Macri pasa el fin de semana en la casa de los reyes de Holanda

La invitación se había mantenido en secreto. Por eso se adelantó el viaje dos días. La agenda oficial de la visita empieza mañana.

En su primera visita de Estado a los Países Bajos, Mauricio Macri y su pequeña comitiva aterrizaron ayer en Amsterdam y comenzaron a cambiar la dinámica de la relación bilateral: el rey Willem Alexander y la reina Máxima los invitaron a pasar el fin de semana en Villa Eikenhorst, la idílica casa de campo que transformaron en residencia real, en medio de un bosque en Wassenar, un pueblito a 20 kilómetros de La Haya.

La invitación fue considerada “un secreto de Estado” por el Gobierno argentino hasta la llegada.

Los soberanos y los Macri son amigos. Se conocen de sus comunes vacaciones en el country club Cumelén en Villa La Angostura y se visitan cuando están en la Patagonia. Una experiencia que repetirán en Holanda y por la cual el presidente argentino adelantó su llegada 32 horas. Oficialmente, la visita comienza mañana y habrá una activa participación de los reyes a lo largo de todas las actividades.

El problema fue protocolar en el hotel Sofitel Le Grand. Durante una hora, bajo el viento de una primavera soleada, todos los ejecutivos del establecimiento esperaron al Presidente, sin que nadie les avisara que no iba a llegar.

Su arribo coincidía con una aristocrática boda en el hotel en el mismo momento y fue un gran “imbrogio” logístico, diplomático y de seguridad. Finalmente, una combi gris arribó desde el aeropuerto con personal administrativo y custodios argentinos. Una secretaria pidió “la llave de la suite del Presidente” y anunció que “él está en otro lado” y vendrá “después”.

En la recepción en el aeropuerto sólo estuvo en la comitiva el embajador Horacio Salvador, pero no el resto del personal de la embajada.
Macri y su esposa Juliana se dirigieron directamente a la casa de los reyes, a mitad de camino con el aeropuerto. Allí pasarán el fin de semana como invitados personales de los soberanos holandeses.

Disfrutarán de un lugar paradisíaco, con una casa real rodeada de lagos y árboles centenarios, a cuyo bosque tiene acceso el público. Las hijas de los reyes van a la escuela pública del pueblito de Wassenar.

Las inversiones en control de aguas y energías renovables, las exportaciones, Holanda como un socio clave comercial para Argentina y el vínculo entre la sociedad civil, están en el corazón de una agenda apretada y diversa.

La delegación se alojará en un hotel de Amsterdam, sobre un canal, en la plaza Dam. El Presidente y su esposa vivirán desde mañana en el palacio real Dam, donde son recibidos protocolarmente los mandatarios extranjeros.

La llegada de Macri a Amsterdam da vuelta la página de la historia entre los dos países. Holanda fue uno de los primeros inversores en Argentina cien años atrás y el presidente Arturo Frondizi la había visitado durante su mandato.

Luego fue un país que recibió a los refugiados de la dictadura militar, defendió los derechos humanos en la Argentina en los peores días, ayudó a sus organismos y presionó para salvar la vida a detenidos y desaparecidos.

Como consecuencia, el casamiento del entonces heredero y hoy rey Willem-Alexander se transformó en una crisis constitucional porque Máxima, la futura reina, era hija de Jorge Zorreguieta, empresario azucarero y ex secretario de Agricultura del gobierno de facto del general Jorge Rafael Videla.

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