La primera vez en el sexo, ¿influye en la vida amorosa?

Llegar a “estrenar” la sexualidad con otra persona es un paso muy importante que por lo general se ve rodeado de prejuicios y presiones. Muchas veces por esos preconceptos derivan en disfunciones que, si se repiten en posteriores encuentros, pueden constr

La primera relación sexual en la vida de una mujer y un hombre resulta un encuentro único. Se trata de estar por primera vez con un “otro” para experimentar nada menos que la sexualidad.

Sin embargo, lejos de las idealizaciones mediáticas, o las ponderaciones de pasillo acerca de lo que “debería” ser ese encuentro, lo más importante es llegar a él con la información adecuada, y la cabeza lo más libre posible de preconceptos y presiones.

¿Influye la forma en la que recordemos nuestra primera vez -positiva o negativa- en nuestras siguientes relaciones sexuales?

Según un estudio desarrollado por el departamento de Psicología de la Facultad de Medicina de Dunedin, en la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) así es. “Tener una experiencia emocionalmente negativa en la primera vez que tenemos sexo con alguien puede provocar disfunciones en este ámbito...”. Sin embargo, y más allá de los análisis foráneos, no se trata de asumir una postura determinante.

Como explica el licenciado Germán Gregorio Morassutti, psicólogo y sexólogo (integrante del equipo del consultorio de Salud Sexual, del Hospital Central), "lo que tiene mucho que ver en todo este tema son las expectativas que se tienen con la primera relación sexual. Es decir, las personas arman grandes ideas en su cabeza de lo que escucharon que 'debería' ser este momento, y se sabe que en general, en los primeros encuentros es la primera vez que uno vive la sexualidad en pareja, aunque previamente la haya experimentado solo/a, por lo tanto es un aprendizaje. Es normal que se piense que el primer encuentro nos debe generar (según nuestro  imaginario) que todo sea perfecto, pero en realidad esa extrema expectativa nos juega en contra. Hay que vivirlo lo mejor posible, cuidándose y libres de ideas 'fabricadas' de lo que debería ser ese momento".

- ¿Hay más idealización al respecto en las mujeres?

- Tanto en las mujeres como en los varones, se trata de una situación nueva que genera mucha ansiedad en niveles muy altos. Algo que es muy probable que produzca en este contexto (es decir el de la pareja nueva y alto nivel de ansiedad) la aparición de ciertas disfunciones, muy comunes de que se den.

- ¿Cuáles son las que pueden aparecer?

-  Por ejemplo en la mujer la falta de excitación, o los dolores en la penetración son las más habituales; mientras que en ellos problemas de impotencia o eyaculación precoz... Son disfunciones muy comunes que pueden darse en este contexto y con esos niveles de presión interna.

- ¿Eso repercute de manera posterior en las futuras relaciones que se tengan como grafican muchos estudios?

- Si se da la presencia de alguna disfunción en estos primeros encuentros dependerá de la pareja, ya que si la misma lo toma desde una perspectiva libre de expectativas prefabricadas (es decir como un primer encuentro en donde no se conoce al otro en lo sexual, y en donde este tipo de situaciones pueden pasar) no debería traer demasiadas consecuencias posteriores. Si se cuenta además con información de lo que puede pasar, se bajan los niveles de autoexigencia y presión y se toma de manera más natural la aparición de alguna disfunción.

- ¿Hay personas con mucho nivel de autoexigencia?

- Sí. Muchas veces el fallar en este primer encuentro para algunas personas resulta intolerable, y por consiguiente eso hace que se esté mucho más expectante y atento a las siguientes relaciones... Esto puede provocar que se repitan estas disfunciones porque quedaron en nuestra cabeza de manera potente y a modo de temor, algo que hace que el encuentro próximo pueda volver a tener estas disfunciones.  Cuando algo falla tenemos miedo que se vuelva a repetir.

- ¿Con qué miedos llegan los chicos al consultorio?

