Mendoza perdió más de un millón de pesos por el paro de los trabajadores de juegos de azar

No se hicieron los sorteos de ayer ni el de esta mañana. Los empleados quieren los aumentos en las cargas impositivas

Por el paro nacional de los trabajadores de juegos de azar que empezó ayer la provincia no recaudó 1.300.000 pesos en promedio por las jugadas que no se hicieron, según informaron desde Juegos y Casinos.

Ayer se suspendieron los tres sorteos de Quiniela (matutina, vespertina y nocturna) y la matutina de hoy. Todas las agencias y subagencias oficiales estuvieron cerradas hasta el mediodía cuando los empleados de Ivisa volvieron a trabajar.

Impresora de Valores Sociedad Anónima Industrial y Comercial (Ivisa) provee el servicio de transmisión de datos entre la agencia y el Casino. La empresa de la familia Rosenzvit nació en 1963 y se dedicaba originalmente a la impresión de valores para bancos. Después se expandió hacia el juego, con emprendimientos en Tucumán, San Juan, Chubut y Chaco, entre otras provincias.

El sistema funciona así: cada vez que un apostador entra a una agencia oficial y hace su jugada, los números ingresan en la máquina encargada de la captura que es transmitida on line a los servidores del Instituto. Como los empleados de Ivisa adhirieron al paro, se suspendió el servicio.

El paro

Los trabajadores de juegos de azar, hipódromos, loterías provinciales y Lotería Nacional empezaron ayer un paro de actividades por tiempo indeterminado en rechazo al tratamiento del proyecto de ley para modificar el impuesto a las Ganancias que propone gravámenes al juego y que, según denuncian desde el sector, "desencadenará en despidos".

La medida de fuerza, que incluye a bingos, casinos, actividades hípicas, loterías provinciales y juegos de quiniela y poceada de la Lotería Nacional, contempla también la realización de una multitudinaria marcha nacional esta tarde al Congreso Nacional, donde la Cámara de Diputados debatirá las iniciativas sobre cambios en el impuesto a las Ganancias.

El secretario gremial del Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (Aleara), Ariel Fassione, explicó que "el sector ya paga el 60 por ciento de ingresos en impuestos, sin contar las cargas sociales, e inevitablemente cualquier nueva modificación desencadenará en despidos, y por lo tanto nos unimos a los compañeros gastronómicos, de hipódromos y agencias provinciales para parar y hacernos escuchar".

"Cuando uno va con 100 pesos a un bingo debe saber que el 60 por ciento se lo lleva directamente el Estado, a través del canon, ingresos brutos, tasas municipales y entidades de bien público, y de lo que queda se pagan salarios y los premios, con un control online minuto a minuto por parte de las Loterías", agregó.

Por último, afirmó que si el Congreso aprueba que se imponga un nuevo impuesto por cada apuesta y además se tenga que pagar por año 40.000 pesos por cada máquina tragamonedas o receptora de apuesta de quinielas, "el resultado será el inverso al buscado, porque cerrarán salas, habrá miles de despidos y el Estado recaudará mucho menos que actualmente".

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