Giuliana Lucoski: “La Reina de la Vendimia es un patrimonio cultural de los mendocinos”

Comienza a despedirse de la corona, por lo que es la hora de los balances. Asegura que en este año descubrió otro costado suyo y defiende que se elijan reinas. Hasta pide el voto popular.

Es tan desenvuelta, simpática y clara para responder que cuesta creer que antes ella misma se consideraba una persona tímida, ya que siempre se ponía colorada para hablar en público.

Evidentemente ese perfil quedó atrás para darle paso a una nueva Giuliana Lucoski (23), la que llevó con gran soltura la corona nacional de la Vendimia el último año. Es que, tal como asegura, el reinado la hizo crecer en distintos aspectos y la llevó a descubrir otro costado de sí misma.

A un mes de dejar los atributos, recibió a Los Andes en su casa familiar donde esperaba espléndida y distendida. Allí revivió anécdotas, viajes, sensaciones de un año que quedará para siempre en su memoria y en la de sus seres queridos. También le tocó opinar sobre la elección vendimial, en un contexto en el que se relaciona a estos certámenes con la cosificación de la mujer.

-¿Cómo describirías todo lo que viviste este año?

-Siento que estuvo caracterizado por diferentes emociones. Al principio como reina de Luján y candidata tenía intriga sobre lo que iba a vivir y cierto temor de lo que se venía.

Cuando salí reina fue llegar a mi casa y al otro día me dijeron que me iba a Uruguay, fue todo un torbellino. Después me fui asentando, acostumbrando y soltando; empecé a sentirme más libre para dar mi opinión y empecé a disfrutarlo más. De allí pasé a crecer, nutrirme y aprender.

-¿Cómo estás viviendo estos últimos momentos?

-Todavía no caigo, me genera nostalgia cuando voy a las fiestas departamentales y coronan a otras reinas. Me da escalofrío pensar que me queda cada vez menos. Pero igual lo estoy viviendo de otra manera, transmitiendo lo que viví, trato de charlar con las candidatas y contarles mi experiencia personal. Igual creo que voy a caer el día que entregue la corona o tal vez el día después, cuando me levante.

-¿Continuaste con tus estudios para ser abogada?

-Sí, no quise dejar porque era mi último año y quería compartirlo con mis compañeras. Pero como soy muy responsable y a veces tenía que perderme cosas, lo sufrí un poco.

Hasta la segunda mitad del año, cuando ya me lo tomé diferente, mis compañeras me fueron ayudando; yo iba cuando podía, me fui manejando y al final terminé sacando materias y yendo a un congreso de la facultad. ¡Hasta participé de mi fiesta de egresados!

-Tuviste la oportunidad de hacer muchos viajes...

-Sí, muchos. Después de Uruguay fui a Buenos Aires varias veces: a la Feria Internacional del Libro, a la Feria Internacional del Turismo, por el día Nacional del Vino, entre otros.

También fui a Chile para hacer promoción turística, a Córdoba, a Jujuy por la Fiesta Nacional de los Estudiantes y a Río Negro dos veces: a Bariloche y a Las Grutas. Además fui a Gramado, en Brasil. Me hubiera gustado hacer un viaje más internacional, pero igualmente disfruté mucho lo que me tocó.

-¿Y cómo te veían en los distintos lugares?

-A la gente le llamábamos mucho la atención. Primero cuando llegábamos nos pedían sacarse una foto, pero después cuando les empezábamos a hablar de la cultura, del vino, le convidábamos una copa y les explicábamos de dónde viene, se quedaban sorprendidos porque nos veían como un personaje que les contaba cosas interesantes.

Sobre todo lo notamos en Brasil, donde dimos una conferencia a la que vino muchísima gente a escucharnos; por un lado por lo que hablamos, pero por el otro por lo que representamos.

-¿Qué te dejaron tus actividades en la provincia?

-Fueron increíbles, me hicieron enamorar más de esta tierra. Tuve muchas actividades dentro de bodegas, con las reinas dando charlas y tuve la oportunidad de visitar muchas zonas a las que no había ido o no recordaba, como La Paz por ejemplo.

Lo que sí me faltó fue San Martín y Rivadavia. Me conectaron como ciudadana y me permitieron transmitir mejor lo que es nuestra provincia.

