Las heladas de setiembre alertan a los productores de almendra

El fruto está en etapa de cuaje y las bajas temperaturas son la gran amenaza ya que puede llevarse toda la producción.

Con demanda en ascenso y precios de venta que cubren los costos de producción, el presente productivo de la almendra en la provincia es digno de tener en cuenta. Sin embargo setiembre, especialmente la primera quincena, abre alertas entre los almendreros: la llegada de heladas.

Es que las bajas temperaturas pueden ocasionar estragos en los frutos. El año pasado la helada se llevó en Tunuyán toda la producción. Un caso fue el de Finca Los Almendros donde, el año pasado, 18 grados bajo cero ocasionaron la pérdida la totalidad de la cosecha. Por lo pronto en esas tierras productivas afirmaron que este año la floración viene muy bien, los almendros han empezado a cuajar y se está produciendo el proceso de la flor a la fruta.

En cuanto a las temperaturas, no han tenido, hasta el cierre de esta edición, heladas fuertes, principalmente teniendo en cuenta el pronóstico para este fin de semana.

En el caso de AGD el mayor emprendimiento de producción de almendras en la provincia, desde la firma prefirieron mostrar cautela, justamente por estar sus almendros en Lavalle en una fase crítica ante las heladas. 

En Guaymallén, el productor Agustín Grosso afirmó que la helada está incluida en sus costos de producción. "Las pérdidas que podemos tener por las heladas está contemplado así como también el viento Zonda", explicó el productor.

Afirmó que la almendra florece temprano, a fines de julio, principio de agosto, y que ya está florecida es un riesgo de helada y Zonda. “Todo lleva su riesgo y pérdida y luego hay que sumar la cosecha, que es carísima y no hay gente. En nuestro caso al ser un proyecto familiar es un costo que enfrentamos pero así con esta ventaja debemos invertir $ 20 mil por hectárea cada año”, detalló el productor.

Desde el Valle de Uco, sin embargo, destacaron que los valores referidos al costo por hectárea de almendros son mucho mayores y que en promedio oscilan en los $ 50 mil llegando en algunos casos a superar los $ 80 mil por hectárea por mes si se suman las tareas de labores culturales, cosecha y secadero.

Desde Finca Los Almendros sacan cuentas y afirmaron que con sólo $ 500 mil no les alcanza para cubrir todos los costos anuales, desde mano de obra que deben contratar más allá de tener los almendros por riego por aspersión pero con cosecha y secadero poseen un costo de $ 50 mil mensuales.

Los otros desafíos

Más allá de los avatares climatológicos, según los últimos datos aportados por el Instituto de Desarrollo Rural -IDR, los almendros en la provincia ocupan 2.085,6 hectáreas. Los oasis Este y Norte concentran gran parte de los emprendimientos productivos. También el organismo destaca el ingreso de nuevas variedades de origen español con cáscaras más duras.

“El cultivo del almendro se encuentra en un momento de gran dinámica varietal, implantándose principalmente nuevas variedades de origen español de cáscara dura, que representa actualmente más del 60% de la superficie total de esa especie”, precisaron desde el IDR.

En Mendoza y comparado a otros productores de frutos secos, los de almendras son escasos. Los pequeños y medianos están nucleados en el Clúster de Frutos Secos junto a otros productores privados de nueces, y otros frutos secos e instituciones públicas, entre ellas: el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Universidad Nacional de Cuyo (UN Cuyo) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). En tanto en solitario está la gran apuesta de Aceitera General Deheza -AGD- como ya lo publicó Diario Los Andes, los que poseen 500 hectáreas en plena producción en el departamento de Lavalle y esperan para los próximos años 300 hectáreas más en producción de almendras.

La radiografía del sector por parte del IDR también demuestra que algunos productores de almendras tienen sus propios peladeros fuera del Valle de Uco y le añaden valor a la producción.

“Generalmente, quien las cosecha, además las pelan, clasifican de acuerdo a su tamaño y variedad y las venden a quienes las usan en otros productos, como helados o chocolate, con clientes principalmente en tres ciudades: Buenos Aires, Córdoba y Rosario”, destacaron en el IDR.

A favor del fruto está que en Argentina no se alcanza a producir todo lo que se consume. Los productores locales solamente cubren el 10% de la demanda en tanto el restante 90% de las almendras son importadas.

Sin embargo la bonanza comercial en el eje de ventas, un kilo de pepita de almendra puede tener un precio de $ 250 a mayoristas en tanto al consumidor final puede trepar hasta los $ 550. Es una producción que está expuesta a robos. Los ladrones van por las bolsas de 20 kilos cuyo precio puede lograr los $ 5 mil. Los hombres de campo subrayaron que el vandalismo y robo es un flagelo y puede ser tanto o más dañino que la propia helada.

Finalmente otra realidad productiva acotada por los hombres del sector: los almendros comienzan a ser productivos y rentables luego de los 6 años.

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