Lagomaggiore: reclamos porque redujeron el sector de quemados

Es el único centro público en la provincia y referente en el oeste del país. Le sacaron 3 de las 15 camas pero aseguran que sumarán un quirófano.

El año pasado, el servicio provincial de Cirugía Plástica y Quemados, que funciona en el Hospital Luis Lagomaggiore, dejó de tener una terapia intensiva exclusiva porque se unificaron las 9 camas con la terapia intensiva general.

Hace unos días, destinaron una de las 4 salas de internación a otro servicio, con lo que de 15 camas pasaron a tener 12. Por eso, los trabajadores y ex pacientes se muestran preocupados por la posibilidad de que se siga reduciendo el espacio.

La unificación de las salas de terapia intensiva ya había generado descontento porque una persona que tiene un alto porcentaje de su cuerpo quemado está inmunocomprometida, por lo que no debería estar en el mismo espacio en el que puede haber estado internada una persona con neumonía, por ejemplo. Cuando se tomó esta decisión, se anunció que luego se evaluaría.

Pero cuando se empezó a hablar de que se destinaría una sala de internación a otro servicio de modo temporario y luego apareció una pared de durloc, entendieron que tal vez se trataba de una modificación definitiva.

Aún más cuando la respuesta que les dieron es que iban a analizar las estadísticas de atención del servicio.

Es que según explicaron, a veces hay pocos pacientes pero cuando se produce un accidente, como el de la destilería del año pasado, pueden llegar 5 personas en un mismo momento.

Algo similar ocurre cuando hay una revuelta en el ex Cose y los detenidos prenden fuego a los colchones. Pero además, también atienden a individuos que aparecen en otros servicios, como alguien que tiene una fractura y figura en los registros en Traumatología pero se le hace una cirugía reconstructiva porque perdió tejidos.

La inquietud no sólo es de quienes trabajan en el servicio, quienes resaltan que en esta época del año hay más quemaduras por las estufas, sino también de los ex pacientes.

Como suelen estar varias semanas internados, se genera un vínculo y son varios los que regresan periódicamente de visita. Al ver el nuevo muro, crearon una petición en Change.org para que no se cierre ni se disminuya el espacio físico de la sala de quemados.

Claudia Iturbe, secretaria gremial de Ampros, comentó que se reunieron ayer con los trabajadores y que están muy preocupados con la situación. Es que si bien reconoce que la sala se destinará a un uso importante, lanzó que “desvisten un santo para vestir a otro”.

En este sentido, planteó que la infraestructura es la misma desde hace décadas pero la población ha ido creciendo y no se han realizado ampliaciones para responder a este incremento de la demanda.

Iturbe resaltó que es un servicio de referencia del centro oeste del país, donde se atiende a personas de San Juan, San Luis, Neuquén, La Pampa y La Rioja. Además, hay cuatro residentes de segundo nivel, es decir, que tienen una primera residencia y ahora se especializan en cirugía plástica y quemados.

Por su parte, Mario Bustos Guillén, director del Lagomaggiore, explicó que en esta época del año tienen mucha demanda en terapia intensiva por las enfermedades respiratorias.

Por eso, decidieron acondicionar la sala de los médicos de terapia -donde descansan, estudian y hacen tareas administrativas- para los pacientes con tuberculosis, que deben estar aislados. A su vez, destinaron una de las salas de quemados a la de los profesionales.

Pero aseguró que no van a cerrar el servicio sino, por el contrario, preparar un quirófano para que se hagan curaciones y responder a un reclamo histórico.

Sí reconoció que analizarán las estadísticas de ocupación -52% en 2015 y 26% en lo que va de 2016- para ver si más adelante esta redistribución de camas se mantiene o modifica, ya que planteó que se debe optimizar el recurso.

Quemaduras y cirugías reconstructivas

Oscar Sadler ingresó al servicio del quemado en 1971, cuando funcionaba en el Hospital Emilio Civit, y siguió cuando fue trasladado al Lagomaggiore a principios de los ‘80, hasta que se jubiló en 2008. Entonces, rememora, tenían también una sala para niños, que luego se llevó al Notti.

En el Civit, comenta, el servicio estuvo en un primer momento como parte de Traumatología, ya que era una especialidad nueva y un tanto resistida porque el paciente sufre mucho y son personas que, al haber perdido su piel, están desfiguradas.

De ahí que tanto los médicos como los enfermeros que trabajan con quemados deban tener capacidad para enfrentar esto.

Ya en el Lagomaggiore se convirtió en un centro de referencia, donde no sólo se atendía al quemado, sino que se hacían cirugías reconstructivas.

Ya funciona el área en San Rafael

Aunque el Servicio del Quemado fue inaugurado en el Hospital Teodoro Schestakow, de San Rafael, en 2013, recién comenzó a funcionar esta semana.

Es que no contaba con personal capacitado ni elementos necesarios para el tratamiento. Por eso, hasta ahora, los pacientes del Sur mendocino eran trasladados al Hospital Luis Lagomaggiore.

Para poner en pleno funcionamiento el sector se refaccionaron las dos salas que se encuentran en el tercer piso del hospital, de modo que cumplan con los estándares de aislamiento que necesitan las personas que han sufrido quemaduras graves. También se destinaron al servicio dos cirujanos plásticos y se capacitó a los enfermeros.

El espacio de atención cuenta con dos salas, una con tres camas de internación y la otra con una batea especial para lavado de los pacientes, además de la sala de enfermería.

También se montó un sistema de rieles y poleas que permite levantar a las personas internadas y transportarlas por el pasillo que separa ambas salas.

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