Advierten sobre la contaminación dentro de los hogares

Es bastante común para la mayoría de la gente creer que el hogar es el lugar más seguro donde se pueda estar. Si se habla de contaminación, las acciones suelen concentrarse en paliar o controlar la que existe en el exterior, en espacios compartidos. Pero poco se piensa en la contaminación que existe dentro de la propia casa a lo que se suma la de los espacios de trabajo entre otros ámbitos cerrados, en los que transcurre la mayor parte del día.

Quienes trabajan estos temas aseguran que en estos espacios hay diversos contaminantes concentrados que pueden afectar el estado de salud. Bioefluentes producidos por el organismo, humo de tabaco, productos de combustión, partículas y microorganismos, radiactividad, humedad y parámetros eléctricos se concentran en el ambiente interior.

"En matemática ambiental venimos buscando soluciones a la problemática de las contaminaciones externas (...) pero las últimas investigaciones muestran que los lugares más contaminados son los interiores, ya que se concentran contaminantes de distinta especie", explicó Horacio Cangelosi, especialista en Educación Ambiental.

Las ondas electromagnéticas, los materiales de los que están hechos muebles y artefactos y hasta los elementos que se utilizan para limpiar se transforman en un combo que deja un aire de bastante mala calidad.

Cangelosi explicó que el tipo de muebles que se utiliza ahora con material formado por astillas de madera pegadas son uno de los elementos nocivos. Es que para formar algo macizo se utiliza un pegamento muy volátil (con formaldehído) que libera al ambiente elementos contaminantes. Por eso dijo que hay que preferir los muebles de madera maciza.

"Es riesgoso cuando hay alta concentración de este tipo de muebles en espacios cerrados con poca ventilación en invierno", señaló. Agregó que "se suma el MDF que se usa mucho sobre todo en muebles de cocina que también tiene una composición no saludable".

Mencionó además pinturas y revestimientos, "porque  tienen una gran cantidad de elementos químicos y metales pesados que se están incorporando por las vías respiratorias o por el tacto , como es el caso de los niños que tocan las paredes y luego se las llevan a la boca".

Aire que enferma

En un trabajo sobre el tema, Alfredo Estévez, ingeniero industrial especializado en aplicaciones de energía solar e investigador del Conicet que trabaja justamente en lograr construcciones más saludables y sustentables detalla que se pasa fuera de ambientes cerrados tan sólo 12,5% del tiempo. La mayoría de las actividades como alimentarse, trabajar o descansar se hacen dentro de ellos.

La poca ventilación a veces es tan grave que en algunas construcciones verticales se llega a hablar de edificios enfermos.

A esto hizo referencia el investigador: "las personas se enferman porque el edificio está mal ventilado, con pocas ventanas. Eso produce alergias en los ojos, dolor de cabeza, mareos y enfermedades respiratorias", enumeró. Entre las características de este tipo de construcción se cuentan además cierres herméticos, iluminación artificial y en niveles no adecuados, ambientes térmicos uniformes y cálidos (24ºC), ruidosos y con humedad demasiado elevada o baja.

En su trabajo detalla que las consecuencias pueden darse a nivel cutáneo, ocular, nasal, laríngeo, respiratorio y generarse dolores. 
Por otra parte,  Cangelosi dijo que una atmósfera saludable tiene un equilibrio entre iones negativos y positivos, pero tal cosa suele estar ausente en los ambientes actuales. Es lo que se conoce como ionización de las atmósferas.  Es la carga eléctrica que tiene el aire, los primeros favorecen la relajación, la concentración, rendimiento físico e intelectual y del sistema inmunológico. En cambio, los positivos son los que a nivel orgánicos se asocian con la formación de radicales libres que propenden al envejecimiento celular, estrés y mal rendimiento intelectual y físico.

"El problema es que por los materiales que usamos y el exceso de elementos electromagnéticos se sobrecargan de iones positivos , es algo muy parecido a lo que produce el viento Zonda que contamina, por eso tienen una sobrecarga impresionante de iones positivos, es como tener un viento Zonda permanentemente en el ambiente", detalló.  La calefacción, la carpintería que no es de aluminio y los plásticos concentran los positivos.

Sugirió equilibrar esta carga apelando a materiales naturales, ventilando e incluso humidificando el aire.

La doctora e investigadora Principal del Conicet CCT La Plata, Patricia Vázquez agregó que la cocina es "el sitio por excelencia donde mezclamos todos los residuos y realizamos las mayores torpezas en lo que a nuestra salud se refiere, el aire se contamina desde el tachito de basura y se esparce por toda la casa si esta no está bien ventilada y la separación de los residuos no se realiza con conciencia".

Dijo que los detergentes, jabones y elementos de limpieza que se usan para la higiene personal y de la casa contaminan muchos litros de agua que es "la que porta las enfermedades cuando escasea".

Más saludables

En su trabajo, el ingeniero Alfredo Estévez señala qué parámetros deben considerarse en cada ambiente de la casa para hacerlos más saludables. Como medidas generales se debe tener en cuenta:

- Mantener las paredes lisas, sencillas y con pintura o papel lavable
- el mobiliario debe ser de líneas rectas y sencillas, fácil de mover y con cajones que cierren bien
- Mantener las ventanas abiertas durante las mañanas y las cortinas descorridas para que entre el sol, ya que mata los ácaros
- Preferir cortinas enrollables y lavables
- El material textil debe ser lavable y preferentemente de algodón
- Mantener la mayor cantidad de cosas posibles guardadas, incluso los electrodomésticos
- Los almohadones y sillones deben estar recubiertos de material lavable
- La superficie de los pisos debe ser dura
- Mantener superficies secas, atenuar la humedad para evitar la formación de moho.