La UNCuyo recuperó 6 hectáreas del Dalvian, pero no hay cómo acceder al terreno

El terreno está rodeado por una superficie que todavía no pertenece a la casa de estudios. No hay por dónde entrar.

Pasaron más de dos años de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que finalmente la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) recuperara la primera parte de los terrenos del litigio que mantiene con la firma Dalvian SA, propiedad de la familia Vila. Se trata de seis hectáreas de las cuales se tomó posesión el pasado martes, de un total de 32 hectáreas en conflicto. Más allá del festejo, las autoridades universitarias confirmaron ayer que todavía no se puede ingresar libremente al sitio porque se encuentra en medio de una extensión que aún pertenece a privados. Para cambiar esta realidad desde la casa de estudios se solicitó a la Justicia una autorización de ingreso permanente y público.

“El problema es complejo porque el predio al que nosotros tenemos acceso ahora técnicamente se denomina ‘fundo enclavado’ porque está rodeado por una superficie que todavía no pertenece a la universidad y que está en conflicto”, comenzó a explicar Daniel Pizzi, rector de la UNCuyo. Ante esta situación recalcó que si por ejemplo ellos desearan comenzar a forestar a partir de este momento, no tendrían manera de hacerlo. “Si quisiéramos tener acceso en realidad tendríamos que ingresar en helicóptero”, señaló.

En la presentación judicial en la que se solicitó una vía de acceso se muestra la necesidad de entrar a través de una de las puertas del barrio Dalvian. “Estamos esperando tener una respuesta en la Justicia sobre la base de una propuesta de entrada permanente y pública. Hay una gran expectativa tanto desde el Consejo Superior como de los estudiantes para tener acceso al predio”, precisó Pizzi.

El rector describió las seis hectáreas recuperadas como “el pedemonte típico de la montaña mendocina; está nivelado, con vegetación de la zona y mucha piedra”. Hay varias opciones para ese lugar que serán puestas a consideración en el Consejo Superior.

“Una idea que podría ser -y a mí me entusiasma- es la construcción del edificio de gobierno de la universidad, llevar toda la sala del Consejo Superior hasta allí”, describió el ingeniero y continuó: “La otra es llevar una especie de universidad para la comunidad. La universidad tiene una historia muy interesante en las aulas de tiempo libre por lo que se podría ampliar”.

En este sentido, el vicerrector Jorge Barón agregó: “La universidad ha ido creciendo y ya el campus histórico está saturado, inclusive para estacionamiento”. Para él, hay una lista larga de alternativas para instalar allí. “Va a haber que seleccionar y priorizar en función de los terrenos que vayamos recuperando. Tenemos la expectativa que la Justicia nos otorgue todo lo que corresponde”, remarcó.

Llegar a las 17

El próximo paso a seguir por las autoridades de la UNCuyo es la recuperación de 11 hectáreas más que harán un total de 17. “El martes también se resolvió el sorteo de un perito que tiene que nombrar la Corte Suprema de la Nación para que, sobre la base de su confirmación, especialmente por los límites en los que hay divergencias entre los técnicos nuestros y los de Vila, muy probablemente podamos tener acceso al total de 17 hectáreas”, adelantó Pizzi.

En tanto Víctor Ibáñez, director de Asuntos Jurídicos de la casa de estudios, explicó que se irá primero por las 17 porque siguen en posesión de la sucesión de Vila. “Los otros terrenos -15 hectáreas restantes al sur- han sido transferidos, vendidos a otros poseedores que son afines a Dalvian, pero legalmente son otros los dueños”, aclaró.

Al ir avanzando en las instancias de recuperación, las autoridades de la UNCuyo deberán tomar una determinación sobre los establecimientos allí asentados como lo son un boliche y un supermercado. “Una vez que la universidad tenga acceso a los terrenos iremos pidiendo los desalojos correspondientes para ir avanzando en la ocupación plena de lo que nosotros entendemos que es de dominio de la universidad”, destacó el rector.

Pizzi hizo hincapié en el tiempo que pasó desde de la sentencia de la Corte Suprema de la Nación hasta la posesión efectiva de las seis hectáreas. “Nos duele el tiempo que llevamos en litigio; también que la universidad en su momento no haya tomado el toro por las astas y haya decidido avanzar. Estuvimos dos años con el expediente parado”, remarcó y reconoció a los rectores que estuvieron involucrados en la definición de la Justicia.

Asimismo precisó que a partir de diciembre, a cinco meses de haber asumido, se empezó a trabajar de una manera más activa en la causa judicial. “Cuando llegamos a la gestión informamos a la Justicia que la universidad quería tener posesión de esas 6 hectáreas que estaban ofrecidas con acuerdo de Vila desde diciembre de 2012, siempre y cuando se respetara la posición de la universidad de recuperar el total de 32 hectáreas”, recordó Pizzi a la vez que aclaró que Vila había ofrecido esas hectáreas con el propósito de dar por terminado el conflicto con la universidad y no ceder el terreno restante.

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