas que perjudican los vínculos y terminan por ser obstáculos para una herramienta que puede ser verdaderamente útil.

¿Qué mejor que despojarlos de los vicios para aprovechar sus virtudes? Es en lo que pensó el español Oscar González, autor del libro “Familia y Escuela, Escuela y Familia” y por lo cual elaboró un listado de recomendaciones para mejorar el uso de la red.

Abusos, solicitudes en horarios inadecuados, comentarios desatinados, usos impropios abundan y en muchos casos expulsan a los participantes. Asimismo, aprovechar la reunión virtual suele ser ocasión propicia para cuestionar a la docente o la institución lo que provoca conflictos e incomodidades.

“Es el viejo conventillo llevado al 2.0”, sostuvo Mario Lamagrande, psicólogo especializado en temas informáticos.

El psicopedagogo Alejandro Castro Santander, quien ha profundizado el tema, aseguró que los del español son “consejos de sentido común, parten en general de cosas que han ido sucediendo desde que apareció (WhatsApp)”.

Agenda de los hijos

Una de las principales problemáticas es que al poder acceder los padres a la información y tareas los chicos pueden relajarse o desentenderse de sus responsabilidades. De allí una de las principales recomendaciones de González:

1) No te conviertas en la agenda de tu hijo: deja que aprenda a asumir sus propias responsabilidades.

“Es básico de la psicopedagogía, el chico se acostumbra a que tiene la muleta de los padres y se desentiende un poco”, explica Castro Santander. El asunto es cómo lograr el equilibrio: la recomendación es apelar a la consulta on line sólo cuando el alumno esta impedido de cumplir con algo. Si así no fuera, aclararle que se lo ayudará de manera excepcional, pero que es su responsabilidad hacerse cargo de tal o cual cosa.

Sobre el asunto, Lamagrande comentó que el problema no es la herramienta, sino que siempre han existido mamás que iban a pedir la tarea y alumnos que la terminan y generosamente la comparten. Pero esta red vino a facilitarlo y se incurre en abusos por lo que las madres solidarias terminan por cuestionarse su actitud o molestarse.

2) Utiliza el grupo de Whatsapp de la clase para intercambiar información útil sobre tu hijo y el grupo-clase. Si no tienes nada positivo, útil e interesante que aportar mejor no escribas nada.

3) Si tienes algún problema que resolver con el docente, no lo hagas a través del grupo: ve directamente a la escuela a hablar con él cara a cara. De esta forma, le darás la opción de que pueda ofrecer sus argumentos sobre lo sucedido.

El psicopedagogo dijo al respecto que en ocasiones se “usa para difundir rumores, muchas veces que van en contra de la autoridad del docente, por eso se recomienda hablarlo directamente con él”.

Códigos para vincularse

La conducta que se tenga dentro del grupo marcará el clima, por eso hay códigos que deben manejarse para mantener una relación positiva.

4) Respeta a los demás y su intimidad: una vez que se comparte un contenido ya no hay marcha atrás.

5) No escribas lo que no dirías a la cara. Piénsalo detenidamente antes de enviarlo.

6) Ante el mal uso de alguno de los miembros del grupo, no dejes pasar la ocasión de mostrar tu disconformidad y hacerle ver que no es la manera correcta de proceder.

7) Evita comentar y divulgar los rumores que se compartan en el grupo e intenta erradicarlos. El rumor es una construcción grupal: todos los que participan o comentan el rumor son sus constructores pues cada uno de ellos aporta algo al mismo.

En este sentido, Castro Santander mencionó el tema de los subgrupos, donde “a veces no se habla mal del docente, sino de los otros padres; esto demuestra que el problema no está en la herramienta, sino en el mal uso”.

Por su parte, el psicólogo señaló que es común que alguna madre sea etiquetada de alguna manera, etiqueta que impacta en la conducta del resto para con ella y que incluso ha llevado a algunas mujeres a una situación tan insostenible que han sacado a su hijo del colegio por sentirse discriminadas.

8) Si tus intentos de eliminar estas actitudes del grupo son fallidos, siempre tienes la opción de abandonar el grupo y dejar de formar parte del mismo. Aunque algunos no lo entenderán, a veces es la mejor opción.

9) No compartas en el grupo contenidos que atenten contra la privacidad de nadie ni sea ofensivo hacia otros (padres, docentes, etc.).

El español culmina su propuesta con una invitación: “Hagamos un buen uso de esta herramienta y convirtamos estos grupos en una oportunidad para promover un acercamiento entre familia y escuela, con el fin de conseguir establecer una auténtica alianza educativa por el bien de nuestros hijos y alumnos”.

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