Los socios políticos y los amigos

Macri dice que los gobernadores son socios en la transformación que busca y Cornejo es uno de los ejemplos. Pero también tiene gestos con los intendentes, con De Marchi a la cabeza.

José Luis Toso  - jtoso@losandes.com.ar

En su visita del viernes a la provincia, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dijo a los periodistas que para el presidente Macri “los gobernadores son sus socios en esta transformación de la Argentina y en esta necesidad de que el país se ponga de pie”.

El funcionario vino a firmar convenios entre la Nación y Mendoza para obras de urbanización y erradicación de viviendas en emergencia.

Si lo que dijo con respecto a Macri y los gobernadores es así, Frigerio es, justamente, un fiel intérprete de esa intención presidencial, puesto que es evidente el acercamiento que, a través del área que él conduce, la Nación viene realizando con las provincias desde el recambio institucional de diciembre.

Es indudable que el Ministerio del Interior ha retomado la necesaria relación que debe existir por su intermedio entre la Nación y las provincias.

Por otra parte, por tratarse de un economista de confianza de Macri desde hace muchos años, su designación al frente de dicha área cumple con una inocultable estrategia de acercar a las provincias enfocando hacia el problema que más duele, el de los recursos financieros.

Cada visita a esta provincia de Macri o uno de sus funcionarios de estrecha confianza, como es el caso de Frigerio, sirve para ratificar la imagen que en el Ejecutivo nacional sigue inspirando la gestión de Alfredo Cornejo.

Se reitera una admiración por el estilo político del godoicruceño que el Presidente siente desde que comenzaba a realizar el Pro el armado político en las provincias, pensando en la candidatura presidencial de su líder.

Rendida a sus pies. Precisamente, hay una generalizada coincidencia en la dirigencia política local: en estos primeros meses de gestión el Gobernador ha logrado "domesticar" la provincia bajo su mando.

En el plano político, la oposición en general, salvo la minoritaria izquierda parlamentaria, va aprobando las iniciativas del Ejecutivo sin mayores reparos. Contribuye a ello la gran alianza, con fisuras sólo menores y muy puntuales hasta ahora, que sumó en el mismo frente político a la mayoría de las corrientes influyentes de Mendoza.

En cuanto al justicialismo, la principal fuerza de oposición, sigue navegando a media máquina sin poder reponerse de las derrotas electorales del año pasado y sufriendo las consecuencias de la crisis de conducción irresuelta. A diferente escala, más o menos el mismo reacomodamiento que el peronismo está buscando a nivel nacional.

Hay en el PJ alguna expectativa con el proceso electoral en Santa Rosa a raíz de la caída de Salgado. Pese a la crítica situación que dejó quien hoy se encuentra detenido, los “viejos” referentes provinciales del peronismo consideran posible intentar de nuevo quedarse con esa comuna del Este.

En cuanto a los gremios estatales, salvo el sector docente y aun el judicial, paulatinamente Cornejo ha conseguido consensuar arreglos paritarios y atenuar las críticas iniciales. Era una obsesión del mandatario mucho antes de asumir.

Y en el plano judicial tampoco por ahora se observan mayores obstáculos. Justamente, en la semana, la Suprema Corte falló a favor del Gobierno al rechazar una cautelar planteada por personal nombrado en los últimos tiempos del gobierno de Pérez que fueron despedidos por la actual administración.

Cornejo no comparte el poder prácticamente con nadie, ni con sus colaboradores. Las decisiones de estrategia política son sólo suyas. Y con los referentes radicales nacionales, en especial con Ernesto Sanz, trata de no entorpecer y de que nadie invada el cercado territorio provincial que él mismo puso bajo su control.

Con los intendentes también. Retomando aspectos de la visita que el viernes hizo a Mendoza, el ministro Frigerio también habló muy bien de los intendentes en general, a los que de algún modo hizo partícipes de la política de diálogo que pretende bajar la Nación en ese claro acercamiento con las provincias.

En ese marco no pasó para nada inadvertida la elección de Luján de Cuyo para recorrer y mostrarse junto al intendente Omar De Marchi, actual titular del Pro local y uno de los pioneros del macrismo en la provincia cuando el partido del Presidente prácticamente no existía aún aquí.

Pero los acuerdos sellados se hicieron extensivos a comunas a cargo de justicialistas, como la de Maipú y San Martín. El liderazgo de cada jefe territorial en su ámbito de acción es seguido con atención desde Buenos Aires sin priorizar a qué color pertenece.

De Marchi es la cara visible del buen trato con los jefes municipales de la que hace alarde el macrismo. Aseguran, tanto en la UCR como en el PJ mendocinos, que la sintonía de las gestiones departamentales con la Nación es muy grande, sin distinción de signo partidario, aunque la mayoría de los “caciques” mendocinos encuentran lógico o razonable que la extensa fidelidad del intendente de Luján de Cuyo con el macrismo derive en algún tipo de beneficio superior hacia esa comuna, no sólo con la presencia en el mismo territorio, como ocurrió el viernes, sino, también, con alguna asignación de recursos por encima de lo que se puede esperar.

Como señalábamos, el Gobernador es tomado a nivel nacional como ejemplo de gestión, más allá de su carácter por momentos áspero y de exigencias que le toleran en el Pro, como la de firmar el reciente acuerdo por la restitución del 15 por ciento de coparticipación siempre y cuando se le aceptara la demanda del retroactivo por los últimos años no percibidos.

Sobre De Marchi recaerá la responsabilidad de fortalecer y posicionar al Pro en Mendoza sin prescindir del exitoso frente electoral que permitió a Cambiemos (Cambia Mendoza aquí) gobernar la provincia. El tiempo dirá si el lujanino está en condiciones de tener fuertes aspiraciones electorales en 2019.

Todo dependerá de que Cornejo no se equivoque y de cómo sea evaluada por la ciudadanía su gestión en las legislativas del año próximo. De Marchi tendrá que mostrar que pudo reconstruir su maltrecho departamento.

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