Operaron a un nene de amígdalas en Tucumán y murió a los pocos días

El pequeño Matías Juárez tenía una cirugía de amígdalas programada y al salir del quirófano el nene comenzó a gritar mientras aseguraba que no veía. El cuadro del pequeño se complicó y a los pocos días falleció.

Hoy se reunió por segunda vez la junta médica que analiza el caso. Mientras tanto, los familiares del nene esperan los resultados para saber fehacientemente qué ocurrió con el pequeño, ya que radicaron denuncia por mala praxis.

Según lo relató su mamá al diario La Gaceta, el pequeño tenía una cirugía de amígdalas programada y nada de que revistiera complejidad: “Entró riéndose a la cirugía, diciéndome que lo espere con helado. Me lo devolvieron en un cajón. Era todo para nosotros”.

La mujer detalló que tras la operación le detectaron un infarto en la mitad del cerebro, le comunicaron que el motivo podía ser un coágulo, pero no le dieron más explicaciones.

“Yo no lo veía bien. Salió gritando, me decía ‘mamá ayudame, no puedo abrir los ojos’. Me apretaba las manos. La única respuesta que nos daban era que iba a quedar en terapia para un mayor cuidado. Les pedí a los médicos que le hicieran una tomografía pero me dijeron que no hacía falta. Algunas horas después empezó a tener hemorragias por la boca y la nariz”, agregó su madre.

Según explicó María, su hijo era un niño sano y eso había quedado demostrado en los análisis prequirúrgicos. Sin embargo, después de la operación los médicos le dijeron que habían detectaron un infarto en la mitad del cerebro, tras lo cual recomendaron dos caminos: “Nos dieron dos posibilidades: descomprimir la mitad del cerebro o poner un catéter para medir la presión. La segunda era la más recomendable. Lo indujeron a un coma farmacológico y ya no pudo hablar más. Murió el 25 de octubre a las 6.30”, detalló.

“En vez de dar una explicación, les mandaron a la Policía. Los efectivos fueron quienes les dijeron que el niño había fallecido”, contó su abogada, Silvia Furque, al diario norteño.