Los tupungatinos votarán las mejores vidrieras patrias

“¡Se ven lindas las calles mami! Es como si fuera un gran cumpleaños de alguien importante!”, comentó entusiasmada una niña a su mamá, mientras esperaban -comiendo copos de azúcar- que comenzara el desfile por el Bicentenario, que tuvo lugar en la siesta de ayer por el centro de Tupungato.

Como todas las ciudades para esta fecha tan especial, este departamento también se tiñó de celeste y blanco. Sin embargo, en este rincón de Valle de Uco la mayoría de las vidrieras lucieron un ‘cuidado’ homenaje a los 200 años de la Independencia argentina.

Un concurso promovido por la comuna fue lo que sedujo a los comerciantes, para que “pusieran toda la carne en el asador” en el armado de los diseños que expusieron tras los vidrios.

El premio mayor -de diez mil pesos- funcionó primeramente como señuelo. Sin embargo, con el paso de los días, los dueños de los diferentes locales se envalentonaron en una competencia que iba más allá: el orgullo de organizar el mejor homenaje tupungatino “a la libertad conseguida por nuestros patriotas”, como mencionaron varios de los consultados.

Frases sentidas; maquetas con la Casa de Tucumán, pinturas estampadas sobre los vidrios; diseños con telas, globos y papeles y maniquíes vestidos de época, fueron algunas de las ideas que utilizaron los comerciantes para “pintar” de un sentimiento festivo las calles de Tupungato.

“Hemos puesto todo el empeño en el armado de la vidriera. Nos copamos pensando y armando todo. Hasta ahora la gente que viene a comer o a tomar algo manifiesta su contento y hasta se sacan fotos. Estamos muy conformes”, sostuvo Mariela Aguado, dueña del restaurante La Buena Cosecha.

La mujer convocó a su sobrino, Diego Mazzeo, para que se sumara al desafío del diseño y éste a su amiga y artista, Karen Barroso, para que lo efectivizara. “Los chicos estuvieron todo un día pintando. Queríamos una frase desestructurada y las cadenas rotas, para resaltar el sentimiento de libertad. También le sumamos unas flores de ceibo para sumar un tono rojizo”, explicó Aguado.

En la lencería Ensueño, Beatriz Guidone y Liliana Gil estaban concentradas en vestir con trajes y miriñaques a dos maniquíes de la tienda. “Fue una buena idea. La verdad que es un gusto ver cómo todos nos las hemos ingeniado para armar nuestras vidrieras de manera ingeniosa y festiva. Lo bueno es que cada una tiene un estilo propio”, señalaron.

Los elementos que cada negocio tiene a la venta se convirtieron en material artístico. Así, la farmacia San Francisco de Asís ornamentó con un gaucho vestido y todas cajas de medicamentos, en celeste y blanco. La librería de Santina Brunetti apostó al patrimonio de nuestra tradición, montando maquetas con soldados de juguetes, guitarras y demás.

Otros tantos apostaron a los diseños y a la iluminación. Por ejemplo, las puertas del paseo comercial Valentino se convirtieron en la Casa de Tucumán. En el restaurante La Amalia, armaron un mapa del país formado con manos celestes y blancas. En la heladería Lomoro, las telas de colores patrios realzaron con las formas y el juego de luces.

“La respuesta a la convocatoria ha sido superior a la esperada; por eso vamos a extender las inscripciones hasta el miércoles, cuando pasaremos a sacar las fotos a cada vidriera”, argumentó Lucas Servilla, de prensa del municipio, quien destacó que no sólo los locales céntricos se sumaron a la movida sino también muchos de los distritos.

Los vecinos del departamento oficiarán de jurados. Lo harán poniendo un ‘me gusta’ en la página de Facebook de la comuna, donde estarán todas las fotografías expuestas desde el miércoles hasta el sábado.

Después, en un acto oficial, se hará el nombramiento de los ganadores y la entrega de premios. Hasta el momento, hay más de 20 comercios anotados para el certamen, que también contempla vouchers  para los que no obtuvieron el primer premio. Las vidrieras deberán seguir expuestas hasta el 9 de agosto.