Las soberanas vendimiales tuvieron un verdadero despertar real. Giuliana Lucosky y Rocío Silene Fuster durmieron anoche en una suite del séptimo piso de hotel Park Hyatt Mendoza después dos días de una ajetreada agenda.
Reina y Virreina recibieron a los periodistas todavía en la cama enfundadas en una bata blanca, peinados sencillos, el maquillaje perfecto y amplias sonrisas.
Esta tarde continúan con sus actividades acompañando el Clásico Vendimiaen el hipódromo de Mendoza y la 70º Edición de la “Regata Internacional de la Vendimia” en el Parque San Martín.
La flamante Reina Nacional de la Vendimia dijo a Los Andes que su mamá siempre tuvo la convicción de que sería ella la nueva soberana. También contó cómo fue el agasajo del intendente Omar de Marchi: "Me regaló una caja de chocolates y una carta muy bonita".
Giuliana también habló del asesinato de María José Cpni y Marina Menegazzo en Montañita. "Nos movilizó mucho lo que pasó". Ayer las reinas departamentales recibieron a familiares de las víctimas en el hotel Alcor.
Por su parte, Rocío dijo que el compañerismo de la Reina y Virreina salientes fue muy importante para ellas y que son "un ejemplo a seguir" y se comprometió a "acompañar a Giuliana en cada proyecto que ella tenga".