La cuestión mapuche y la violencia política

Desde hace ya algunos años, acentuado en el curso del presente, se han venido registrando hechos de extrema violencia producidos por organizaciones integradas por quienes dicen ser mapuches y por activistas de distinto origen que los acompañan.

Pocos días atrás un grupo de unos 20 encapuchados munidos de palos, piedras y aerosoles asaltaron la Casa de Chubut en Buenos Aires provocando grandes destrozos. En las pintadas con aerosoles se identificaron con la organización denominada Resistencia Ancestral Mapuche -RAM- como es conocida. La lista de actos de violencia es larga abarcando las provincias de Neuquén, Chubut, Rio Negro.

Según diversos informes algunos casos incluyen la quema de la estación Bruno Thomae del famoso ferrocarril La Trochita, emblema y orgullo de El Maitén. Los vecinos han sufrido más de una docena de agresiones violentas por parte de RAM: quema de cinco puestos y ataques a los puesteros y a sus familias en la estancia El Maitén, propiedad de la familia Benetton. Incendios en parcelas forestales y productivas, quema de galpones y maquinaria agrícola, robo de ganado, sabotaje a líneas eléctricas y destrozos de vehículos en cortes de ruta, y por cierto la ocupación ilegal de miles de hectáreas de tierras fiscales, privadas y del ejército. En Bariloche los objetivos del grupo fueron los refugios de alta montaña del Club Andino, primero quemaron el Neumeyer y luego incendiaron el refugio Jacob. En esos lugares dejaron un logo con el escudo mapuche y fusil que representa la lucha armada.

En el caso de La Trochita que data de 1922, vale apuntar que desde hace dos años el tren a vapor debió reducir de 402 a 25 kilómetros su histórico recorrido por la obstrucción y corte de vías. La Coordinadora de Turismo de El Maitén dice: "Además de incendiar la estación Thomae, el RAM nos impide atravesar su territorio y nosotros no nos arriesgamos a pasar con pasajeros y menos con turistas extranjeros”.

¿Qué son estas organizaciones y qué propósitos persiguen? Se pueden distinguir tres vertientes en los reclamos mapuches. Uno extremo es el RAM quien ha proclamado la lucha armada. Junto con su similar chileno, la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), declaran la guerra y proclaman la creación de la nación mapuche que, en nuestro caso abarca la totalidad del territorio al sur de los ríos Salado y Colorado. Ese grupo expresa sus ideas de extrema izquierda, anticapitalista, y de rechazo total del Estado Argentino que abiertamente y con lenguaje muy violento rechazan. Está dirigido por Facundo Jones Huala, de 31 años, actualmente preso en la cárcel de Esquel por actos de violencia.

Hace unos días le dijo a Periodismo para Todos que "está dispuesto a resistir a sangre y fuego". "Hay cosas que no puedo ocultar como afiliación política e ideológica. Nosotros validamos la violencia política como arma de autodefensa. Planteamos la liberación mapuche como reconstrucción de nuestro mundo. Somos como un brazo armado de un movimiento mapuche: usamos molotov, cuchillos, palos. Más de eso no podemos".

Curiosamente el RAM tiene sede en Bristol, Gran Bretaña, las autoridades son inglesas y están ayudados financieramente por instituciones británicas. A su vez se reconocen súbditos de una monarquía francesa descendiente del extravagante abogado masón Oriélie Antoine de Tounens que en 1858 desembarcó en Chile y se proclamó Rey de la Araucanía y de la Patagonia.

Las otras dos vertientes mapuches no apelan a la violencia. Una reclama total autonomía territorial dentro del Estado. Y un tercer grupo quiere seguir viviendo pacíficamente dentro de las leyes de nuestro país.

El respeto a las culturas no puede estar en contra de las leyes. Un Estado de derecho debe sintetizar ambas cosas, excluyendo la violencia.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA