Macri, una mochila difícil de cargar

El gobernador Cornejo analiza desdoblar las elecciones legislativas porque la valoración del Gobierno nacional cae entre los mendocinos. Pero la decisión puede tener efectos colaterales.


Marcelo Zentil - mzentil@losandes.com.ar

La realidad obliga a barajar y dar de nuevo en la política constantemente y eso le está pasando por estos días a Alfredo Cornejo: Mauricio Macri se ha vuelto una mochila difícil de cargar en tiempos electorales.

No es que el Gobernador esté pensando en romper su sociedad con el Presidente, que ha sido generoso al momento de asignar obras y ayudar con fondos a Mendoza, pero sí al menos analiza despegarse cuando llegue el momento de votar.

El plan del Gobierno mendocino siempre fue hacer las elecciones legislativas provinciales junto a las nacionales, en agosto (primarias) y octubre (general).

Pero los desatinos nacionales han obligado a pensar en un plan B: adelantar e incluso demorar hasta principios de 2018 la votación que renovará la mitad de los legisladores provinciales y de los concejos deliberantes departamentales.

“Me asusta un poco lo que pasó los últimos días”, cuenta un radical encumbrado que le dijo Cornejo. “Toman medidas políticas como si sólo se tratara de decisiones administrativas”, completó el diagnóstico el mandatario sobre el acuerdo con Correo Argentino, la sociedad de la familia presidencial, y el cambio en el cálculo de aumento a los jubilados.

Esa falta de muñeca política, de calle, que demuestra el equipo de gobierno nacional es lo que más preocupa a sus aliados radicales de todo el país e incluso a muchos macristas.

Si finalmente Cornejo desdoblara las elecciones, la UCR local mantendría su alianza con el Pro dentro de Cambiemos, pero evitaría el “efecto ancla” de una elección nacionalizada, con epicentro en la provincia de Buenos Aires, que terminará plebiscitando la gestión de Macri.

En Casa de Gobierno se tienen mucha fe si lo que se pone en juego es sólo el apoyo o rechazo al trabajo de Cornejo, pero la ven más difícil (no necesariamente una derrota, pero si un triunfo más ajustado) si se arma un combo con la Nación.

Aunque nunca lo admita públicamente, se sabe que Cornejo consume con obsesión las encuestas y los últimos números muestran una brecha cada vez mayor entre las gestiones provincial y nacional en la valoración de los mendocinos.

De los siete u ocho puntos de hace algunos meses se ha ampliado a casi 20 puntos. Demasiado.

Esa diferencia implica un gran riesgo porque la UCR pone en juego muchos legisladores provinciales, que entraron gracias a la muy buena elección de 2013, que tuvo a Julio Cobos como principal candidato y en la que se presentó sin alianzas.

Pero además es riesgosa porque si avanza el plan de reformar la Constitución, también los mendocinos deberán votar si quieren o no el cambio y ya se sabe lo difícil que es lograr que el “Sí” llegue al 50 por ciento del padrón.

Tal vez, si el peronismo estuviera remontando y ganando adhesiones día a día, la decisión ya estaría tomada. Pero el PJ no logra recuperarse de la debacle de 2015 y aún permanece en un pozo donde los mismos nombres de siempre buscan repartirse los cargos de las listas. De la imprescindible renovación, ni hablemos.

Eso tranquiliza al Gobernador, que va a estirar la decisión lo más que pueda, a la espera también de la anunciada mejora económica que aliente algo el consumo y mejore el humor social. “Estoy invicto, nunca perdí una elección”, calma a los suyos que lo visitan.

Camaleones

Por las dudas, y enterado de la idea que  sobrevuela la cabeza de Cornejo, el presidente del Partido Justicialista, Omar Félix, avisó la semana pasada que ellos se oponen al desdoblamiento electoral.

El motivo esgrimido son los costos que tendrá duplicar la cantidad de votaciones en tiempo de vacas flacas para la provincia y el país.
El argumento suena atendible: para qué gastar millones sólo por satisfacer la estrategia electoral del oficialismo de turno.

El problema para el justicialismo es que hace dos años, sus intendentes (entre ellos el hermano de Félix, Emir) forzaron al entonces gobernador Paco Pérez a desdoblar las elecciones para despegarse  de la debacle del cristinismo.

Fue pura estrategia electoral y más costos para una provincia que ese año no pudo pagar los sueldos a tiempo cuatro meses, una de las causas de que el peronismo aún no pueda salir a flote.

En política, todo depende del lado del mostrador en el que uno se encuentre. Por eso, radicales y peronistas se prestan los argumentos para un mismo tema, según sean oficialismo u oposición.

Por ejemplo, ahora los impulsores de la reforma constitucional en el Gobierno aducen que ningún proyecto de gestión puede ejecutarse en “sólo” cuatro años y por eso piden la reelección de Cornejo. Lo mismo decían Pérez y los suyos en 2013, cuando pretendían lo mismo.

Un escéptico de los que nunca faltan en el amplio oficialismo actual cree que la diferenciación con Macri es sólo una “excusa” y el desdoblamiento sería para ganar tiempo, por si la aprobación de la necesidad de reforma se demora en la Legislatura más de lo planeado.

El borrador que hace meses vienen escribiendo el senador Juan Carlos Jaliff y el ministro de Gobierno, Dalmiro Garay (con un rol cada vez más protagónico) va tomando forma de proyecto definitivo y debería estar listo en marzo (ver página 8).

El viernes, Cornejo admitió por primera vez en público que quisiera hacer la reforma durante su gobierno. En privado, les repite a sus cercanos que son ellos los que deben dar el empujón.

De aprobarse la idea, en 2018 habría que hacer la elección de constituyentes. Entonces, sólo en cuestión de meses, si hubiera desdoblamiento por las legislativas, los mendocinos deberán ir a votar cinco veces. Seguramente, mucha gracia no les va a causar.

En el Pro creen que finalmente no va a haber desdoblamiento en las legislativas, aunque por las dudas avisan que de avanzar esa idea puede existir un “riesgo colateral”.

Si Cornejo se desmarca, la Casa Rosada lo va a interpretar como una traición y la relación con Macri ya no será la misma. Ni tampoco los beneficios.

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