Tarragona, la gran carta de triunfo de los Azules

La prensa puntana no se cansa de elogiarlo. Y no es para menos: lo conocen bien. El ‘Negro Tarra’, como le dice Alejandro Rébola con su acento cordobés, fe clave en el ascenso de Juventud Unida (SL) a la B Nacional, con 11 goles en 16 juegos.

Después de un paso sin por Temperley, la Lepra lo eligió y él apostó por Independiente para desempolvar sus pergaminos de goleador. Y en Mendoza, Cristian Alberto Tarragona volvió a ser ‘Tarragol’. Por su forma de jugar (y de luchar), rápidamente se metió en el corazón de los hinchas. Y claro, aunque no tenga orígenes leprosos, parece llevar en sus genes el ADN Azul.

Recuperó la credencial de ese delantero potente que hace que a los rivales les cueste conciliar el sueño la noche anterior a enfrentarlo. No es alto, pero cuando se eleva para cabecear, queda suspendido en el aire al mejor estilo ‘Polito’ Naves. No es el más veloz, pero corre todas y generalmente gana en el mano a mano por potencia.

Cuando no le llega la pelota porque queda aislado como sucedió en gran parte del partido en San Luis, retrocede a buscarla y se asocia bien con los volantes, aunque muchas veces pierde energías y el equipo una referencia en el área. Fuerte, ancho, potente, no le tiembla el pulso cuando tiene que fajarse con los rivales. Es más, a su juego lo llaman…

"A veces se dan los partidos donde juego la mayoría del tiempo de espaldas y hay otros en los que puedo jugar más. Cuando se puede, se juega, y cuando no hay que luchar para darle juego al equipo", le contó con una sonrisa a Más Deportes en la zona de camarines del Juan Gilberto Funes. Sí, porque el estadio de La Punta lleva bien puesto el nombre del 'Búfalo', uno que con similares características a las de Tarragona supo descollar en Gimnasia antes de dar el salto a las mieles del fútbol internacional.

Antes, cuando un colega le apuntó que tuvo el premio por no darse por vencido, largó: “La esperanza nunca se pierde, ¿no? Queríamos ganar y lo encontramos en el último minuto. Nos llevamos seis puntos de oro”.

“Todos los partidos son clave. Ganar fuera de casa es importante y pudimos marcar otra vez como lo hicimos en Tucumán”, cuenta antes de ponerse un poco más serio para hablar de lo que se juega Independiente en estos cuatro partidos que quedan.

“Es un situación dura, quizá por ahí no se nota pero nosotros que lo vivimos de adentro día a día, es un grupo que no merece estar pasando esta situación angustiante”.

Casi sin tiempo para disfrutar, la Lepra volvió al trabajo ayer por la tarde pensando en Douglas Haig, partido que se jugará mañana a las 20.05 en el Gargantini. Un duelo de necesitados.

“Nosotros también tenemos que seguir sumando de a tres. Va a ser un partido difícil, todos los rivales directos se nos plantan bien, pero hay que seguir trabajando con entusiasmo y sobretodo mucha confianza. No hay que perder las esperanzas de que podemos salvarnos”.

Respecto del encuentro entre Chacarita y Juventud Unida (Gualeguaychú), que fue suspendido por lluvia, y en el que la Lepra podía salir de la zona de descenso si los entrerrianos no ganaban, ‘Tarra’ opinó: “Eso queda en un segundo plano, nosotros sabemos que tenemos que ganar, sumar de a tres y nada mas”.

Sobre el final de la charla, el santafesino de 26 años dio su parecer de las situaciones polémicas (dos goles anulados a Estudiantes y un penal no cobrado en perjuicio de Moreira Aldana).

“El árbitro estuvo bien, los goles eran offside. Si te ponés a repasar las jugadas, estuvieron todas bien cobradas, así que me voy muy conforme con el arbitraje”. Y como fue una tarde accidentada en ese sentido, en el momento de ponerle la cabeza al rebote que ofreció el travesaño tras el tiro libre de Gastón González, se dio vuelta para mirar al asistente Nº2 y corrió desenfrenadamente hacia un costado dándole puños al aire.

“Siempre está el gesto de mirar al asistente, inconscientemente siempre mirás para el costado para ver qué pasa, pero yo sabía que no estaba offside porque estaba esperando que me rebote la pelota o que entrara. Por suerte la pude meter”.

Con las marcas de otra batalla a cuestas, el goleador emprendió su retirada. Un gladiador de sangre azul.

Opinión

Por Claudio Del Bosco, ex goleador de Independiente

"Tienen que hacer el esfuerzo para retenerlo"

Tarragona es un goleador de raza, no da una por perdida. De hecho el gol frente a Estudiantes lo hace en tiempo de descuento porque es un optimista del gol. Tiene todas las condiciones y mucho para crecer. Decían que lo quería Argentinos Juniors y no me sorprende porque tiene futuro de Primera División, porque no hay muchos jugadores con esas características.

Si la Lepra se queda en la B Nacional, los dirigentes tienen que hacer un esfuerzo para retenerlo porque es tan valioso como Fernando Zampedri hoy por hoy y porque es uno de los artífices netos de la gran campaña de Independiente. Recuerdo que cuando él jugaba en Juventud Unida de San Luis vine a verlo y también mostró esas características de ir a todas.

La categoría lo ha hecho crecer e Independiente le ha dado la chance para qué pueda desplegar todo su potencial. La Lepra es así, jugador que se calza la camiseta y le queda bien, explota. Mirá que han pasado muchos 9 y no todos han podido afincarse como este pibe. Creo que Independiente se va a salvar.

En este último tamo de los diez partidos ha hecho todos los méritos como para poder salvarse y creo que el partido va a ser el del miércoles contra Douglas. Si gana, va a estar salvado. No por el promedio, si no por el envión anímico que va a tomar en la recta final.