La fe por el patrono de Mendoza se festejó también en las calles

El patrono de Mendoza, Santiago Apóstol, tuvo su fiesta como cada año y la gente renovó su adhesión hacia el custodio de los destinos de la provincia. Los actos se cumplieron en el interior de la parroquia Santiago Apóstol y San Nicolás y en el exterior, donde se montó un amplio proscenio para ofrecer una fiesta popular de danza y canto a la concurrencia. Por supuesto, las calles céntricas también fueron protagonistas al marchar por allí la procesión con la imagen del protector.

La reunión popular fue seguida por devotos mendocinos y también por turistas de Brasil, Chile, España y de provincias como San Juan, Jujuy, Catamarca y Buenos Aires, además de Capital Federal.

Una organización sustentada por unas 70 personas contribuyó al éxito de la celebración religiosa.

El momento culminante en las primeras horas de la tarde fue la marcha con la imagen del santo, a bordo de un jeep militar, por varias cuadras del centro. La que hizo el paseo, rodeada del cariño del pueblo, fue la representación en madera que realizó la hermana claretiana Marta Morcoder, actualmente en Roma

La jornada comenzó con una misa, presidida por el padre e historiador Eduardo López. En su homilía se refirió a los diversos aspectos en los que Santiago dio testimonio de su santidad, “predicando sin miedo hasta dar testimonio con su vida, muy lejos de la cultura mundana y de apariencias que impera en nuestro tiempo, porque el verdadero discípulo de Cristo siempre da testimonio con la verdad”.

Para otro sacerdote, Marcelo De Benedectis, fue la primera celebración en honor al patrono, ya que acaba de asumir como cura párroco de la iglesia de la Peatonal, luego de haber estado al frente de San Miguel Arcángel (Las Heras). El también vocero del Arzobispado remplazó al presbítero Daniel Forconesi, nombrado como vicerrector del Colegio Sacerdotal Argentino en Roma.

Llamó la atención la ausencia del arzobispo José María Franzini pero el propio De Benedectis explicó que el prelado estaba participando de un encuentro de la Conferencia Episcopal Argentina.

Muchos mendocinos y visitantes dieron testimonio de su veneración por el apóstol.

Los peregrinos

Alicia, vecina de Ciudad, dijo que pertenecía a los seguidores de las virtudes del apóstol, “que son las que tenemos que imitar”. Destacó que “la toponimia revela la importancia de Santiago en los diferentes países hispanoamericanos”.

Ángel Cisternas (21), que participó de la organización de la celebración, afirmó que “honrar al patrono es festejar a la persona que nos acompaña en el camino de fe que hemos asumido como catequistas”.

Mientras la música y algarabía campeaban en el exterior del templo, no faltaron quienes optaron por desfilar frente a las otras dos imágenes que se conocen del santo, ubicadas dentro de la parroquia. Una, pequeña y también de madera, concentró la atención de aquellos que pidieron por la salud propia y de familiares, que no haya temblores y hasta por el cese de los terribles incidentes de tránsito que siegan la vida de tantos jóvenes.

Arriba, en un entrepiso, también recibió rogativas la imagen que ya no sale, y que presenta al santo en plena batalla contra los moros. 
La representación que ahora se venera, la del discípulo de Cristo de pie con bastón y la Biblia, salió al exterior del templo y fue depositada en la parte trasera de un vehículo militar, custodiada por soldados del RIM 11 de Tupungato y del Comando de Brigada de Montaña 8.

Sobre un amplio escenario, artistas mendocinos hicieron gala de sus habilidades pero la primera en actuar fue la Banda de Música del Liceo Militar General Espejo, bajo la batuta del maestro Ismael Renato Latini. La agrupación hizo varios temas, empezando por el gato “El marucho”, y la conocida “Marcha de San Lorenzo”.

Luego subieron al tablado los conjuntos Amigos de la Danza (chamamé, shotis y mazurca) y Flor de Guaymallén, a quienes siguieron Los Caporales de San Miguel, que desplegaron una vistosa saya caporal. El programa continuó con diversos y entretenidos números.

El festival musical concluyó minutos antes de las 15, cuando dio comienzo el recorrido de los promesantes con el patrono.

Antes, la empresa gastronómica Oballes se encargó de alimentar a los presentes a precios accesibles. Hubo paella, locro, pizzas y empanadas. Para el típico plato español, el maestro paellero Mauro Fernández (26) volcó en las sartenes 25 kilos de arroz, 10 de calamares, 5 de pollo y 15 de camarones y mejillones.

Esa cantidad de ingredientes permitió servir 400 porciones del apetitoso plato, al precio de $ 65. Los postres tampoco escasearon y se vendieron raciones de pastaflora, lemon pie, tarta frutada y de coco, torta de chocolate y alfajores de maicena.