Las Pascual: identidad y regionalismo en sello de autor

Desde su taller en Chacras de Coria las hermanas Pascual trabajan laboriosas en lo que más aman y las apasiona: la joyería contemporánea basada en la identidad regional. Un camino que desde sus inicios no fue sencillo, pero sí profundamente enriquecedor.

“Me casé con un orfebre, y en ese momento el único lugar en donde uno podía vender el trabajo que hacía era en la plaza Independencia.

Teníamos un puesto allí y vendíamos nuestros trabajos. Luego, por cosas de la vida, continué sola hasta que Marina se me sumó y no paramos más”, cuenta Marcela.

Así fue como junto con como Marina (que contaba con estudios de diseño y publicidad) “Las Pascual” (como se las conoce) lograron proyectarse con propuestas de verdaderas piezas de autor.

- ¿Cómo se fue dando el ascenso por esta pasión?

- Marina: Por aquel momento, a la hora de mostrar nuestros productos, teníamos sólo la Plaza Independencia, hasta que más tarde formamos parte de un grupo de artistas y artesanos que comenzó a mostrar sus trabajos en un local del Shopping. Ese espacio nos hizo dar cuenta de que había otro mundo al cual abrirse. Si a eso le sumamos que en Argentina comenzó justo una corriente de joyería contemporánea (que antes  no existía) podemos decir que  fueron puntos que dieron lugar a un cambio.

- ¿Cómo llegó esa corriente a ustedes?

- Marcela: En ese momento toda la información que llegaba era de Buenos Aires, vía mail, y tenía que ver con la joyería contemporánea. Habíamos logrado contactarnos con diversos diseñadores del medio que nos enviaban información acerca de esta nueva corriente, vinculada a la joyería, que no tiene que ver con la materialidad de los productos, sino  con la expresión y el diseño de los mismos.

- ¿A qué te referís cuando hablás de materialidad?

- Marina: En la joyería contemporánea, el valor no se pone en la materialidad ni en la piedra preciosa o el metal. Se pondera en el expresionismo, en los materiales alternativos y el diseño que se utiliza.

- ¿Qué las hizo marcar la diferencia a la hora de diseñar joyas?

- Marcela: En el 2000 lo diferente se hacía generalmente en plata. A pesar de que en Europa se usaban otros materiales, en la Argentina todo este movimiento de joyería contemporánea comenzó con la plata como metal alternativo. Me parece que esa corriente nos influenció mucho, y también el hecho de viajar a Chile. Definitivamente fue un punto de inflexión.

- ¿Por qué?

- Marina: Primero porque en Mendoza no encontrábamos mercado, entonces frente a aspectos fortuitos (una hermana que vive en Santiago hace 20 años) y no tener todo el eco que esperamos en Buenos Aires, decidimos lanzarnos a Chile.

Vientos de cambio

Además de contar con un mercado chileno asiduo a la labor de joyería de "Las Pascual", los clientes de otros lares se transformaron en seguidores de su sello de autor.

“Una cliente de Estados Unidos conoció nuestra labor en una feria de Chile y de ahí en más no paró de pedirnos piezas. Nos decía que le enviáramos diseños distintos siempre, lo que se nos ocurriera. Cuando concluyó la etapa de esa clienta nos dijimos: ‘siempre trabajamos para otros, veamos de hacerlo para nosotras y tratemos de desarrollar una línea que tenga  nuestra identidad’”, cuentan.

- ¿En qué se basó ese cambio?

- Marina: En ese momento resolvimos que las propuestas no iban a ser en plata, ya que todos lo venían haciendo y queríamos marcar una diferencia. Desde allí fue que decidimos hacerlo con alpaca cobre y bronce. Elegimos una línea de joyería contemporánea basada en la identidad regional.

- ¿Con qué otros materiales trabajan además?

- Marcela: Apostamos a metales como la alpaca, el cobre y el bronce para llevar a cabo una joyería textil especial, en donde utilizamos además aguayos originales y antiguos de regiones andinas.

- ¿Qué son los aguayos?

- Marina: Mantas andinas confeccionadas en las familias, todas de origen aborigen. Esas mantas se tejen al telar, con lanas y tintes naturales. Lo que hacemos nosotras es rastrearlos. Tomamos las partes sanas y las aplicamos a la joyería.

- ¿Cómo es el proceso?

- Marcela: Buscamos aguayos que estén muy deteriorados y rescatamos lo que queda sano de ellos, como una  manera de alargarles la vida a esas mantas, en una nueva pieza.

- ¿Cómo los consiguen?

- Marina: Al principio Marcela viajaba al norte. Luego por suerte, y porque contábamos con Chile como uno de los mercados más fuertes, nos encontramos con gente que nos brindó datos para conseguir esos aguayos, ya que tienen una ley que los protege. Estos textiles no pueden cortarse.

- ¿Qué piezas de joyería realizan?

- Marcela: Tenemos una colección de aros, brazaletes, anillos y collares. Contamos con una línea fija, más comercial y bajada a la calle, pero también con otra que es la que más placer nos da hacer: las de piezas únicas que podemos pensar. Todo está hecho a mano y el proceso es bastante largo, antes de llegar al producto sacado del horno

. Trabajamos pieza por pieza y el textil sólo lo manejamos nosotras, al igual que todas las combinaciones. En general elaboramos mucho a pedido, en sitios de perfil de tienda de museo (con piezas únicas o de autor), o aquellas de diseño con productos de nicho reducido.

Desafíos pendientes

Ferias, premios, exposiciones y una apuesta permanente a ir por más forman parte de actitud de vida, crecimiento y profesionalismo de las hermanas MM Pascual. En su último viaje fueron convocadas a exponer en Japón, para participar de una feria de compradores en la capital de ese país (junto a Pupé Giribet y la creadora de bikinis mendocina Victoria Estelrich).

- ¿Qué falta a nivel provincial?

“Somos grandes motivadoras desde la docencia y el trabajo que hacemos, y eso es parte de lo que falta. En Mendoza falta motivación y más apoyo de políticas culturales que generen movimiento. Si no se respetan los espacios, uno no puede formar a nadie. Hay muchos diseñadores que están haciendo cosas geniales, pero no las están mostrando en Mendoza, sino en otros lugares porque acá no hay una valoración completa de lo que significa un trabajo de autor”, dicen las Pascual.