Murió un mendocino en la Antártida y el padre duda de la versión oficial

Alejandro Schneiter (39) falleció ayer en un barco de la Armada. Las causas del deceso y el traslado de los restos desvelan a su familia.

La muerte de un marino mendocino ayer a bordo de un barco a pocos kilómetros de la Antártida mantiene inquieta a su familia. Es que al dolor lógico de la pérdida se suma el hermetismo de las Fuerzas Armadas que no les han explicado fehacientemente a sus familiares qué ocurrió con el médico de 39 años. "Necesito saber qué le pasó a mi hijo", dice su padre, desesperado.

El teniente de fragata Alejandro Martín Schneiter se recibió de médico clínico hace 10 años en la Universidad Nacional de Cuyo. Desde entonces trabajó en distintos hospitales del mundo. Prestó servicios en un hospital de Barcelona, en otro de Nueva York, vivió en Sudáfrica y fue miembro de la organización internacional Médicos sin Fronteras.

Ese mismo espíritu inquieto fue el que lo llevó a enrolarse en la Armada argentina, donde ingresó hace 4 años. Y fue a bordo del aviso ARA "Suboficial Castillo" donde halló la muerte de forma, por el momento, misteriosa, cuando estaba a un día de llegar a la Antártida.

"Ayer a las 14 la llamaron de la Marina a mi hija y le avisaron que Alejandro había muerto por un infarto no traumático dos horas antes", contó a Los Andes Arturo Shneiter, un reconocido abogado mendocino que busca con impotencia recuperar el cuerpo de su hijo y saber qué le ocurrió.

“El motivo por el cual no nos dejan ir a Ushuaia es por razones militares. Y tampoco nos quisieron decir las causa de muerte. Nos dijeron una causa que no existe desde el punto de vista médico: un infarto no traumático”, señaló.

El propio letrado fue quien hace años le sugirió a su hijo alistarse en la Armada. “Un día que andaba medio a la deriva yo escuché por radio un aviso que decía que necesitaban médicos para la Armada. Se lo comenté y le interesó. Cuando ingresó hizo 7 meses de entrenamiento y le encantó porque era un deportista. Estaba feliz”, contó conmovido el hombre.

Durante más de un día Arturo Schneiter no tuvo noticias ni siquiera de dónde estaba el cadáver de "Pachu", como llamaban sus amigos al marino mendocino. Con el correr de las horas, cuando la desesperación se había transformado en impotencia, desde la Armada le indicaron dónde estaba su hijo y qué procedimientos seguirían para enviar su cuerpo a Mendoza.

“Está en la Antártida, en la base Carlini. Mañana un helicóptero partirá desde la base Marambio a buscarlo y lo va a llevar a la base chilena (Presidente Eduardo) Frei por una cuestión de distancia marítima”, detalló Arturo.

Y agregó: “Van a intentar que un avión Hércules salga mañana y lo vaya a buscar a la base chilena. Me informaron que ya han hecho las gestiones con las autoridades de ese país. De ahí lo van a trasladar a Ushuaia y de ahí a Buenos Aires”.

Los detalles del traslado y el destino final de los restos apaciguaron el ánimo de la familia del teniente de fragata. Pero conocer las circunstancias de la muerte sigue desvelándolos. “Yo no puedo entender y aún no me pueden explicar qué fue lo que le pasó. ¿Cómo una persona con tan buena salud sufrió un infarto? ¿Cómo pueden enviar a un sólo médico por expedición?”, se pregunta impotente Schneiter mientras murmura “Pobrecito...”.

Alejandro era deportista -jugó en Teqüé Rugby Club desde los 7 años- y gozaba de muy buena salud. "Antes de embarcarse les hacen una revisación médica muy completa para evitar riesgos. De hecho, hasta lo hicieron operarse de apéndice sin tener nada porque si te da apendicitis allá no tienen quirófano", detalló el abogado.

Y añadió: “No tenía ningún problema de salud porque si tenes problemas no te dejan subir a un barco. Además, no tenemos antecedentes familiares de enfermedades cardíacas”.

"No tenía ningún problema de salud porque si tenes problemas no te dejan subir a un barco", dijo el padre.

Además, el diagnóstico esgrimido en primera instancia por las Fuerzas Armadas es, por lo menos, confuso. “No existe el infarto no traumático. El infarto no se produce por un trauma. Hay infarto por oclusión de arterias coronarias. En lo personal nunca había escuchado tal término”, explicó a este diario un cardiólogo de la Clínica de Cuyo.

"En una autopsia habría que examinar cerebro y corazón y buscar causas de muerte súbita", agregó el galeno consultado.

“El almirante que llamó para informar dónde está mi hijo no supo entrar en detalles sobre la causa de muerte”. Para ello, Arturo Schneiter adelantó que intentarán que el cuerpo de “Pachu” sea sometido a una necropsia, autorizada por un juez en Ushuaia.

Alejandro era soltero pero hacía dos años estaba de novio. “Justo estaba por venir para acá para arreglar su cuestión familiar, hablar con su novia y organizar su vida profesional. Además, tenía la idea de dejar la Marina”, cerró su acongojado padre .

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