Google Street reavivó el debate sobre la privacidad de la gente

La herramienta en 3D -que muestra calles, casas, autos y peatones en todo el país- arrancó el jueves y generó revuelo en la web. Habla el abogado que inició una demanda el año pasado.

Google Street reavivó el debate sobre la privacidad de la gente
Google Street reavivó el debate sobre la privacidad de la gente

Habemus mapa. Argentina ya forma parte de los países que se pueden recorrer de manera virtual gracias al sistema Google Street View, que está on line desde el jueves. Es un servicio de visualización 3D que se complementa con los mapas satelitales de Google. Al cliquear en el mapa, la imagen se vuelve real: árboles, casas, negocios, monumentos, bicicletas, autos -todo lo que le da vida a una ciudad- y también personas.

Justamente este es uno de los puntos más criticados de esta herramienta. Así como sucedió en muchos otros países del mundo, el Google Street View se convierte en una herramienta adictiva, pero a la vez reaviva el debate sobre la privacidad.

Miles de usuarios se volcaron a buscarse en el programa y a detectar curiosidades captadas por la cámara rodante de Google en diferentes puntos de la Argentina.

Muchas de ellas fueron recolectadas en el usuario de Twitter @streetviewArg. A pesar de que las caras de la gente aparecen pixeladas, al igual que las patentes de autos, surgieron críticas hacia el proyecto por la intromisión en la vida cotidiana de la gente.

“Lo que hay que discutir es si el beneficio social de tener este ‘juguete’ paga la erosión de la privacidad”, dice Enrique Chaparro, de la Fundación Vía Libre. Para los especialistas, lo que genera más dudas es si efectivamente alcanza solo con pixelar las caras para proteger la privacidad, y si Google tomó solo fotografías, o también tiene videos, audios o algún otro dato. Pero también sirve para fomentar el turismo o el uso educativo.

La recolección de las imágenes, que había comenzado en octubre pasado desde el Kilómetro 0 en el Congreso de la Nación, llevó a los vehículos y otras herramientas de recolección de Street View a visitar más de 100 ciudades argentinas (incluida Mendoza).

“Luego de meses de arduo trabajo, Argentina ahora está disponible para ser visitada virtualmente desde cualquier parte del mundo gracias a Street View. Y continuaremos trabajando para que todos los rincones del país estén disponibles en los próximos meses”, dijo Maite Iturria, gerente de Street View para América Latina.

Público vs. privado

En 2013 Lucas Bianco, un abogado platense, presentó un recurso de amparo en el que solicitaba que se tomaran las medidas necesarias para que se garantizara que Google cumpliera con la legislación argentina en su recolección de datos para su servicio Street View.

Bianco dijo ayer que su solicitud fue rechazada en primera instancia pero que la Cámara le había dado lugar. Google fue notificado e hizo una descarga que al letrado le parece insuficiente.

Ahora, Bianco está a la espera de una audiencia con representantes de la empresa. “No estamos en contra del servicio, solo queremos asegurarnos de que se brinde cumplimiento a la leyes nacionales en cuanto a protección de datos personales y otras. Por ejemplo, la legislación argentina prohíbe fotografiar objetivos militares y no sé si Google cumple con eso. También es preocupante que, aunque para publicarla las borronee, una empresa extranjera tenga los rostros de millones de argentinos fotografiados”, dijo Bianco. A la vez, el Centro de Protección de Datos de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires también inició actuaciones el año pasado, a fin de asegurarse de que la empresa respetara la legislación local con Street View.

“Esto afecta la privacidad y debería haber actuado de oficio la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales. Hubo fallos en Europa que dicen que la privacidad no se limita solo al espacio privado”, dijo ayer Andrés Pérez Esquivel, miembro de la Red Latinoamericana de Vigilancia, Tecnología y Sociedad.

“Puede haber algún reclamo por derechos de imagen, pero en este caso el damnificado debería demostrar lo que se conoce legalmente como una ‘legítima expectativa de privacidad’. En estos casos los reclamos no siempre son válidos porque la vida en sociedad requiere una renuncia a los ‘caprichos’. No puede una persona pedir que saquen su foto si está en la calle”, dice el abogado especialista en tecnología Martín Carranza Torres. Las fotos de Google ya están, pero todavía queda mucho por ver.

Cómo pedir que retiren una imagen

El servicio Street View no tiene secretos. Se opera de manera sencilla, posando el cursor encima de las imágenes y utilizando diferentes opciones de búsqueda, acercamiento y navegación.

El equipo de Google Maps difumina caras y patentes para proteger el anonimato. Pero si un usuario considera que una imagen debería estar aún más protegida puede ponerse en contacto de forma sencilla. Existe una herramienta que permite solicitar que se difumine más, o incluso por completo, cualquier imagen donde aparezca el usuario, su familia, su automóvil o su casa.

También se puede solicitar el quite de imágenes con contenido inadecuado (por ejemplo, desnudos o violencia). Es simple: se busca la imagen y se hace clic en “informar de una incidencia” en la parte inferior derecha de la ventana. A continuación aparece un formulario, que debe rellenarse, y finalmente se hace clic en “enviar”. Según consta en la página, Google se compromete a ocuparse del caso.

Tuvo conflictos en casi todos los países

El sistema Google Street View fue lanzado en Estados Unidos el 25 de mayo de 2007 y ya se encuentra en más de 3 mil ciudades, incluso hasta en la Antártida. Pero en la mayoría de los países en donde desembarcó hubo debate sobre la privacidad, así como sucede ahora en nuestro país.

Uno de los fallos en contra más resonantes lo emitió un tribunal de San Francisco, que determinó que “la captura no intencionada de datos personales cometida por Google atentaba contra la Ley de Escuchas de EEUU”. Sucede que las cámaras de Google tomaron información de algunas redes de Wi-Fi que no tenían contraseña. Entonces, además de fotografías, Google se hizo de datos personales de muchos ciudadanos. Como defensa, la empresa admitió que eso había sucedido, pero alegó que lo había hecho de manera involuntaria.

Este fallo surgió a partir de que otros jueces europeos empezaron a preguntarse por el alcance de los datos que obtenían los vehículos del Street View. “¿Solo tienen fotografías? ¿Hay videos, audios, escuchas? Cuál es el alcance real de los sistemas de recolección de datos?”, fueron las principales dudas de muchos jueces que intervinieron en el juicio.

Desde entonces, el sistema ha sufrido revisiones de manera permanente.

En Suiza, el gobierno local determinó que recolectar imágenes de las personas implica una invasión a su privacidad, por más que sean en la vía pública. Además, en República Checa fue prohibido este sistema de mapeo, por considerar que afectaba los derechos de los ciudadanos. También en Grecia y en Lituania fue prohibido y hubo conflictos legales en Japón y en Canadá.

En Brasil, la polémica comenzó luego de que una de las fotografías del Street View mostraba el cuerpo mutilado de un hombre en una avenida de Río de Janeiro. Después de conocido el hecho, la foto fue retirada por Google. Pero de acuerdo a la propia reglamentación interna de la empresa, esa imagen nunca tendría que haber estado on line.

De acuerdo al proceso de Google, una vez que se toman las imágenes, hay un tiempo de revisión exhaustiva para, entre otras cosas, “difuminar caras y matrículas”.

Los vehículos de Google empezaron a trabajar en Argentina en octubre del año pasado. Cada auto está equipado con una cámara y un GPS para tomar las imágenes de 360°. Para que las fotos puedan ser usadas y sirvan a la hora de hacer el mapa se tiene en cuenta el clima, la hora y la temperatura.

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