Las redes sociales son el principal vehículo para los insultos antisemitas

Según un informe de la DAIA el 41% de las denuncias recibidas señalan a internet como el contexto donde se dan las mayores agresiones.

Las redes sociales son el principal vehículo para los insultos antisemitas
Las redes sociales son el principal vehículo para los insultos antisemitas

Las denuncias por antisemitismo alcanzaron los mismos niveles que el año anterior e internet pasó a ser el contexto de más agresiones con el 41 por ciento contra el 33 por ciento en 2011, informaron los responsables del informe de la DAIA que se difundió hoy durante un acto en el rectorado de la Universidad de Buenos Aires.

Los ocho puntos de incremento entre 2011 y 2013 de denuncias corresponden a las muestras de antisemitismo a través sobre todo de las redes sociales donde esa práctica encontró "la impunidad y el anonimato necesario para viralizarse".

"El contexto de Internet ofrece impunidad y garantiza el anonimato, una condición necesaria para el antisemitismo. A pesar de que las denuncias entre 2012 y 2013 se mantuvieron estables estamos en condiciones de adelantar que para 2014 se prevé que se repita el efecto de 2006 y 2009, a tono con el recrudecimiento del conflicto de medio oriente", dijo Marisa Braylan, directora del Centro de Estudios Sociales (CES).

El organismo, a cargo de la investigación que se propone difundir la problemática para enfrentarla desde 1998, estimó que "responsabilizar a la comunidad judía local de las políticas que toma el Estado de Israel es como mínimo una gran confusión. Nosotros somos argentinos".

"Nos preocupa no ser una sociedad inclusiva más allá de quién sea la víctima; y la ignorancia. Sabemos que lo que rompe con esto es conocer al otro; claro que al antisemita, al nazi convencido no le cabe otra cosa que la cárcel porque en Argentina el antisemitismo es delito", sostuvo Braylan.

La 16 edición del Informe sobre Antisemitismo en la Argentina que presentó hoy la DAIA, entidad representativa de la comunidad judía en Argentina, reveló que desde 2011 internet pasó a ser el contexto de más denuncias contra hechos antisemitas dejando en segundo lugar el espacio público (pintadas en la calle) con un 37 por ciento; mucho más lejos -con un 5 por ciento- las instituciones comunitarias; y un 4 por ciento los medios de comunicación.

Según el informe, internet también modificó el tipo de vínculo entre víctima y victimario en los hechos antisemitas ya que si bien en la mayoría de las denuncias realizadas durante 2013 prevalecieron los daños causados por anónimos (42 por ciento), también hubo un incremento de hechos de antisemitismo producidos a partir de un vínculo virtual con la víctima (39 por ciento).

En lo que respecta a los contenidos discursivos de las denuncias realizadas, prevalecieron este año las acciones de discriminación que utilizaron "simbología nazi" (45 por ciento); le siguen las expresiones xenófobas (22 por ciento); la asociación de la comunidad judía con acciones conspirativas para la dominación mundial (13 por ciento), y los términos antisemitas vinculados al conflicto de Medio Oriente (10 por ciento).

"El antisemitismo es una de esas batallas que no se ganan nunca, por eso nunca deben dejar de ser peleadas", dijo Waldo Wolff, vicepresidente de la DAIA, al explicar el motivo del informe.

Según el representante de la entidad, "el informe no deja de darnos vergüenza por el contenido que recoge y orgullo por lo que hacemos con esa realidad". Wolff explicó que "no tenemos ningún conflicto con nuestro apego espiritual a Israel.

El conflicto lo tienen aquellos que nos señalan. Somos argentinos y la ley argentina no vulnera ni cercena el derecho de alguien a expresarse a favor o en contra de un país".

"Nosotros, completó Wolff, no somos corporativistas; en el seno de la comunidad también tenemos diferencias respecto de nuestro posicionamiento sobre Israel y lo que pasa en Israel", dijo Wolff.

El vicepresidente de la DAIA aseguró que lo que "no vamos a permitir -porque es delito- que nos extranjericen. Somos argentinos judíos y no tenemos conflicto de identidad. Al discriminador por ignorancia hay que abrirle las puertas para que pueda conocer y saber; y al antisemita, despegado y disociado en su afecto, hay que combatirlo con todas las fuerzas".

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