-  Si bien tienen miedos, hay muchos temas que tienen muy en claro; como el hecho de cómo protegerse. Es decir, el uso adecuado del preservativo, algo que es más que importante para los encuentros sexuales, no sólo por embarazos indeseados, sino para prevenir enfermedades de transmisión sexual.

Por otro lado, es importante evaluar la parte afectiva también. Si se está decidido, o no, a ese primer encuentro, ya que es una decisión que debe tomarse a conciencia en lo posible. Resulta bueno poder planificar ese primer encuentro, armar un contexto y planificarlo, y no que sea algo que se genere de manera repentina, sin cuidado y que no se alcance a disfrutar.

- ¿Las edades de iniciación se han modificado mucho con el tiempo?

- El inicio de una relación sexual depende de la calidad, y cantidad de información que se tenga. Mientras más información tienen los jóvenes, más retrasan el momento del primer encuentro sexual para planificarlo bien.

Además si hay menos información no se planifica ni disfruta adecuadamente y se caen en preconceptos de lo que debería ser. Eso sí, antes del encuentro sexual en pareja es importante un encuentro sexual con uno mismo, individual para poder conocerse...

- Es decir la masturbación...

- Tal cual. Hay que internalizar a la masturbación como un inicio importante para conocerse sexualmente cada uno (tanto el hombre como la mujer) y saber de esa manera  lo que disfruta cada quien. De esa manera se podrá llegar a   tener un encuentro placentero con el otro, e incluso hablar de lo que uno siente y disfruta... La comunicación es vital en las relaciones sexuales.

- ¿Sigue siendo un tema de los papás el hecho de acercarse a los chicos a informarles o hablar sobre la primera relación íntima, o van más a las redes y a internet?

- A veces cuentan con mucha información porque buscan en internet, pero mucho de ese flujo informativo no es científico. Entonces en la mayoría de los casos la función de los papás es la de buscar junto con los hijos información científica y llevarlos hacia ella.

- ¿Cuándo empezar a hablar de sexualidad con los chicos?

- Desde siempre. Desde la primera vez que preguntan acerca de alguna duda o algo que escucharon, brindando explicaciones y despejando interrogantes. La pubertad no es el momento para empezar a hablar. La conversación debe abrirse mucho tiempo antes, y después en la pubertad ir acompañándolos en sus procesos. Se trata de abrir canales de comunicación para que los chicos no tengan miedo ni vergüenza de consultar.

Tampoco se trata de sentarlos a hablar obligadamente...: les aburre, es tedioso, y no tienen ganas de escucharnos. Es decir: hablar no tiene que ver con darles clases magistrales de sexualidad, sino de oír lo que tienen para decirnos o preguntarnos y acompañarlos a buscar información científica adecuada.

- ¿Luego de una experiencia sexual negativa es positivo que el chico vaya a un sexólogo para consultar?

- Tengo muchos casos de chicos de 18 y 19 años, que les cuentan estas primeras experiencias truncas a sus papás, y hasta en muchas oportunidades han sido los propios padres los que les sacan el turno (con el aval del chico). Eso está re-bueno y es sumamente positivo.

Por ejemplo un tema de eyaculación precoz, en tres o cuatro sesiones puede tratarse perfectamente y se soluciona un conflicto que, de lo contrario, puede arrastrarse en muchos casos; hasta la adultez. De hecho a los 40 años es uno de los motivos más frecuentes que suelen verse en consultorio.

Lo más importante es que los chicos deben saber que hay que bajar los niveles de ansiedad y el supuesto “éxito” que debe lograrse en las primeras relaciones sexuales. Presiones que no sólo vive el varón sino también la mujer. Es fundamental informarse y no crearse una “idea” de calidad y cantidad que se transmite equívocamente desde la sociedad o algunos medios.

Es natural que la primera vez puedan existir disfunciones, por ello la información, la planificación de ese momento y la entrega para disfrutar sin presiones es la mejor mirada que se puede tener para lograr en el tiempo, una sexualidad plena.

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