La tragedia homosexual (y musical)

Un repaso por la biografía atormentada de Piotr Tchaikovsky y la génesis de su Quinta Sinfonía, que hoy interpretará la Filarmónica en el Teatro Independencia.

Partamos en dos el final de esta historia.  Primero, el que al público le gusta oír: el duque Stendbock-Thurmor le escribió una carta de queja al Zar.

En ella le contaba que el compositor ruso más famoso de finales del siglo XIX sentía atracción (o algún otro eufemismo de la época) por su joven sobrino. Ser homosexual en la Rusia absolutista podía devenir en pérdida de derechos civiles, condena pública, un exilio insoportable en Siberia.

Pero no, sucedió lo peor: Dicen que, en un juicio secreto, un “tribunal de honor” le pidió a Piotr Tchaikovsky (1840-1893) su propia muerte. El veneno estaba preparado de antemano.

Ahora la otra versión (la desabrida), que dice: “Cólera”. Una muerte repentina, pero dentro de los cauces naturales de lo pensable, de lo difundible y de lo opinable.

La versión del suicidio inducido tiene pocos respaldos, pero lo cierto es que su prolongada tragedia no fue otra más que no aceptarse nunca a sí mismo.

Tchaikovsky cumplió casi al pie de la letra la receta para montar su propia “tragedia homosexual”  (algo tan común en la cultura que ya es un tópico): Era artista, vivió toda su vida en el “closet”, tuvo un matrimonio fracasado, una mujer enamorada incondicionalmente de él (su mecenas), algunos amores inconfesos (inconclusos) y una muerte misteriosa. Por esto es que a los ojos estudiosos les gusta interpretar toda su obra como meros síntomas sucesivos de ese drama.

Su Quinta Sinfonía, obra con la que la Filarmónica de Mendoza cerrará el concierto de hoy (bajo la dirección de Nathalie Marin), fue estrenada en 1883 y, como muchas de sus piezas más inspiradas, es una ventana que, abierta de par en par, permite ver los remansos y las marejadas de una vida traumática y con brotes depresivos.

Es que Tchaikovsky la escribió con un fin programático, esto quiere decir: a la hora de bosquejarla tuvo intenciones de describir y relatar cosas.

¿Y qué dice? En los manuscritos dejó algunas pistas: el famoso tema con el que empieza el primer movimiento es la personificación del mismo Destino, y todo lo que sigue no es más que una lucha en la que el compositor duda si replegarse en sí mismo o afrontarlo, asumiendo lo fatídico del asunto.

La melodía del destino se sumerge y reflota todo el tiempo en el desarrollo de la obra, hasta que al final aparece con aire triunfal: el Destino venció sobre él.

Y para terminar de fusionar vida y obra, es sabido que sobre la melodía inicial del segundo movimiento, donde el pulso hipersensible del corno deja sin aliento a más de un escucha, escribió: “¡Oh, cómo te amo! ¡Oh, mi amor! ¡Cómo te amo… si tú me amas!”. En la música traducía lo que no se animaba a pronunciar.

Después de estrenada,  expresó que no se sintió conforme con ella, aunque quedó dentro de las sinfonías más queridas por el público. Es que lejos de las miniaturas simpáticas de “El cascanueces” (que cantan compulsivamente hasta Los Simpsons), esta cara emocional es la que más se acomoda al melómano promedio: ese que busca en el teatro el detonante para hacer catarsis con sus propias exigencias emocionales.

Para eso se sirvió de orquestaciones infladas y de melodías “románticas” en los dos sentidos: hablaban de drama y hablaban de amor. Y algunos creen que lo hacía hasta el empalago, por eso hay críticos que no dudan en condenarlo y llevarlo desde el bigote hasta el mismo noveno círculo de su infierno, donde el pecado es ser vulgar o “kitsch”. Ahí convive, según el filósofo Slavoj Žižek, con Sibelius y Rachmaninov...

Una ópera en castellano

En el Museo de la Educación finalizará el ciclo de Música Antigua que se desarrolló en él durante julio. El grupo Sotto Stelle interpretará la ópera de San Ignacio de Loyola, que es una de las tres obras dramáticas que se conservan en los archivos de las antiguas misiones jesuíticas de América. Fue compuesta entre 1717 y 1726, y se la atribuye al jesuita toscano Domenico Zipoli (1688-1726), conjuntamente con el también jesuita suizo Martin Schmid (1694-1772) e indios chiquitanos.

El texto, en castellano, tenía un propósito pedagógico en la época: el demonio intenta seducir a San Ignacio de Loyola y a San Francisco Javier, pero no lo logra.

Fichas

Orquesta Filarmónica de Mendoza, dirigida por Nathalie Marin. 
Solista: Emiliano Barri (saxofón).
Programa: Prélude à l'après midi d'un faune (Claude Debussy), Concerto da camera para saxo alto y orquesta (Jacques Ibert), Sinfonía N° 5 (Piotr Tchaikovsky). 
Hora y lugar: Hoy a las 21.30, en el teatro Independencia (Chile y Espejo). 
Entrada: $100, estudiantes y jubilados $80.


Ciclo de Música Antigua: Ensamble Sotto Stelle. 
Artistas: Analía López, Agustina Lo Vecchio, Jimena Semiz (sopranos), Milagros Rey (mezzosoprano), Cristian Mella (tenor), Mirna Castillo, Francisco Delgado (violines), Pablo Lo Vecchio (flauta), Cristian Canaviri (órgano), Sebastián Zabala (clave) y Agustina Guillén (cello).
Hora y lugar: Hoy a las 19 en el Museo de la Educación (ex escuela Mitre, San Martín 12). 
Entrada: Libre y gratuita (capacidad limitada).

Convocatoria

Mendoza será una de las sedes oficiales del 12° Concurso Internacional de Ópera Onlus, orientado a cantantes líricos profesionales y cantantes en formación (no profesionales), argentinos nativos o nacionalizados, o italianos residentes en nuestro país.

Por primera vez el concurso tendrá sede oficial en Argentina, y quienes audicionen resultando finalistas viajarán   a Italia en carácter de semi finalistas internacionales para competir con semifinalistas de toda Europa y Asia.

La audición en nuestra provincia será el 3 de agosto, de 10 a 20, en el Teatro Independencia.

Para consultas, comunicarse al (261) 438-0644. Toda la información necesaria y la inscripción podrán solicitarla al mail: concursointernacionaldeopera@gmail.com y consultarla en la página de Facebook: Concurso Internacional de Ópera o al teléfono (0221) 155-083051.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA