Guaymallén: la gente de Colonia Molina se ilusiona con la red de agua

Se trata de un proyecto que comenzó durante la anterior gestión y fue frenado. Ahora colocan caños y están realizando una cisterna. Esperan que esté listo para los primeros meses de 2017.

Designado como distrito en 2014, Colonia Molina se ubica a uno 15 kilómetros del centro mendocino. Allí viven entre 6.000 y 8.000 personas y muchos de ellos se dedican a la actividad rural. Si bien se abastecen de agua de pozo, desde hace un tiempo comenzaron a pedir a las autoridades poder contar con una red de agua potable.

Así en 2010 la Asociación Grupo Comunitario San Cayetano, una entidad que concentra a los productores agrícolas que viven en la zona, empezaron a elaborar un proyecto para contar con el recurso -con ayuda de profesionales de la Universidad Nacional de Cuyo- y lo presentaron en la casa de gobierno.

En 2014 el ex intendente Luis Lobos prometió a la comunidad concretar el anhelo y en mayo de 2015 arrancaron las obras. Pero en junio se frenaron por falta de fondos.

Más de un año después, en setiembre de este año, la obra se volvió a retomar, ya bajo la administración del nuevo intendente Marcelino Iglesias quien estipula que la red estará lista durante los primeros meses de 2017.

Falta de agua

“Donde vivimos no tenemos agua potable sino que contamos con pozos con bombas”, comenzó a relatar Jorge Vallone, presidente la Asociación Grupo Comunitario San Cayetano que funciona también como una entidad vecinal. Además allí no cuentan con cloacas por lo que los desechos se depositan en pozos sépticos.

“Por eso tememos que los pozos sépticos contaminen el agua subterránea”, aseguró y remarcó que en los últimos años se están vendiendo gran cantidad de lotes para hacer barrios por lo que la necesidad del agua potable se hace cada vez más imperiosa.

El titular de la asociación recordó que durante el gobierno anterior se logró unir a los vecinos para concretar la obra, pero finalmente no se consiguieron los fondos previstos a través de un subsidio de la Nación.

“Cuando asumió el nuevo intendente hablamos con él y todo lo que nos prometió lo está cumpliendo”, aseveró Vallone a la vez que informó que un grupo de vecinos juntó dinero para comprar los caños. “A la obra la está gestionando muy bien la municipalidad y contamos también con colaboración del EPAS”, señaló.

Ante este panorama el representante de los productores se mostró esperanzado con los avances: “Esperemos que en marzo o abril podamos estar brindando con agua potable”, deseó.

María Santibáñez es vecina de la calle Tabanera de Colonia Molina y también sueña con el agua. “Nos manejamos con el pozo y pasamos el agua por un filtro, pero lo tenemos que cambiar cada tres meses porque el agua viene muy áspera”, narró la mujer.

Para ella era hora de que se acordaran del distrito que a veces consideran como olvidado. “Además te pasa que desconfiás de los políticos porque antes nos prometieron de todo y no lo cumplieron”, se lamentó.

Según relató, el agua no es la única necesidad de la zona y pidió que se asfalten las calles principales y que se coloquen más luminarias. “También que haya mejor seguridad porque está muy peligroso”, solicitó la joven.

Pedro Cataldo lleva años trabajando una finca sobre calle Miralles y ya está acostumbrado a usar agua de pozo. “Hace mucho que tomo esta agua y es buena, pero con el tiempo las condiciones pueden cambiar”, dijo refiriéndose al crecimiento poblacional de la zona. “Al lado van a hacer un barrio nuevo por lo que sería fundamental que hubiera cañerías de agua y también cloacas”, destacó.

Pero no sólo vecinos y productores necesitan el agua, ya que la escuela Juan Enrique Pestalozzi y el centro de apoyo escolar San Cayetano tampoco cuentan con el servicio. "Como acá no tenemos cloacas y se están haciendo nuevos barrios tenemos miedo de que el agua se contamine”, dijo Cristina Molina, celadora del centro de apoyo escolar.

La mujer comentó que en el distrito predominan las fincas pero que muchos vecinos están vendiendo los lotes para urbanizar.

Ella recuerda muy bien la promesa del ex intendente que no se cumplió. “Esperemos que esta vez sea diferente, ya que por lo menos hemos empezado a ver los caños y los medidores en algunas casas”, deslizó.

En el mismo predio donde se ubica el portal con el nombre del distrito, en Tabanera y Ferrari, pueden observarse operarios trabajando para concretar la cisterna que almacenará el agua de la red. Una vez lista la obra que se extenderá en Ferrari entre Tabanera y Mirallles, Sáenz Peña entre Tabanera y San Miguel y Mauricio Grenón entre Tabanera y San Miguel, beneficiará a unas 415 familias.

“La obra se encaró en dos partes. Primero se contrató una empresa para hacer la red de agua propiamente dicha a través del tendido de cañerías y conexiones domiciliarias que se empezó hace un mes. Después se contrató a otra empresa para hacer la cisterna y la planta de tratamiento”, explicó el intendente Marcelino Iglesias.

Él recordó que cuando llegó al gobierno tuvo que pagar una deuda por la obra que dejó la gestión de Lobos y tuvo que firmar una actualización en el monto, que antes era de 8 millones de pesos y pasó a ser de 12 millones.

“La red está en un 60% por lo que estimamos que en diciembre estará lista al igual que la cisterna, por lo que pensamos que durante los primeros meses del año que viene estaría funcionando”, adelantó.

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