Mitos y verdades sobre lubricantes femeninos

Los tiempos son rápidos y furiosos, y el momento de encuentro con la pareja (o con un otro casual) no parece exento de los apuros cotidianos. Incluso suele verse mermado ya que cada paso de la previa puede quedar desfasado (por desconocimiento, estrés o apuro) y generar dolor o molestia ante la falta de lubricación femenina.

Hombres y mujeres tienen tiempos diferentes y eso es indiscutible, pero ante la carencia de lubricación en la mujer (que no implique una enfermedad de base) suelen utilizarse los denominados “lubricantes”.

Una herramienta que muchas usan y otras experimentan. Sin embargo detrás de cada campaña publicitaria suelen haber conceptos erróneos sobre la función real de este producto. El psicólogo y sexólogo Germán Gregorio Morassutti, aclara términos, disipa dudas, y echa por tierra varios mitos.

Lubricación, esa meta por alcanzar

“Antes de hablar de los lubricantes sería importante repasar cómo funciona la lubricación femenina, y cómo se produce, ya que hay mucho desconocimiento sobre el tema -apunta Morassutti-.

Mientras la lubricación masculina se produce a través de una glándula denominada como ‘glándula de Cowper’, que lubrica la uretra del hombre (ya que la usa no sólo para orinar, sino para eyacular, cambiando además el PH ácido), en la mujer no tiene su correlato”.

- ¿La mujer no posee ninguna glándula para su lubricación?

- Cuando hablamos de la vagina hay que entender que existen distintos tiempos y que los mismos implican una fase, tanto en la mujer como en el hombre. Hablamos de la fase de excitación de la relación sexual. Para lograr una excitación plena en un varón y en una mujer, un hombre necesita 60 cm. cúbicos de sangre, mientras que la mujer tiene la necesidad de 600. Este dato es para que se tenga una idea real del proceso en cada género.

Por eso mismo, los tiempos de excitación son totalmente diferentes, ya que para que el varón se excite se tienen que llenar nada más que dos cuerpos cavernosos. Para la mujer es muy distinto: necesita llenar la pelvis completa de sangre. Una vez que la misma se ha colmado, por diferencia de temperatura, la parte interna de la vagina suda, (como cuando el cuerpo levanta temperatura). Esa sudoración implica la lubricación femenina.

¿Porqué explicamos antes esto? Porque pocos saben bien acerca del proceso, y antes de la compra de cualquier lubricante es necesario tener una idea acabada, de cómo y por qué se dan tiempos tan diferentes en hombres y mujeres.

- ¿Qué función cumplen los lubricantes?

- Tienen todos la misma función: lubricar. Son a base de agua para que, acompañados de un preservativo, no se distorsione la calidad del encuentro.
Por su lado, y según José Luis Rodríguez, sexólogo clínico: "este tipo de geles o cremas son sólo lubricantes para facilitar la penetración.

El orgasmo femenino es complejo y lo más importante se encuentra a nivel cerebral, intervienen muchos factores que no se solucionan con una crema, pomada o gel. Lo que ocurre es que se presenta una visión mecanicista de la sexualidad, olvidándose de los aspectos de la relación, lo afectivo, el deseo y la historia de cada persona”.

Cabe preguntarse si los hay mejores que otros, a la hora de su uso. Según Morassutti: “son todos iguales. Sólo se diferencian en que algunos tienen mayor publicidad”.

- ¿Cuentan con agregados a la hora de la intimidad?

- Algunos tienen incorporados determinados aditamentos como la sensación fría, o de calor, que se perciben a nivel del lubricante. Son como ‘ingredientes’ para la venta.

- ¿Las que aluden a la etapa de excitación?

- Tal cual. Muchas veces en una relación sexual en la que no se espera la fase de excitación adecuada en la mujer, puede aparecer el dolor. Estos lubricantes evitan esas situaciones.

- ¿Cómo deben aplicarse y cuándo?

- Se pueden aplicar durante la etapa de excitación para estimulación de la vulva. La excitación es sumamente necesaria, ya que el clítoris es un área de mucha sensibilidad, y lo que en general provoca el orgasmo. Sin embargo, el clítoris estimulado, con poca lubricación, en lugar de dar placer, termina por generar dolor.

Si un varón toca el clítoris de una mujer sin lubricación, es como si la mujer tomara el glande del él, y lo rozara con la palma de la mano, sin lubricar: el dolor es el mismo. Muchas veces esas sensaciones de displacer duran más que las de placer. Entonces es bueno tener en cuenta que los lubricantes pueden ayudar tanto para el juego previo, como para la relación sexual, como un agregado más, que puede resultar positivo.

Eso sí, no hay que creer en esos que son “famosos”, y que se usan en publicidad, más para la fantasía que para la verdadera función que cumple el lubricante.

- ¿Cuándo es bueno y cuándo no usarlos?

- En general para las mujeres con menopausia resultan buenos, ya que comienzan a tener menos niveles de estrógenos, afectando muchas veces su lubricación. Por ello,un uso complementario en la relación sexual, está perfecto. Lo que hay que internalizar es que los lubricantes ayudan pero no reemplazan la etapa de excitación.

- ¿Hay que aplicarlos de determinada manera para que sean más efectivos?

- Se colocan siempre igual. Si se va a usar un preservativo, hay que aplicar lubricante sobre el mismo, y no debajo o arriba del pene, ya que esto puede generar que el exceso de lubricación haga que el preservativo se salga. Hay que tener mucho cuidado con este detalle. En la mujer se aplica sobre la vulva, ya que la función es la de lubricar el ingreso a la vagina.

Cuando la vagina logra la excitación, lo que hace es expandirse y por ello no genera roces. Esto, si estamos en la etapa específica de la excitación. En las prácticas anales, sí o sí, deben usarse; ya que es una zona que no lubrica de forma natural.

- Muchas personas creen que son preventivos de algún malestar.

- Eso es un mito: no sirven ni como anticonceptivos, ni para prevenir ninguna enfermedad.

- ¿Cuáles son los errores más comunes a la hora de la publicidad?

- Muchas veces se piensa que el lubricante va a implicar en la pareja niveles altísimos de placer, y en realidad no garantiza eso. Menos el hecho de generar multiorgasmos. Los orgasmos responden a cada uno de los integrantes de la pareja. Es importante que la mujer conozca qué le hace sentir placer, y se lo muestre a la pareja.