-¿Qué planes tenés para el futuro?

-Mi idea es trabajar medio día y terminar de sacar las materias que me quedan para recibirme. Entiendo que muchas chicas hayan cambiado de carrera después del reinado porque te abre mucho la cabeza y a muchas las ayuda a saber qué quieren realmente. Pero a mí no me pasó; si bien encontré una parte distinta en mí, quiero volver a mi raíz y tengo en claro que quiero ser abogada. Lo que más me gusta es la mediación internacional, pero sino la parte comercial o sociedades.

"Quiero que vote el público. Tal vez así se dejarían de lado las dudas sobre si la elección estuvo arreglada, que siempre se generan".

Sí a las reinas

-¿Qué opinás sobre la resistencia que hay a las elecciones de reinas como la de la Vendimia?

-Es algo muy complicado de abordar porque se distorsiona mucho y nos vamos a los extremos. Yo entiendo cuando se habla de la discriminación, de no hacer sentir mal a la mujer, pero para mí es necesario verle el lado objetivo y considerar cuál es la meta de cada elección.

En el caso de las reinas de la Vendimia no muestran más que la cara, uno las ve con el vestido y banda, no tienen nada que ver con los concursos de belleza que puedan hacerse en otras partes. La reina es un patrimonio cultural de los mendocinos, intenta representar todo lo que se hace en el año en la provincia. Es la frutilla del postre de toda una celebración, esa es la idea.

-Voto popular: ¿a favor o en contra?

-Sí quiero que vote el público, pero me gustaría que fuera algo mixto para que fuera un voto completo. El pueblo está desde que salen las candidatas hasta que termina la fiesta, viendo los diarios, la tele y si no hay pueblo no hay Vendimia. Me parece que es devolverles todo lo que hacen brindándoles la posibilidad de votar.

Además, tal vez se dejarían de lado las dudas sobre si estuvo todo arreglado, que siempre se generan. Pero por otro lado, me gustaría que se sume una parte del voto tradicional de los funcionarios, invitados, reinas de mandato cumplido y prensa.

Porque la Vendimia es una fiesta internacional, que vengan cónsules no se logra en otras fiestas y dándoles un voto de alguna manera los estás recompensando por esa visita. Por eso creo que un voto en conjunto sería una buena idea para implementar.

-¿Las reinas deberían mantener un perfil bajo en las redes sociales?

-Las reinas somos personas, de repente pasás a ser una figura pública sin esperártelo y tu personalidad al principio se ve un poco opacada por ciertos esquemas que se espera que cumplas.

En mi caso era muy tímida, en las redes casi no figuraba y lo único que usaba era Instagram. Si bien al principio trataba de ser neutral, con el tiempo fui modificando un poco mi actitud y si tengo que dar mi opinión no tengo problema, siempre cuidando de no ofender a nadie.

Pero digo lo que pienso.

Reinas y amigas

En todo momento Giuliana resalta lo afortunada que fue al compartir el reinado con su virreina, Rocío Fuster, quien representó a Lavalle:

“Con ella fue increíble, ya que las dos nos llevamos muy bien desde el primer día en el hotel. Siempre en un grupo uno elige a la persona con la que tiene más afinidad y para mí fue ella. Así que haber quedado las dos nos hizo todo mucho más ameno. No me llevaba mal con ninguna pero encima quedar con la que mejor me llevaba fue un plus”.

Giuliana también detalló que se entienden de maravillas y que se complementan: “Yo tengo una personalidad más tranquila y ella es un fosforito, todo el tiempo riéndose. De hecho había muchos eventos a las que invitaban sólo a la reina y yo preguntaba si ella podía ir y me decían que sí”.

Además, destacó el apoyo que recibió por parte de su familia y contó que su reinado cambió el humor de su casa: “Estaban todos muy contentos. Abrió un abanico de sentimientos increíbles”. Allí vive  con su mamá Clarice, su papá Mario, sus tres hermanos (Mariel, Nicolás y Juan Martín) y su abuela Teresa. “Ahora también tenemos cuatro animales: dos que trajimos nosotros y otros dos que vinieron solos y se quedaron”.

Antes de despedirse, agradeció a sus coordinadoras, Sonia -de Luján- y Alejandra Gamboa -provincial-, ya que la acompañaron en todo momento.

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